Sebastiana Barráez Pérez
Viernes, 07 de Junio del 2013
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GUERRILLA. Se hace llamar Comandante Emiliano Zapata. Es del Ejército de Liberación Nacional (ELN). Y forma parte de los comandantes de alto nivel de ese grupo guerrillero. Sería el jefe del Bloque Oriental. En un informe de inteligencia lo describen como un hombre de unos 50 años, blanco, más bien bajo, gordo, de ojos azules y mejillas rosadas. Fácilmente pasaría por andino, pero no tachirense, más bien merideño. Su acento al hablar es colombiano. Se instaló en nuestro suelo patrio. Tiene unas 7 mil personas a su mando, lamentablemente un alto porcentaje son venezolanos. Cubre desde la Goaijra (en el Zulia) hasta los llanos venezolanos. Se desplaza por toda la zona que abarca, especialmente Perijá. Tiene una corte de seguidores. Montó una plataforma de secuestro y extorsión de habitantes en el centro del país. Es decir, el grupo comandado por alias Emiliano Zapata disminuyó los secuestros en la frontera de Táchira, Zulia y Apure, para dirigirlos hacia Caracas, Carabobo y Aragua. En Táchira ocurrió el asesinato de dos oficiales del ejército en Baritalia, municipio Junín. El general Rangel Silva, entonces ministro de la Defensa, ordenó tomar medidas contra la guerrilla e incluso fue desmantelado un campamento que el ELN tenía en la vía a Delicias, municipio Urdaneta. Poco después se detectó la relación de miembros del Ejército con los guerrilleros. Por esa razón fueron sustituidos uniformados militares de la zona. El ELN permaneció unos meses de bajo perfil. Los elenos, al mando deEmiliano Zapata, desplazaron sus acciones de secuestro hacia el centro del país. Logran, bajo coacción o por dinero, captar a jóvenes venezolanos para integrarlos a sus acciones de extorsión y secuestro. Emiliano Zapata ha logrado, no se sabe por qué razón, que militares en la frontera le presten ayuda. Se ha desplazado, incluso, en unidades militares y por uniformados del Ejército. Tiene una amplia red de informantes en los cuerpos de seguridad. Hay funcionarios que no tienen cómo explicar la vida de lujos que llevan, los costosos vehículos que exhiben y el derroche que despliegan; son confidentes de la guerrilla colombiana. En San Cristóbal hay funcionarios con influencias políticas a nivel del alto gobierno, que por razones ideológicas y económicas protegen a los elenos. Igual sucede en Zulia y Apure. Algunos secuestros son arreglados bajo cuerda. Familiares de las víctimas consideran más seguro hablar con ciertos funcionarios, antes que formalizar la denuncia.