“Las fuerzas políticas y el pueblo venezolano en general deben rechazar todo tipo de violencia. Si actuamos todos con el arma de la no violencia, podremos reconstruir la convivencia social, el orden constitucional y la paz interna de la República”. Foto Archivo
“Las fuerzas políticas y el pueblo venezolano en general deben rechazar todo tipo de violencia. Si actuamos todos con el arma de la no violencia, podremos reconstruir la convivencia social, el orden constitucional y la paz interna de la República”. Foto Archivo
“Las fuerzas políticas y el pueblo venezolano en general deben rechazar todo tipo de violencia. Si actuamos todos con el arma de la no violencia, podremos reconstruir la convivencia social, el orden constitucional y la paz interna de la República”. Foto Archivo
  •  Lunes, 12 Enero 2015 00:00

Los obispos de Venezuela realizan un “dramático análisis que hacemos con dolor” sobre la crisis económica y social que aflige al país en su más reciente exhortación pastoral “Renovación ética y espiritual frente a la crisis”, en la que afirman, entre otras cosas, que el mayor problema del país radica en la decisión del Gobierno nacional y de los otros órganos del Poder Público de imponer “un sistema político-económico de corte socialista marxista o comunista” que conduce, sin más, a un “sistema totalitario y centralista”.

La Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) atribuyó la crisis de desabastecimiento de productos básicos que vive el país a la decisión del gobierno de “imponer” un sistema político-económico de corte socialista marxista o comunista.

La CEV emitió la declaración final de su asamblea anual tras una semana de debates entre los obispos, en la que indica que el modelo que intentan imponer el gobierno y otros órganos del Poder Público es un “sistema totalitario y centralista, que establece el control del Estado sobre todos los aspectos de la vida de los ciudadanos y de las instituciones públicas y privadas”.

“Además, atenta contra la libertad y los derechos de las personas y asociaciones y ha conducido a la opresión y a la ruina a todos los países donde se ha aplicado”, señaló.

La declaración señala que el sistema económico que impulsa el gobierno “es, a todas luces, ineficaz”.

“Es necesario que, dejando a un lado concepciones ideológicas rígidas y fracasadas, así como el afán de controlarlo todo, el gobierno impulse reformas que eliminen trabas a la producción, detengan la inflación, y solucionen el desabastecimiento y la carestía de los artículos de primera necesidad. Entre otras cosas promoviendo la actividad privada en la economía, consagrada en la Constitución”, recalcó.

El desprecio por lo diferente
Los obispos examinaron en la última semana lo que consideró una crisis sin precedentes que afecta al país y que se ha manifestado en los primeros días de 2015 en las multitudinarias filas en los supermercados y comercios de gente buscando productos básicos.

Señalaron que el modelo socialista se evidencia en el desprecio de cualquier propuesta que “no sea la oficial, en el desarrollo de una hegemonía comunicacional que entraba y limita la actuación de medios independientes, en el propósito de controlar los sindicatos, en la persecución por vía judicial de la disidencia política, en la multiplicación de leyes, normativas y procedimientos que dificultan la acción del sector privado”.

Los obispos dijeron que las protestas contra el gobierno en 2014, que dejaron 43 muertos y cientos de heridos, plantearon la necesidad de un diálogo entre el gobierno y la oposición, que “lamentablemente no pasó de los primeros encuentros”.

“A esta situación se ha unido en los últimos meses la angustia generalizada del pueblo por la crisis económica que sufrimos, pues se ve sometido a dificultades nunca vistas para tener acceso a artículos de primera necesidad”, puntualizó.

Agregó que la deuda externa gigantesca, la inflación desbordada, la devaluación de la moneda, el contrabando de extracción y el desabastecimiento de productos básicos “han generado el empobrecimiento creciente de amplio sectores de la población, particularmente los de menos recursos económicos”.

Sistema corrupto
“Esta crisis se acrecienta por la corrupción administrativa, el centralismo, el saqueo de las divisas del fisco, la reciente baja de los precios del petróleo, y por la ineficacia de las medidas y planes que está aplicando el gobierno para enfrentarla”, aseveró.

Expresó que el gobierno y las autoridades deben asumir su responsabilidad en solucionar los problemas que vive el país, activando los correctivos necesarios para evitar el empeoramiento de la crisis.

La Iglesia venezolana también recordó la obligación de la oposición “de presentar un proyecto común de país y trabajar por el bien de Venezuela, superando las tentaciones de personalismo”.

La CEV recalcó que a este escenario se suma una situación de violencia social cada vez peor, en el que “el lenguaje ofensivo, la descalificación sistemática a toda opinión contraria (a la oficial), incitan al fanatismo y a la irracionalidad”.

Al respecto, señaló que la propuesta nuevamente del diálogo como vía “indispensable” para lograr la concertación en el país.

En un aparte, destacó que el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos luego de 53 años de enfrentamientos, revela que “posiciones intransigentes y radicales, son estériles, y finalmente deben dar paso al encuentro y al diálogo”.

http://correodelcaroni.com/index.php/nacional-2/item/25969-iglesia-responsabiliza-al-modelo-socialista-de-crisis-en-el-pais

 

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