Septiembre 16, 2015.-En Venezuela hemos encontrado formas de resistir al Socialismo del siglo XXI, a pesar de todos los hechos que hemos tenido que enfrentar durante los últimos años
La semana pasada fue un duro golpe para los venezolanos. El juicio político (no tiene otro nombre) contra Leopoldo López culminó con una sentencia condenatoria de casi 14 años.
El caso de López no fue lo único que hizo difícil la semana. También la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia declaró inejecutable la sentencia dictada por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) a favor de RCTV, lo que constituye una verdadera declaración de que en Venezuela no hay libertad de expresión, ni respeto al debido proceso.
El fallo del TSJ no era de extrañar, ya con el mismo caso de Leopoldo López, la Sala Constitucional declaró inejecutable otra sentencia dictada por la CIDH a su favor, en la que se ordenó asegurar a través de los órganos competentes, que las sanciones de inhabilitación no constituyeran impedimento alguno para la postulación del líder político.
Con casos como este, siempre me repito, a pesar de lo que he visto de lo que es capaz este régimen, que tengo que esperar una sentencia absolutoria porque si pierdo la capacidad de asombro me volveré cínica, y así, me habrán quebrado moralmente (daño del que dudo que uno pueda recuperarse), y no serviré como abogada, como profesora, como hija y hermana; en fin, como ciudadana. Varios me acompañan en este pensamiento.
Otros me han dicho que esperar una sentencia absolutoria, en estas condiciones, es ingenuo; esperar una sentencia condenatoria es realista, lo que te permite tomar decisiones acertadas, y que el cinismo, en el sentido filosófico y político del término, es un aprendizaje útil. Desde mi punto de vista, me es difícil refutar esta posición que también comparten muchos.
Ambas posiciones, aunque diferentes, representan las formas que hemos encontrado los venezolanos para no dejarnos derrotar por esta dictadura. Este es el primer paso que hemos encontrado muchos para poder soportar este “tropiezo”.
Pero obvio que esto no basta. Muchos han ideado otras formas para no ser solamente reactivos, sino también productivos.
Otras iniciativas, como Estudiantes por la Libertad, que tiene representación en Venezuela, funciona como una red de apoyo que busca unificar a jóvenes, que desde distintas instancias deseen ser activos en la defensa de las ideas de libertad. Solo a título de ejemplo, como resultado de esto, esta semana se inicia una campaña bajo el lema #LeerEsLibertad, para dar a conocer libros de filosofía, historia y literatura que aporten para la cultura de la libertad.
Si bien Venezuela parece un país condenado, su régimen tiene pretensiones de exportar la ideología del Socialismo del siglo XXI; y muchos políticos de diversos países de la región están deseosos de darle la bienvenida a esta ideología; los que vivimos aquí estamos dispuestos a correr, leer y pensar por la libertad de nuestros países.
Mientras haya más obstáculos y arbitrariedades por parte de regímenes simpatizantes de ideologías como el socialismo, que lo único que busca es esclavizar al hombre, rescato la frase de Sábato y “Puedo afirmar que pertenezco a esa raza de hombres que se han formado en sus tropiezos con la vida”.
http://es.panampost.com/andrea-rondon/2015/09/15/una-carrera-por-la-libertad/