Caracas, 10 de marzo de 2005

Excelentísimo
Dr. Ignacio Walker
Ministro de Relaciones Exteriores
República de Chile.-

Le escribo para hacerle notar el grave daño que sus declaraciones, dadas en Washington el 9 de marzo, han causado a Venezuela y a su propia nación.

Usted criticó a los Estados Unidos por tener “ideas simplistas” sobre la situación venezolana, ya que “no tienen en cuenta la verdadera complejidad del proceso”, y aseguró que “aislar y castigar” al régimen de Hugo Chávez “no funciona”. También propuso encontrar caminos de entendimiento “con Venezuela y no contra Venezuela”. Finalmente, afirmó que las relaciones del gobierno de Chile con el de Venezuela “han mejorado luego de la celebración del referendo revocatorio, donde el presidente venezolano fue legitimado por los ciudadanos de esa nación”.

La realidad es ésta: primero, Hugo Chávez está estrechamente vinculado al régimen de Fidel Castro y a la guerrilla colombiana, y está exportando el modelo cubano a toda la región; segundo, Chávez es culpable de delitos de lesa humanidad al propiciar la persecución y el asesinato de la disidencia pacífica; tercero, Chávez ha acabado con la democracia y ha instaurado en su lugar una dictadura con máscara constitucional; y cuarto, Chávez cometió un fraude masivo en el referendo revocatorio y, por tanto, desde el 15 de agosto del año pasado se convirtió en un usurpador. No se trata de una situación “compleja”, como usted afirma, sino de una realidad diáfana como el cristal, para aquel todo aquel que quiera constatarla.

La manera de enfrentar a un dictador asesino es denunciándolo frontalmente, y no encubriendo la realidad con declaraciones ambiguas. Si usted quiere “trabajar con Venezuela y no contra ella”, la forma de hacerlo es reconociendo que la inmensa mayoría de los venezolanos despidieron a Chávez de su cargo en el referendo revocatorio, pero que la voluntad popular fue desconocida y tergiversada por el oficialismo.

Llama la atención que usted proponga “caminos de entendimiento” justo cuando su gobierno busca el apoyo de Chávez para obtener la Secretaría General de la OEA. Tenga en cuenta que apuntalar a Chávez, aunque sea para satisfacer un interés coyuntural, significa condenar por décadas al pueblo venezolano a la esclavitud y a la miseria.

Me asombra que su gobierno quiera apoyar a Chávez, a sabiendas de que el régimen venezolano –dirigido por Fidel Castro– está fortaleciendo a la ultra izquierda chilena. Si usted cree que por propiciar a Chávez y por tener un gobierno socialista, Chile está a salvo de las garras del Foro de Sao Paulo, se equivoca; Fidel Castro y sus aliados no descansarán hasta dominar por completo a su nación. Usted debería saberlo, porque ya Castro lo intentó en una oportunidad, ocasionándoles graves traumas. ¿Será posible que le abran las puertas de nuevo?

Alejandro Peña Esclusa
Presidente de la Asociación Civil Fuerza Solidaria

Caracas – Venezuela – http://www.fuerzasolidaria.org/ – [email protected]