ONG informaron que policías allanaron y amedrentaron a la Familia Barrios.

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Eloisa Barrios denunció que su hijo ha sido víctima de nuevas amenazas (Archivo)
JUAN FRANCISCO ALONSO |  EL UNIVERSAL
jueves 19 de septiembre de 2013
Los riesgos para que las víctimas implicaría la salida de Venezuela de la Corte Interamericana de Derechos Humanos fue uno de los argumentos que con mayor fuerza esgrimieron los activistas y agrupaciones que criticaron la decisión del Gobierno de denunciar la Convención Americana sobre Derechos Humanos y los acontecimientos parecen estar dándole la razón.

El pasado jueves 12, apenas dos días después de que se materializara el retiro, la familia aragüeña Barrios, una de las que llevó su caso ante el organismo internacional, fue víctima de nuevas amenazas.

En un comunicado las organizaciones Comisión de Derechos Humanos de Justicia y Paz del estado Aragua, el Comité de Familiares de las Víctimas de los Sucesos de Febrero y Marzo de 1989 (Cofavic) y el Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (Cejil) denunciaron que tres presuntos agentes del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) irrumpieron, sin orden judicial de allanamiento, en la residencia de Lilia Ysabel Solórzano Barrios y allí hostigaron a Víctor Cabrera Barrios.

Víctor Cabrera Barrios, es hijo de Eloisa Barrios, quien desde 1998 viene denunciando en instancias nacionales e internacionales los ajusticiamientos de los miembros de su familia por parte de supuestos policías de Aragua. Hasta ahora diez hermanos y sobrinos han sido asesinados.

Ni coincidencia ni casualidad 

“Como que creen que estamos indefensos porque Venezuela dejó la Corte”, denunció la matriarca del clan en conversación telefónica con El Universal, tras relatar que cuando su hijo le recordó a los presuntos agentes que tenían que cumplir las medidas provisionales del juzgado internacional (abstenerse de hostigar a los miembros de la familia y protegerlos) éstos le respondieron: “¡Ya no estamos en la Corte y el Gobierno puede hacer lo que quiera!”.

Para esta mujer, quien ha pasado los últimos tres lustros de comisaría en comisaría, de fiscalía en fiscalía y de juzgado en juzgado, que esta situación se produzca no es coincidencia ni casualidad y por ello reconoció que teme por la seguridad de los suyos.

“Estoy preocupada no le vayan a sembrar drogas a mi hijo, como ya lo han hecho en el pasado y terminé apareciendo muerto como mis hermanos y sobrinos”, dijo, al tiempo que informó que ya denunció la situación en la Defensoría del Pueblo, pues al parecer uno de los supuestos policías le dijo a él: “¡Cuídate!”

Las tres organizaciones que acompañaron a Barrios hasta la Corte Interamericana, la cual en 2011 condenó al Estado por el exterminio de este clan, ya informaron de la situación al juzgado de San José (Costa Rica) y esperan que éste le recuerde a las autoridades que deben cumplir todas las decisiones dictadas mientras el país estuvo bajo su jurisdicción.

Las nuevas amenazas contra la familia se produjeron también horas después de que la fiscal general de la República, Luisa Ortega Díaz, negara en su programa de radio que el retiro de Venezuela del tribunal continental pudiera dejar “desprotegidas” a las víctimas y atribuyó estas denuncias a personas que “desprecian a las instituciones del Estado”.

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A CUMPLIR

EL UNIVERSAL
jueves 19 de septiembre de 2013  12:00 AM
• En diciembre de 2011 la Corte Interamericana declaró culpable a Venezuela de violarle sus derechos la vida, integridad personal y a la justicia a la familia Barrios, la cual ha visto como desde 1998 diez de sus miembros han sido asesinados por presuntos policías.

• El juzgado ordenó al Estado que no sólo que castigue a los autores de los crímenes, sino que tome las medidas necesarias para proteger a los miembros vivos del clan, entre ellas colocarle custodia policial y darles una vivienda en localidades distintas a la aragüeña de Guanayén, donde residían.

• Eloisa Barrios aseguró que las autoridades han incumplido la instrucción de colocarles custodia policial. JFA