Junio 02, 2017.- En febrero de este año una adolescente de 16 años, estudiante del liceo Benito Canónico de Guarenas, planteó en el programa dominical del presidente Maduro.
“Somos 450 estudiantes que no tenemos ni desayuno ni almuerzo en el liceo porque nos suspendieron el sistema desde hace dos años y pese a que hemos hecho las solicitudes no han resuelto el inconveniente. Muchos compañeros se han desmayado en el liceo porque no comen bien”.
A lo que Maduro contestó: “¿Y qué han hecho ustedes? No se pueden quedar en la solicitud. Ustedes se tienen que movilizar, ir a la calle. Que se sienta su palabra y conquistar su derecho en la batalla”.
Y salieron a la calle. Diferentes ciudades del país han sido testigos de cómo adolescentes estudiantes de bachillerato, han manifestado, dentro y fuera de sus planteles su preocupación ante la situación que se está viviendo en el país. Manifiestan no poder estar ajenos ante lo que está sucediendo pues ellos también están directamente afectados.
Han realizado plantones dentro de las instalaciones educativas; pero también salieron a las calles de Propatria, La Pastora, Catia, Santa Rosalía, Avenida Lecuna, Caricuao.
“¿Están manipulados y los obligaron a protestar?”. Las mismas autoridades que reconocen la capacidad de los adolescentes para luchar y defender sus derechos y que los invitan a movilizarse y a no resignarse son las mismas que en estos momentos desconocen e irrespetan a los adolescentes que han actuado en consecuencia. ¿Admiran y estimulan a los que piensan como ellos y estigmatizan a quienes se oponen?
“¿Es un llamado a la violencia terrorista?”. Las manifestaciones de los estudiantes de bachillerato se han realizado pacíficamente. Carteles, consignas, entonar el himno nacional han sido suficientes motivos para ser reprimidos por “colectivos”, en varios casos ante la presencia de fuerzas de seguridad. La participación que expresa una posición distinta molesta e inmediatamente es reprimida verbal y físicamente; sin embargo, no se condena ni se exige sanción a las personas que actuando al margen de la ley agreden estas expresiones.
No le tengamos miedo al debate de ideas. El ministro de Educación invita a que las escuelas y liceos sean espacios abiertos al debate democrático, sin temor al que piensa distinto; pero la realidad es otra: se amenaza y sanciona a los centros educativos donde los estudiantes han manifestado su malestar.
¿Participar cómo, dónde yo digo?”. Participar expresa un acto de voluntad. Ante los intentos de instrumentalizar la participación vamos a referirnos expresamente a lo contemplado en la Ley Orgánica para la Protección del Niño, Niña y Adolescente (Lopna):
Artículo 81° Derecho a Participar. Todos los niños y adolescentes tienen derecho a participar libre, activa y plenamente en la vida familiar, comunitaria, social, escolar, científica, cultural, deportiva y recreativa, así como a la incorporación progresiva a la ciudadanía activa. El Estado, la familia y la sociedad deben crear y fomentar oportunidades de participación de todos los niños y adolescentes y sus asociaciones.
Artículo 82° Derecho de Reunión. Todos los niños y adolescentes tienen derecho de reunirse pública o privadamente con fines lícitos y pacíficamente, sin necesidad de permiso previo de las autoridades públicas. Las reuniones públicas se realizarán de conformidad con la Ley.
Artículo 83° Derecho de Manifestar. Todos los niños y adolescentes tienen derecho de manifestar pacíficamente y sin armas, de conformidad con la Ley, sin más límites que los derivados de las facultades legales que corresponden a sus padres, representantes o responsables.
Presidente, no mande a los estudiantes a protestar y a dar la batalla en la calle si van a ser reprimidos cuando hagan efectiva su solicitud.