Nicolas Maduro shoves aside democracy in Venezuela
By Editorial Board,
On Tuesday, Nicolas Maduro, the former bus driver and Cuban protege who was designated as Mr. Chavez’s successor, went on national television to announce that he would “not permit” a march Wednesday called by the opposition to support its call for a recount of votes in Sunday’s election. Promising to use “a strong hand” — a hoary phrase from Latin America’s history of dictatorship — Mr. Maduro spoke of protesters “filling [Caracas] with death and blood,” words that rang like a threat. The government said that seven people already had been killed in post-election clashes and claimed that a coup was being prepared
In fact a majority of Venezuelans, including many former Chavez supporters, appear to be fed up with a “revolution” that has produced double-digit inflation, severe shortages of power and staple foods and one of the world’s highest murder rates. Mr. Maduro has offered no answers to these problems — only ludicrous claims that they are the product of conspiracies by the opposition and the United States. Amid signs that his movement may be splintering, Mr. Maduro appears to be preparing repressive measures that should be intolerable to members of the Organization of American States, who are bound by treaty to resist violations of democratic order.
Fortunately the Obama administration, which until recently was prematurely and unwisely courting Mr. Maduro, hasquestioned the quick certification of the election and supported the call for the recount; so has the government of Spain and OAS Secretary General José Miguel Insulza. The administration should begin coordinating with Mexico, Chile and other important Latin American democracies to prevent Mr. Maduro from killing his way into power.
Traduccion
Nicolás Maduro, empuja a un lado la democracia en Venezuela
IASW | Wednesday, April 17th, 2013 Washington Post – Junta Editorial
Traducido por IASW
El intento de los seguidores de Hugo Chávez para instalar a un sucesor del caudillo muerto a través de una elección unilateral está fallando. Ahora bien, el régimen venezolano parece estar preparándose para mantenerse en el poder mediante la fuerza bruta – y el país productor de petróleo se encamina a una crisis que exige la atención de los Estados Unidos y las democracias de América Latina.
El martes, Nicolás Maduro, el ex conductor de autobús y protegido cubano que fue designado como sucesor de Chávez, apareció en la televisión nacional para anunciar que no iba a permitir una marcha el miércoles convocada por la oposición para apoyar su petición de un recuento de votos en las elecciones del domingo. Con la promesa de usar “mano dura” – una frase heredada de la historia de las dictaduras de América Latina – El Sr. Maduro se refirió a los manifestantes, diciendo que estaban “llenando [ a Caracas] con de muerte y de sangre”, palabras que resonaron como una amenaza. El gobierno dijo que siete personas habían perdido la vida en enfrentamientos postelectorales y afirmó que se estaba preparando un golpe de estado.
De hecho, si alguien está preparando un golpe de Estado, es el Sr. Maduro y sus asesores cubanos. El líder opositor Henrique Capriles Radonski ha presentado una demanda pacífica y razonable: que se realice una auditoria al sospechoso conteo del voto presidencial. El propio Sr. Maduro, dijo el domingo que él estaría de acuerdo con un recuento de votos – pero el lunes la Comisión Electoral que bruscamente controla ratificó un resultado que le dio un margen de 260.000 votos de los 14,8 millones emitidos. El resultado estrecho claramente sorprendió a los chavistas, que ya habían instalado al Sr. Maduro en la presidencia por medios inconstitucionales; esperaban que su dominio de los medios de comunicación y la orquestación de la votación de los empleados estatales produciría una “victoria” fácil que legitimaría la continuación del régimen.
De hecho parece que la mayoría de los venezolanos, incluyendo a muchos antiguos partidarios de Chávez, aparentan estar hartos de una “revolución” que ha producido una inflación de dos dígitos, una grave escasez de energía y de los alimentos básicos y una de las tasas de homicidios más altas del mundo. El Sr. Maduro no ha ofrecido una respuesta a estos problemas – sólo afirmaciones absurdas en la que culpa a los conspiraciones de la oposición y a los Estados Unidos por estos problemas. Ahora que existen señales de que su movimiento puede estar astillado, el Sr. Maduro parece estar preparando medidas represivas que deben ser intolerables para los miembros de la Organización de los Estados Americanos, institución que esta obligada por tratado a resistir las violaciónes al orden democrático.
Afortunadamente, el gobierno de Obama, que hasta hace poco realizaba un cortejo imprudente y prematuro del Sr. Maduro, ha cuestionado la certificación rápida de la elección y ha apoyado la convocatoria [de la oposición democrática] para el recuento, también lo ha hecho el Gobierno de España y el Secretario General [de la OEA] José Miguel Insulza. La administración [estadounidense] debe comenzar a coordinar con México, Chile y otras importantes democracias latinoamericanas para prevenir que el Sr. Maduro alcance el poder a través de la matanza.
http://interamericansecuritywatch.com/nicolas-maduro-empuja-a-un-lado-la-democracia-en-venezuela/