Alberto Arteaga: “A la justicia la usan para la venganza y el temor”

Experto analiza cinco casos que muestran deterioro del área penal

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Alberto Arteaga dice que en el caso del diputado Juan Carlos Caldera ha quedado demostrado que se trató de incriminarlo NICOLA ROCCO
OLGALINDA PIMENTEL |  EL UNIVERSAL
martes 11 de junio de 2013  
La citación del exconductor del programa La Hojilla, Mario Silva, en calidad de testigo por parte del Ministerio Público, orienta el caso por un camino que parece descartar cualquier investigación en su contra por informar a un agente cubano del g2 sobre asuntos de política interna.

“Todo parece indicar que su imputación se descarta ab initio (al final)”, sostiene el abogado penalista Alberto Arteaga Sánchez, para quien este y los más recientes casos penales ilustran bien la grave situación de la justicia penal venezolana que ya monitorean organismos internacionales que miden el funcionamiento de la democracia y el estado de derecho.

El jurista analiza cinco asuntos que se ventilan en los tribunales nacionales, relacionados o pedidos por autoridades de los poderes públicos y convertidos en escándalos judiciales, a expensas del deterioro de la justicia. “Estos casos, entre otros, son la expresión de la utilización de la justicia penal como instrumento de retaliación política, de amedrentamiento a los adversarios políticos o de advertencia a todo aquel que obstaculice o critique actuaciones oficiales”, dice.

Lo que parece y no es

Además de la investigación abierta por la Fiscalía General a Silva, cita la reciente detención y posterior liberación del cineasta estadounidense Thimoty Tracy.

“Resulta insólito que después de haber sido sorprendido infraganti Tracy, según la versión oficial, en actividades conspirativas y de espionaje, relacionándolo, inclusive, con el general Antonio Rivero, el Ministerio Público, con inusitada diligencia y celeridad, decreta el archivo de las actuaciones, por considerar que son insuficientes para acusar”

Con eso reconoce, afirma Arteaga Sánchez, que no tenía elementos que acreditaran que se encontraba cometiendo un delito, procediendo a expulsarlo sin notificación y sin audiencia, después de la privación arbitraria de la libertad que sufriera.

La solicitud de antejuicio contra dirigente de Primero Justicia y diputado Juan Carlos Caldera y posterior presentación, por parte de este, de una grabación, así como el caso del diputado a la Asamblea Nacional, Richard, Mardo, son aludidos por el penalista.

“Esa solicitud se desvanece con una grabación que pone en evidencia que, simplemente se le montó una trampa para crear la ficción de un delito que, por tanto no existió en la realidad, sino que fue provocado para incriminarlo y un delito no es una ficción, sino una realidad”.

En el caso de la solicitud de antejuicio contra Mardo “parece quedar también sin sustento serio con el forjamiento de documentos incriminatorios o con la sospecha de ello, lo cual no podría dar lugar a una declaratoria de mérito para su enjuiciamiento, el cual debe estar fundado en elementos serios y convincentes”.

Para Arteaga, no puede quedar fuera de su análisis la acusación contra Yendrix Sánchez, “absolutamente inadmisible e injusta”, según dice.

“Ni ofendió al Presidente gravemente, ni forma parte de un grupo de delincuencia organizada, cargos que, según entiendo le han sido formulados por el simple hecho de haber interrumpido el acto de juramentación del presidente Nicolás Maduro, por lo cual deberían responder los encargados de la seguridad del Presidente y de los demás invitados” . Y concluye con el caso de la jueza María Lourdes Afiuni y su reciente medida sustitutiva de libertad, anunciada como una gran decisión tras su injusta y larga prisión.

“La medida menos gravosa contra Afiuni no constituye ninguna gracia que le fuera otorgada, pues ha padecido una pena cruel e infamante de tres años de prisión por haber cumplido simplemente con su deber y ahora, continuará sometida a restricciones de su libertad de movimiento, como la prohibición de salida del país; y de expresión al no poder declarar a los medios en su propia defensa”.

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