El brazo represivo del Gobierno sigue tratando de acallar la protesta nacional por la restitución de la democracia Foto cortesía

Junio 15, 2017.- La crisis política también está hecha de paradojas. Una marcha contra la impunidad, contra la violación de la autonomía de la Universidad de Oriente (UDO) y el asesinato de uno de sus estudiantes, Augusto Puga, terminó, paradójicamente, en otro acto represivo que conjura semejantes atrocidades.

Eso fue lo que se vivió la mañana de este miércoles en Ciudad Bolívar, en la Marcha contra la Impunidad, organizada por el movimiento estudiantil de la UDO, que se propuso llegar hasta la sede de la Comandancia General de la Policía del estado Bolívar (PEB) para exigir la destitución de los funcionarios implicados en el asesinato de Puga, quien murió de un tiro en la cabeza luego de la brutal represión de la PEB y la GNB en el Decanato de esa casa de estudios, el pasado 24 de mayo.

La manifestación salió del distribuidor Ruiz Pineda rumbo a su destino de manera pacífica… recibió la emboscada de la GNB a la altura del Paseo Meneses, cuando los uniformados dispararon los gases lacrimógenos. Durante la represión, una bomba cayó dentro del centro de Educación Inicial Niño José Rafael Pocaterra, donde el personal del plantel presentó problemas para evacuar a los niños, según reportó la periodista Ayerim Castellar de Unión Radio. El hospital del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS), Héctor Nouel Joubert, también fue afectado por los gases lacrimógenos.

Luego de la represión, un grupo de encapuchados irrumpió en la sede del PSUV, ubicada en la avenida 17 de Diciembre, donde lanzaron bombas molotov con las que incendiaron parcialmente la entrada al recinto. Hasta ahora se desconoce la autoría material e intelectual del hecho.

La GNB se apostó en las afueras de las instalaciones luego del ataque.

Suspicacia

La comandancia de la PEB en Vista Hermosa también fue víctima de ataques, de los cuales, valga decirlo, aún se desconoce su autoría. Lo cierto es que los destrozos a esa sede devinieron, casi de manera inmediata, en las acusaciones del Gobierno al diputado de la Asamblea Nacional Luis Silva por la agresión, y además, en la detención de siete estudiantes: César Augusto Pérez Torres, Zuly Fuentes, Leiydis Fuentes, Miguel Saavedra, Daniel Headly, Miguel Lizardi y David Caña. Estos, al cierre de esta edición, permanecen recluidos en la Comandancia Policial General de la PEB. Al final llegaron al destino: la comandancia, solo que en otras circunstancias. Otra de las paradojas de la jornada.

El movimiento estudiantil de Ciudad Bolívar confirmó las detenciones arbitrarias de otros 14 jóvenes durante la reprimenda. Estos fueron aprehendidos por efectivos de la GNB, quienes los mantienen retenidos en la Comandancia General de la GNB en Ciudad Bolívar: Maikel Figueredo, Eder Malavé, Jorge Rivas, Eduardo García, César Mistage, Joanar Pacheco, Cristofer Sasa, Leonardo Noguera, Moisés Cordero, Cristian Bolívar, Emmanuel Pantoja, Blas Indriago, Isaías García y Gabriel Dagluck.

La escalada represiva del Gobierno, evidenciada en ola de detenciones, asesinatos, robos, tratos crueles, inhumanos y degradantes, deja al descubierto el desespero de Maduro y su autoritarismo de impedir la protesta para avanzar, violaciones de derechos humanos mediante, hacia la fraudulenta elección de una Asamblea Nacional Constituyente (ANC) para consolidar su ya declarada dictadura.

Los gases lacrimógenos afectaron a un maternal, cerca del paseo Meneses
La actuación de la PEB y la GNB causó terror entre los vecinos de Vista Hermosa

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