Junio 12, 2015.-El Carabobeño recibió apoyo y solidaridad de las principales instituciones civiles de Carabobo, con el compromiso de solicitar que se activen procedimientos ante la Organización Internacional de Empleados, OIE y la Organización Internacional del Trabajo, OIT, por violaciones a los derechos humanos que ejercen el Gobierno nacional a través de la Corporación Alfredo Maneiro.
El contundente apoyo a este diario en peligro de desaparecer por negársele papel para su impresión, fue aprobado por la Cámara de Comercio de Valencia con el respaldo de Fedecámaras, Consecomercio, la Universidad de Carabobo y decenas de otras instituciones, cuyos representantes estuvieron presentes en un foro para la defensa de la Libertad de Expresión, celebrado en el auditorio de El Carabobeño.
El foro, que tuvo carácter de solemnidad por la relevancia de las personalidades presentes, reunió como ponentes al profesor Marcelino Bisbal, el historiador Elías Pino Iturrieta, subdirector de El Nacional; y Gustavo Sosa Izaquirre quien dio lectura al acuerdo de apoyo y solidaridad a El Carabobeño. María Torres, secretaria general del Colegio Nacional de Periodistas de Carabobo tuvo a su cargo la presentación.
Marcelino Bisbal dictó una conferencia basado en sus investigaciones como comunicólogo, en la que expuso las violaciones, ataques, censura y amenazas a los medios y periodistas registrados en los últimos 16 años.
El profesor aseguró que el presidente Nicolás Maduro incrementó las agresiones a la libertad de expresión sin mucho esfuerzo, porque el difunto Hugo Chávez le dejó las bases de sustentación, por lo cual tuvo que inventar otras formas de represión y creo la Corporación Maneiro para controlar el suministro de papel a los periódicos que le son incómodos.
Bisbal dijo que el Gobierno ha logrado la hegemonía comunicacional, aumentando el presupuesto para sus medios. Con esa finalidad al sector le dedicaron 3,6 millardos de bolívares, que a dólares a 6,30, son 573 millones de dólares y fue creada una agencia de publicidad que recibe 220 millones de bolívares para vender la imagen del Ejecutivo.
Lección de historia
La conferencia de Pino Iturrieta, individuo de número de la Academia de la Historia, fue una lección sobre el proceso de evolución del periodismo venezolano a partir de 1828 cuando se inició “una época de oro”, por la profundidad de su análisis para nuestra formación como República hasta la época de José Tadeo y José Gregorio Monagas.
El historiador observó que la crisis de la prensa venezolana se origina por la relación gélida entre el periodismo y la gente, que está más interesada en conseguir harina Pan que en los problemas de los medios.
La apatía, el desencanto, la desesperanza afecta a todos los sectores, en este caso a una institución de 81 años como El Carabobeño, que formando parte de la comarca, corre el riesgo de perderse, sostuvo Pino. “Ojalá que esta situación se maneje como un caso primordial para la política en la próxima campaña electoral que tenemos encima, porque gracias al establecimiento de ese nexo, manejado y comunicado por los políticos se puede pensar en cómo salir de este horror”.
Afán dictatorial
Eduardo Alemán, director de El Carabobeño, destacó, en la clausura del foro, que el afán dictatorial que existe en Venezuela, está haciendo desaparecer a una empresa que se esmeró en defender a la comunidad de los desmanes de los gobiernos
Produce profunda tristeza que 300 familias, que han luchado a brazos partidos se queden en la calle, lamentó Alemán. “Al cerrar un medio de comunicación independiente se le está cercenando a todo el pueblo venezolano, el derecho a estar informado como una de las libertades más preciadas. No podemos seguir aseverando siempre que lo importante se sabe cuando se pierde. Nosotros no podemos permitir el cierre de los medios de comunicación independientes, porque sería permitir que se acabe con la libertad de expresión en Venezuela”.
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