Aunque evoluciona satisfactoriamente luego de la intervención quirúrgica a la que fue sometido la semana pasada, el comisario Iván Simonovis está lejos de estar bien, pues los exámenes que se le han hecho en estos días han arrojado que sufre de diabetes y de hipertensión y además se sospecha de un cáncer en la próstata.

Ante este cuadro la defensa del exsecretario de Seguridad Ciudadana de la Alcaldía Metropolitana de Caracas espera que el Tribunal 1 de Ejecución de Maracay ahora sí atienda la solicitud de medida humanitaria y que le permita cumplir su condena, a 30 años de cárcel por su participación en los hechos de abril de 2002, en su casa para así recibir el tratamiento médico adecuado.

“Simonovis está enfermo. Su organismo está enfermo y su enfermedad es producto del encierro al que está sometido desde 2004”, denunció el penalista José Luis Tamayo, quien agregó: “El comisario requiere de una dieta y un tratamiento especial que no ha recibido en la cárcel de Ramo Verde, pese a las instrucciones de la jueza del caso (Rosa de Freitas)”.

El profesional del Derecho aseguró que Simonovis está vivo de milagro. “El 23 de julio él comenzó a sentir dolores abdominales y fue trasladado el 25 al Hospital Victorino Santaella de Los Teques, donde unos médicos integrales aseguraron erróneamente que tenía una infección urinaria y lo remitieron al Hospital Militar. Sin embargo, en lugar de trasladarlo al centro de salud lo llevaron de vuelta a la cárcel, hasta que el 25 fue llevado de emergencia y lo operaron al día siguiente cuando ya tenía una septicemia. Sino lo operan en ese momento hoy estaría muerto”.

Tamayo indicó que la condición del comisario sigue siendo delicada y por ello abogó porque se le dé la medida o al menos se le conceda arresto domiciliario.

“Simonovis debía ser dado de alta hoy, pero debido a su estado los médicos decidieron posponerla hasta el martes. Esto revela que su situación es delicada, que está enfermo, que no es un invento lo que hemos venido diciendo desde hace tiempo”, afirmó.

El jurista criticó la posición asumida por el Ministerio Público, pues dijo “no lava ni presta la batea” y explicó: “La semana pasada se le informó sobre la situación de Simonovis y se le solicitó que pidiera al tribunal que ordenara que lo llevaran al Hospital de Clínicas Caracas, donde está su médico, pero no atendió la petición y además se ha opuesto insistentemente a que se le otorgue la medida humanitaria, aún a riesgo de que la salud del comisario se deteriore más”.

El otrora integrante de la policía científica es el único de los mandos de la extinta Policía Metropolitana condenados por los sucesos de abril de 2002 que sigue en prisión, pese a sus problemas de salud.

A los comisarios Henry Vivas y Lázaro Forero los tribunales les otorgaron en 2011 sendas medidas humanitarias, luego de que se comprobara que ambos presentaban problemas de salud y requerían atención médica especializada. Sin embargo, en el caso de Simonovis las autoridades judiciales y el propio Gobierno han rechazado con insistencia la posibilidad de permitirle que deje los calabozos, alegando que implicaría que delitos contra los Derechos Humanos queden impunes.

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