La abogada colombiana lamenta la ausencia de garantías legales | Foto EFE / Archivo

La abogada colombiana lamenta la ausencia de garantías legales | Foto EFE / Archivo

La ex relatora especial para la libertad de expresión de la OEA afirma que el estado de la prensa venezolana es crítico

Catalina Botero dejó el 6 de octubre su cargo de Relatora Especial para la Libertad de Expresión de la Organización de Estados Americanos, que ocupaba desde 2008, pero asegura que seguirá ligada a los derechos humanos. “Es lo que he hecho desde que me gradué y me parece que lo voy a seguir haciendo”, dice.

La abogada colombiana participará mañana en la 70ª Asamblea General de la Sociedad Interamericana de Prensa, que se celebra desde ayer en Santiago de Chile. Será una de las expositoras en el panel sobre libertad de expresión, donde hablará de sus años como relatora.

–Acaba de terminar su período al frente de la Relatoría. ¿Cuál es su balance?
–Desde el punto de vista institucional, la Relatoría está muy fortalecida, goza de muy buena salud, tiene un gran equipo y se ha convertido en un referente regional. Desde el punto de vista de la libertad de expresión hay avances incuestionables. Por ejemplo, de los 35 países de América más de 20 tienen leyes de acceso a la información. Sin embargo, hay una serie de desafíos que no solo no han disminuido, sino que han aumentado.

–Ha dicho que la libertad de expresión en América enfrenta distintos peligros y ha destacado los problemas de violencia y de leyes restrictivas. ¿Cuáles cree que son los países donde hay más en peligro?
–Creo que es difícil hacer un ranking porque hay distintos desafíos. La violencia producida por el crimen organizado es sin duda el problema más grave. Las cifras en países como México y Honduras muestran la dimensión del asunto, pero este fenómeno no afecta solo a estos países. Basta escuchar a los periodistas que han investigado la corrupción en otros Estados de la región para entender que el crimen organizado es una gran multinacional. Tiene la capacidad de atemorizar o incluso capturar autoridades locales en muchos Estados y uno de sus principales objetivos son los periodistas que investigan la corrupción. Y mientras tanto los Estados responden de manera fragmentada e insuficiente.

–También ha destacado las restricciones a la libertad de expresión por parte de algunos gobiernos.
–Sí, el segundo gran problema es la degradación del Estado de Derecho y de las garantías necesarias para que la gente pueda pensar por cuenta propia y expresarse libremente, sin miedo. En países como Venezuela o Ecuador las consecuencias por criticar al gobierno o presentar noticias contrarias a sus intereses pueden ser muy graves y dependen completamente de la voluntad de los funcionarios del Ejecutivo. No hay jueces independientes ni garantías legales para que una persona pueda apartarse públicamente del pensamiento oficial sin temor a ser estigmatizada o perder su libertad o su patrimonio. Es lamentable. En una democracia los derechos son barreras contra la arbitrariedad.

–¿Cómo describiría el estado de la prensa en Venezuela?
–Es crítico. Hay un sistema muy articulado de control. que va desde la estigmatización pública mediante un poderoso conglomerado de medios controlados hasta la aplicación de normas penales a quienes tienen un pensamiento crítico. Por ejemplo, los directivos del diarioTalCual están siendo procesados penalmente porque Diosdado Cabello consideró inexacta una frase de un artículo. Hoy tienen prohibido salir del país y pueden terminar en cualquier momento en la cárcel. Esto sin contar los innumerables procesos civiles y administrativos por presentar noticias incómodas al gobierno, la dramática ausencia de papel periódico, la no renovación de licencias por razones políticas, el cierre de medios como NTN 24, la absoluta oscuridad sobre lo que sucede en el Estado y más recientemente las denuncias por posibles bloqueos de Internet por parte de la empresa estatal que controla la prestación de este servicio a una parte importante de la población. Todo esto sin garantías legales suficientes ni jueces independientes. Hoy se sabe más de lo que sucede en Venezuela afuera que adentro del país.

–En Chile hay sectores políticos que condenaron las manifestaciones de estudiantes en Venezuela, pero defienden las que ha habido en el país.
–En Venezuela los estudiantes que salieron a protestar a partir del 12 de febrero fueron brutalmente reprimidos. Esto genera una enorme preocupación, como pasaría con el abuso policial en cualquier otro país. Los estudiantes, y cualquier sector de la sociedad, tienen derecho a manifestarse en Venezuela, Chile, Estados Unidos o donde sea. Lamentablemente hay personas, de todas las ideologías, a quienes les parece bien la represión cuando están de acuerdo con el gobierno, pero la denuncian como inaceptable cuando están en desacuerdo. Los derechos universales no dependen de las ideologías del que reprime o del que sufre. Por eso son universales.

EL DATO
El sucesor
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos eligió el 23 de julio al abogado y periodista uruguayo Edison Lanza para sustituir a Catalina Botero en la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión. “Creo que está en plena capacidad de hacer un buen trabajo, tiene un gran equipo, una Relatoría financieramente estable y buenos estándares regionales”, afirmó la abogado colombiana acerca de su sucesor.

http://www.el-nacional.com/gda/Catalina-Botero-Venezuela-consecuencias-criticar_0_502749892.html