francisco-velasquez--Unasur-hace-m-s-mal-que-bien--a-procesos-democr-ticosAbril 20, 2016.- El Sistema Interamericano de Derechos Humanos y la defensa de principios básicos de la democracia como las elecciones libres vienen en franco deterioro desde hace varios años, como resultado del ataque frontal de algunos países en la región y el silencio cómplice de otros.
Eso concluye un nuevo reporte que será presentado este lunes ante el Congreso de Estados Unidos y que EL TIEMPO conoció de manera anticipada.

Global American centró su investigación en la manera como los países del hemisferio vienen actuando en foros multilaterales como la ONU, la OEA, Unasur y Celac, al igual que su proceder ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la Corte Interamericana (Corte IDH).

“Lo que hemos encontrado es que a pesar de que la mayoría de países en el hemisferio son democráticos (al menos de nombre), no hay un claro patrón de respaldo a las instituciones democráticas y derechos”, dice el informe, que fue titulado ‘Liberales, delincuentes y facilitadores’.

De acuerdo con el reporte, hay un grupo de países de la región –Venezuela, Ecuador, Bolivia, Nicaragua y República Dominicana, primordialmente– que de manera sistemática han votado en contra o se han abstenido a la hora de aprobar cualquier norma o comentario en la ONU que critique o pida defender derechos políticos y civiles en naciones donde estos se ven claramente vulnerados como Siria, Corea del Norte, Bielorussia o Ucrania.

Y sostiene, a su vez, que hay otros como Brasil y Colombia que han bajado el tono de sus comentarios públicos cuando de por medio están socios comerciales como China, Rusia o Turquía.

Por el contrario, dice el informe, hay otro conjunto de naciones –Chile, Costa Rica, México, Uruguay y Argentina– que han sido sólidos en la defensa de estos derechos ante el organismo internacional.

Ese mismo patrón, sostiene el informe, se traslada a sus actuaciones ante el Sistema Interamericano, el cual viene siendo torpedeado sin pausa desde el 2011 por una coalición de países que comandan Ecuador y Venezuela.

El informe dedica un buen segmento al desempeño de los países en los foros diplomáticos, como la OEA, Unasur y Celac. Sobre el primero, dice que pese a la Carta Democrática –que establece mandatos para la defensa de la democracia en la región–, este órgano ha mantenido un “silencio colectivo” frente al claro deterioro de los derechos democráticos y las instituciones en Venezuela y Ecuador.

Según Global American, eso está relacionado con la presión que ejerce Venezuela sobre países que reciben su petróleo subsidiado. Pero también es el resultado de un “debilitamiento general” del consenso hemisférico frente a estos derechos.

Y pone como ejemplo de la disfuncionalidad del sistema multilateral en la región la negativa de la OEA a participar como mediador en la disputa entre Colombia y Venezuela tras las tensiones que surgieron por la expulsión de nacionales del vecino país.

Para los investigadores, foros como Unasur y Celac se han convertido en espacios donde “los autócratas de la región” han impuesto sus concepto de soberanía nacional y no intervención en asuntos políticos y de derechos civiles con el “silencio cómplice” de gobiernos como Brasil, Chile, Colombia, México y Perú.

Una ofensa

“Uno de los resultados de esto –sostiene el reporte– es el debilitamiento de los estándares internacionales en materia electoral, que antes se consideraban un ejemplo para el mundo”.

Y cita el caso de la intervención de Unasur en la crisis que se desató en Venezuela tras la muerte de 42 manifestantes de la oposición en el 2013 y que, a su juicio, fue una ofensa –y de resultados desastrosos– frente a los estándares de resultados internacionales de mediación.

En esa misma línea, el reporte concluye también que Unasur, antes que beneficiar el sistema, lo ha debilitado, pues sus normas están muy por debajo de lo que se espera para este tipo de foros.

“Unasur, con reglas de monitoreo electoral, partidistas, superficiales y descaradas, ha hecho más mal que bien”, sostiene el informe.

Para el profesor Chris Sabatini, uno de los autores, el deterioro del sistema y los valores democráticos en la región está muy atado a la reorientación estratégica de muchos países ahora en sociedad con naciones del llamado Sur Global –países en desarrollo con estándares inferiores en este frente– y al surgimiento de foros regionales tipo Celac y Unasur que han diluido el poder de organizaciones más tradicionales –y efectivas– como la ONU y la OEA.

El reporte de Global American también hace una evaluación individual de cada país de la región. En el caso de Colombia, afirma que pese a la fuerte comunidad de ONG que existe en el país y a la reputación del actual gobierno de Juan Manuel Santos de ser ‘pro derechos humanos’, el récord del país no es el mejor.

Dice, por ejemplo, que el país nunca se ha nominado para un asiento en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU y solo participa de manera nominal en la Revisión Periódica Universal (UPR) creada por la ONU para evaluar el desempeño de sus miembros en DD. HH.

“Parte de su resistencia a participar emana probablemente del conflicto interno, dada las acusaciones frecuentes (por violaciones a derechos humanos). Adicionalmente, en la medida en que Santos hace esfuerzos por negociar la paz con las Farc, el Gobierno está evitando el escrutinio internacional, y, en el caso de Cuba y Venezuela –que son cruciales para el proceso– no desea crear controversia”, afirma el reporte.

Dicho eso, Global American sostiene que Santos fue de los pocos líderes regionales que condenó el juicio que se le hizo al dirigente opositor Leopoldo López en Venezuela y el arresto del alcalde Antonio Ledezma.

Así mismo, afirma que Colombia es uno de los países que suelen cooperar plenamente tanto con la CIDH como con la Corte IDH.

http://www.entornointeligente.com/articulo/8261495/Unasur-hace-mas-mal-que-bien-a-procesos-democraticos-18042016