Publicado el 05-22-2013
Huelga de hambre y duras condiciones carcelarias afectan salud de general venezolano
POR JOSÉ PERNALETE
DIARIO LAS AMÉRICAS
DIARIO LAS AMÉRICAS obtuvo el informe médico suscrito por los galenos al hospitalizar a Rivero. El registro certifica una infección respiratoria complicada con broscoespasmo severo, dolor torácico, hemorragia digestiva a causa de gastritis aguda y anemia, además de un cuadro avanzado de hipertensión arterial.
El dirigente político Antonio Rivero fue detenido el 27 de abril en las instalaciones del Servicio Bolivariano de Inteligencia (SEBIN), luego de ser invitado por el Ministro de Interior y Justicia de Venezuela, Miguel Rodríguez Torres- también director de ese cuerpo de seguridad- a conversar sobre una investigación en curso. El general fue acusado de propiciar presuntos hechos de violencia ocurridos en el este de Caracas durante protestas por los resultados electorales del 14 de abril.
En un video transmitido por Rodríguez Torres en conferencia de prensa, se observa a Rivero mientras le habla a jóvenes reunidos en vía pública, quienes manifestaban su descontento con el gobierno de Nicolás Maduro. Sus defensores consideran que las palabras del general en retiro fueron manipuladas por el ministro al divulgar el contenido del video.
Tras ser detenido, quien fuera director nacional de Protección Civil, inició una huelga de hambre como protesta ante lo que calificó como una acusación injusta, sin derecho a la defensa y bajo engaño. La detención se desarrolló dentro de un calabozo compartido con otros dos ciudadanos. Con el transcurrir de los días, su salud fue empeorando y debido a las recomendaciones del médico del SEBIN, ni siquiera debía exponerse al sol por el riesgo de contraer alguna enfermedad, tras el deterioro del sistema inmunológico.
Diversas organizaciones no gubernamentales se pronunciaron a favor de la liberación de Rivero, por considerar que este tipo de medidas pretenden convertir en un delito las protestas en Venezuela. La visita fue restringida sólo a sus familiares directos y su abogado defensor. Durante su permanencia en el SEBIN también fue asistido por el sacerdote de la institución, para lograr tranquilidad espiritual. Su hermano, José Vicente Rivero, se convirtió en el vocero de la situación que atravesaba el general retirado. Luego de sus primeros pronunciamientos, le fue negado el acceso a la visita y denunció el seguimiento hacia su persona por parte de presuntos funcionarios de inteligencia.
Poco antes de su liberación el 17 de mayo, Antonio Rivero decidió levantar la protesta, luego de las reiteradas peticiones por parte de su madre y otros familiares. Incluso, se conoció que el arzobispo de Caracas, Monseñor Jorge Cardenal Urosa Sabino, solicitó esta declinación, además de exhortar a la excarcelación.
El día que Rivero abandonó la celda de la antigua DISIP, fue internado de inmediato en una clínica al este de la capital venezolana para constatar el grado de afectación en que se encontraba. Ya el daño había generado estragos en el organismo del dirigente del partido Voluntad Popular. Luego de la cuidadosa observación, los especialistas decidieron aislarlo de cualquier persona que no sea su familia. Tiene prohibición absoluta de visitas. En este caso, las razones que lo mantienen encerrado, ahora en una clínica, son en procura de su pronta recuperación.
El abogado que sostiene la defensa de Antonio Rivero, Guillermo Heredia, dijo que espera que los especialistas autoricen su salida del centro asistencial para acudir a los tribunales. Allí serán informados sobre las condiciones de la medida cautelar que dicte el juzgado segundo de control del sistema judicial de ese país. No se descarta la presentación ante las autoridades cada quince días con prohibición de salida de Venezuela. Sin embargo, el objetivo de Heredia es que Rivero cuente con libertad plena.
A continuación, transcribimos un mensaje enviado por Antonio Rivero a todas las personas que le manifestaron su solidaridad y permanecieron atentos a lo que sufrió:
“En primer lugar mi agradecimiento, gracias hermanas y hermanos míos. Me encuentro con full ánimo (sic), con la moral alta y con mucho ánimo de recuperarme pronto para seguir trabajando.
Los 20 días que estuve preso fue una inyección de mucha más moral, más fuerza y fe. Cuenten con mi absoluta disposición a no descansar en la lucha y el trabajo por la Venezuela que todos soñamos.
Trabajo y lucha. Para mí, trabajar es sembrar la semilla que nos dará la cosecha del bien y para el bien. Luchar es combatir la plaga que atenta contra la siembra y de esta manera consolidar el logro de la mejor cosecha que será la mejor Venezuela.
Y desde Venezuela, a toda la América Latina y países que han visto con horror un proceso revolucionario distorsionado de la realidad que viven la gran mayoría de todos los venezolanos; es hora de erradicar el liderazgo guerrerista y sectario con la bandera de “lucha contra la pobreza”. Necesitamos finalmente líderes que sean integradores, más allá de las diferencias ideológicas, conduciendo la paz a todos los pueblos y el sostenido progreso para su mayor bienestar”
@jpernalete
