Septiembre 01, 2017.- La dificultad para adquirir las divisas debido al control cambiario que mantiene el Gobierno desde el año 2003, la disminución de los vuelos por parte de las aerolíneas y los altos costos de viajar por avión ha llevado a muchos a optar por la vía terrestre, lo que se ha convertido en una alternativa económica y en el reflejo de la desesperación.

Bastó pasar varias horas en el terminal terrestre para conocer diferentes matices de una misma historia, cuyo objetivo es sellar el pasaporte en la frontera y buscar un mejor futuro.

Lágrimas, lamentos, dolor y hasta indignación, son los sentimientos que se hicieron común en el terminal de Rutas Américas. Lugar, que a diario sirve como escenario donde las familias se separan, pero también mantienen la esperanza de volver a su país.

A Katherin Mota no solo le tocó separarse de su madre, también de su pequeña hija de apenas 3 años de edad. Tiene otra hija, de 7 años, que no paró de llorar por su hermanita. A donde quiera que se mire hay caras tristes; los ciudadanos quisieran que se detuvieran los minutos para no tener que decir “hasta pronto”.

Los encargados del lugar aseguraron que la cantidad de pasajeros que utilizan esta vía han aumentado considerablemente en los últimos meses, esto, como parte del cúmulo de problemas que atraviesan a diario, y como una manera de escapar de la realidad de Venezuela. En el caso de esta línea, Rutas de Américas cubre viajes hacia Ecuador, Chile, Perú y Argentina.

Familias separadas y sueños en maletas: el drama de emigrar por carretera