Blanca Onelia , izquierda, con su hijo Justin, de 10 meses. Al centro, su hija Cindy Melissa, de 15 años carga a su bebé Angel. A la derecha, Angel Danieri, de 7. Roberto Koltun [email protected]

Octubre 10, 2016.-Blanca Onelia Lemus, hondureña de 32 años que recientemente cruzó la frontera con su marido y sus tres hijos, huyó a Estados Unidos debido a la creciente violencia de pandillas en su país.

La familia fue detenida por la Patrulla Fronteriza poco después de entrar cerca de McAllen, Texas. El esposo de Lemus, José Ángel Ramos Romero, de 33 años, fue enviado a un centro de detención y puesto en proceso de deportación, mientras que su esposa fue liberada con sus hijos, con quienes luego viajó a Miami, donde tiene familiares.

Los hondureños son parte de una nueva oleada de inmigrantes centroamericanos que están cruzado la frontera y aumentando el número de indocumentados en la Florida.

Un nuevo estudio del prestigiado Centro de Investigaciones Pew muestra que después de un descenso en el número de extranjeros no autorizados luego de la crisis económica entre el 2007 y el 2008, el número de indocumentados ahora se ha estabilizado en alrededor de 11.1 millones en todo el país.

Mientras que los indocumentados que abandonaron el país –mayormente mexicanos– no han regresado, los extranjeros sin papeles procedentes de otros países, principalmente de América Central, han seguido cruzando la frontera y han ayudado a mantener la población de indocumentados, haciéndola más estable, de acuerdo con el informe expedido el 20 de septiembre.

Muchos de estos centroamericanos, como la familia de Lemus, se han asentado en Florida, donde el número de indocumentados Pew estima en alrededor de 850,000. De éstos, la mayor parte –alrededor del 19 por ciento–, corresponde a mexicanos, seguidos de haitianos y hondureños en alrededor de ocho por ciento cada uno.

Es posible que demoras deliberadas en la deportación de unos 56,000 centroamericanos indocumentados hayan también contribuido al aumento registrado en la Florida. El New York Times reportó el viernes que el gobierno federal ha retardado por varios años las deportaciones de estos 56,000 centroamericanos debido a problemas presupuestarios.

Francisco Portillo, presidente del grupo de Miami que defiende los derechos de los inmigrantes, la Organización Hondureña Francisco Morazán, dijo que espera que un mayor número de inmigrantes centroamericanos cruce la frontera debido al empeoramiento de la situación económica y de violencia en la región.

“Los países de América Central están siendo impactados por la violencia de pandillas”, dijo Portillo. “Pero otros factores también contribuyen a la ola de inmigrantes, como el desempleo, y los flujos de migrantes de otros países, entre ellos los cubanos y los haitianos”.

La organización de Portillo está ayudando a Lemus en su lucha por evitar la deportación de su marido. Su objetivo es convencer a las autoridades a concederle asilo a toda la familia debido a que la razón por la que abandonaron Honduras es un factor contundente.

Un pandillero que se había enamorado de la hija de 15 años de Lemus, Cindy Melissa Ramos, la dejó embarazada y luego trató de obligarla a vivir con él.

Cuando Cindy rompió la relación, el pandillero disparó su arma contra el domicilio de la familia, hiriendo al padre de la menor en un brazo.

“Fue entonces que decidimos huir a Estados Unidos”, dijo Lemus en una entrevista la semana pasada en la oficina de Portillo.

Después de que la familia llegó a Miami, Cindy dio a luz a su hijo, Ángel David Ramos, que hoy tiene dos meses de edad. Los otros dos hijos de Lemus, que son hermanos de Cindy, son Ángel Daniel Ramos, de 7 años, y Justin José, de 10 meses.

Otro factor mencionado en el informe Pew es que la Florida es uno de tres estados en el país con el mayor número de indocumentados.

Florida, con 850,000 indocumentados, ocupa el tercer lugar después de Texas, con 1.6 millones, y California, con 2.3 millones.

Esto coincide con los resultados del más reciente informe del gobierno federal sobre los indocumentados, que también coloca a la Florida en tercer lugar entre los estados con mayor número de extranjeros no autorizados.

La principal diferencia entre los dos informes es que el oficial, preparado por la Oficina de Estadísticas de Inmigración del Departamento de Seguridad Interna, enumera un menor número de indocumentados en la Florida: 730,000.

Además, el estudio oficial menciona un número de indocumentados en el país un poco más alto que el del estudio de Pew: 11.4 millones.

“La población inmigrante no autorizada de Estados Unidos –11.1 millones en el 2014– se ha estabilizado desde el final de la Gran Recesión, cuando el número de mexicanos disminuyó, pero el total de inmigrantes de otras regiones del mundo aumentó”, de acuerdo con las estimaciones de Pew, basado en datos del gobierno federal.

“El número de inmigrantes no autorizados procedentes de Asia, América Central y África aumentó entre 2009 y 2014”, dice el informe. “El número de mexicanos siguió disminuyendo desde el 2007, el primer año de la Gran Recesión. Aún así, los mexicanos siguen constituyendo más de la mitad (el 52 por ciento) de los indocumentados en los Estados Unidos “.

Otro factor mencionado en el estudio de Pew es que la actual estabilidad de la población indocumentada contrasta con períodos anteriores cuando estaba disminuyendo.

“El número de inmigrantes no autorizados en los Estados Unidos se elevó durante la década de 1990 y principios del 2000, alcanzando un máximo de 12.2 millones en el 2007”, reveló el estudio. “El número de inmigrantes no autorizados se redujo entre el 2008 y el 2009.”

Según el estudio, la mayoría de los estados –incluyendo la Florida– tuvieron cambios estadísticamente significativos en el número de indocumentados entre el 2009 y el 2014, cuando las cifras oficiales más recientes fueron dadas a conocer.

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