08-16-2013.
Por Wilfredo Cancio Isla
Cafefuerte.com
“Lo que puedo confirmar es que un equipo médico viajó a La Habana a comienzos de julio para evaluar la situación de Alan Gross, pero los resultados no son públicos”, dijo el abogado Scott D. Gilbert a CaféFuerte.
Gilbert declinó precisar si la evaluación médica será revelada en un futuro inmediato o si la familia Gross tomará alguna acción en relación con el reporte de los galenos.
Se desconoce la composición de la comitiva médica estadounidense, pero todo indica que en el grupo viajó el doctor Alan A. Cohen, un experimentado radiólogo que ha seguido la evolución de Gross y realizó un informe anterior sobre los riesgos de que el paciente tuviera un tumor maligno.
El visto bueno para la visita de los médicos de Gross fue concecido por Cuba el pasado mayo, durante una visita de trabajo a Washington de Josefina Vidal, jefa de la Dirección de Estados Unidos y América del Norte del Ministerio de Relaciones Exteriores (MINREX). En esa ocasión la funcionaria cubana sostuvo varios encuentros con representantes de Oficina de Asuntos Hemisféricos del Departamento de Estado.
La petición para una visita de un grupo médico independiente para examinar a Gross estaba en pie desde el pasado noviembre, cuando el reporte del doctor Cohen reclamó que Gross fuera sometido a una resonancia magnética y una biopsia, preferiblemente en una instalación en Estados Unidos, para dictaminar sobre el tumor de su hombro derecho.
Los informes médicos de Cuba insisten en que el contratista no padece cáncer y su salud es estable, sin riesgos para su vida.
Gross, de 64 años, está internado en una celda del Hospital Militar “Carlos J. Finlay” de La Habana. El contratista ha perdido cerca de 100 libras desde su arresto en dociembre del 2009, presenta problemas en la cadera que le dificultan la locomoción y padece de depresión.
La visita de médicos independientes a Gross marca una concesión del gobierno cubano ante los reiterados pedidos de familiares, personalidades politicas y religiosas, y organismos internacionales sobre su caso. La familia ha solicitado también que se le permita vistar a su madre anciana y enferma de cáncer en Texas.
Washington ha pedido reiteradamente la liberación incondicional de Gross, condenado a 15 años de cárcel por acusaciones de atentar contra la soberanía nacional cubana.
El tema de Gross es el principal obstáculo que enfrentan las relaciones bilaterales entre Washington y La Habana. A comienzos del 2011, la administración de Barack Obama llegó incluso a cancelar las conversaciones migratorias con Cuba en momentos de una escalada de tensiones en el diferendo por Gross.
Pero el diálogo migratorio entre ambos gobiernos fue retomado el pasado 17 de julio, justamente por los días en que el equipo médico estadounidense visitó a Gross en La Habana.
CaféFuerte confirmó además que el abogado Gilbert quedó como único representante legal en el caso de Gross, tras el cese de los servicios del abogado Jared Genser, un prominente jurista del bufete Perseus Strategies, en Washington.
Genser, reconocido por su labor en favor de los prisioneros de conciencia alrededor del mundo, entró al equipo legal de Gross en agosto del 2012, y desarrolló una estrategia agresiva en la defensa de su cliente y en las denuncias contra el gobierno cubano. Desde su detención en Cuba, Gross estuvo representado por el abogado Peter Kahn, partidario de mantener el caso en un bajo perfil.
Bajo la conducción de Genser se logró el dictamen del Grupo de Trabajo sobre Detención Arbitraria del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, el cual consideró que el arresto de Gross viola las leyes internacionales en virtud de las obligaciones contraídas por Cuba.
Genser declinó hacer comentarios a CaféFuerte sobre su salida del caso.
El abogado Gilbert fue contratado por los familiares de Gross en el 2012 para representarlos en una demanda civil contra el gobierno de Estados Unidos.El pasado mayo la firma Development Alternatives Inc (DAI) anunció un acuerdo con los Gross que eximió de responsabilidad a las partes en disputa y puso fin al reclamo legal por $60 millones de dólares ante un tribunal federal de Washington DC.
No se revelaron los términos del acuerdo ni la compensación monetaria concedida por DAI.
El trabajo de Gross asociado a la DAI se sustentaba en un contrato con la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), que impulsa programas para promover cambios democrátios en la isla.
Después de una intensificación informativa sobre situación de Gross en los medios de comunicación, el caso está en una etapa de evidente discreción gubernamental y familiar sobre el pedido de su excarcelación.
El pasado febrero, tras visitar a Gross en la cárcel y reunirse con el gobernante Raúl Castro, el senador Patrick Leahy dijo a su regreso a Estados Unidos que la liberación del contratista requeriría “un poco de toma y dacapor ambas partes, y una negociación discreta”.
