Calificaron como “la mayor mentira nunca jamás contada” la declaración de Venezuela como territorio libre de analfabetismo por la Unesco
Caracas, 08/02/2014.-Blanca González.– Los maestros contarán la historia actual en las aulas, ya que “los datos contenidos en la Colección Bicentenaria, son sesgados”, según precisaron este viernes Leonardo Carvajal, director del Doctorado en Educación de la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab) y Tulio Ramírez, presidente de la Asamblea de Educación.
Durante el taller “para fomentar el uso adecuado de la Colección Bicentenaria”, ofrecido en la Ucab a 60 docentes de todo el país, Carvajal señaló que en los libros de 4to, 5to y 6to grado de primaria “hay una enorme falsificación de la historia, con propaganda política”.
Detalló que hay apreciaciones no reales, imprecisiones en la historia de Bolívar y “la mayor mentira nunca jamás contada”, sobre la declaración de Venezuela como territorio libre de analfabetismo por la Unesco, dijo Carvajal.
Agregó que: “La organización nunca certificó esa autodeclaración”. Además explicó que los datos ofrecidos por Aristóbulo Istúriz en ese entonces, los tumbó el Instituto Nacional de Estadística (INE) con el informe del Censo de 2011.
Por su parte, Tulio Ramírez señaló que entre las fallas de los libros figuran los incorrectos límites de Venezuela y el desbalance entre los presidentes de la cuarta república y el espacio que se le da al mandato de Hugo Chávez.
Durante su exposición, Ramírez indicó que a los gobernantes anteriores a la revolución, les dedicaron media página a cada uno, mientras que “a Chávez le dieron 26 páginas, exaltaron la lucha armada y omitieron hechos fundamentales para comprender la historia actual”.
Como “grave” calificó la omisión de numerosos detalles, por lo que pidió a los maestros completar la historia en clases. Precisó que el lenguaje utilizado es “perverso y se usa para descalificar; mientras se hacen loas a Chávez.
Migdalia Lezama, profesora de la escuela de Educación de la Ucab, considera que en los libros hay “una manipulación histórica”, por lo que instó a “tomar al niño de la mano y enseñarle el mundo sin caer en cuentos”.
