“Vivo con nervios y mucha incertidumbre”: venezolana testigo de erupción de volcán de La Palma

Pamella Gallipoli hace seis años que abandonó su Venezuela natal huyendo de la grave situación económica y social que se vivía en el país en busca de una vida mejor.

Logró instalarse en la isla española de La Palma, en el archipiélago canario, y aquí ha podido establecerse y formar una familia junto a su pareja y sus dos hijos.

Lo que ella nunca hubiese imaginado es que este paraíso terrenal, con buen tiempo todo el año y un paisaje de ensueño, se tornaría en una pesadilla para muchos palmeros. Y es que desde hace diez días, ella y su familia son parte de los más de 6.000 evacuados a consecuencia de la erupción del volcán del Parque Natural de Cumbre Vieja.

En una entrevista con la Voz de América, admite que está viviendo estos momentos “con muchos nervios” e “incertidumbre” por lo que pueda pasar a partir de ahora.

“Todavía no sé sabe qué es lo que va a pasar con el volcán porque desde que empezó la erupción a mí me evacuaron de casa. Y por ahora no puedo volver porque (mi casa) está en la zona de riesgo, estamos cerca de Todoque, que fue el pueblo por donde pasó la lava, y por prevención a los gases tóxicos y las cenizas no nos dejan estar ahí”, explica la joven de 31 años que trabaja en un hotel de la isla.

Un cambio radical

Su vida cambió repentinamente el pasado el 19 de setiembre alrededor de las tres y media de la tarde, hora canaria, cuando después de registrarse más de 25.000 terremotos en la última semana, el volcán sacó toda su furia con una enorme humareda de color negro y, poco después, empezó a expulsar lava y rocas.

“Escuché a mi vecina gritando: ‘Sal que ya explotó el volcán’. Cuando salgo de la casa, me pongo frente a ella con la montaña atrás, se ve el humo y el sonido que hace el volcán”, relató Gallipoli.

Las autoridades habían preparado a la población ante la posible erupción del volcán. No sabían exactamente cuándo iba a pasar y qué zona podría quedar afectada. Así que el plan de prevención funcionó exitosamente porque, hasta el momento, no se ha reportado ninguna víctima mortal.

“Ya sabíamos que en cualquier momento podría pasar. Pero ellos (los expertos vulcanólogos) no lo tenían claro por dónde iba a salir esa boca del volcán. Nos habían recomendado que preparásemos una maleta porque en las últimas semanas se habían sentido varios sismos fuertes”, explicó Gallipoli.

El plan preventivo fue un éxito

Ella lo tenía todo listo, pero no fue hasta la medianoche que una patrulla de la Guardia Civil española pasó por su casa instando a todos a abandonar inmediatamente los hogares porque esos domicilios se encontraban dentro del parámetro de riesgo por la erupción del volcán de Cumbre Vieja.

“Tuvimos que irnos a donde un amigo y después, al otro día, nos quedamos en casa de otro amigo. Y ahora estoy en casa de un primo que tiene un apartamento al lado de su casa, y aquí he estado junto a mi familia, dentro de lo que cabe, más cómodos”, dijo la mujer desde el apartamento que su primo, también venezolano.

El terreno por el que ha pasado la lava ha sepultado cientos de casas, comercios y escuelas. Sus hijos aún no han podido retomar las clases y no sabe cuándo podrán regresar al colegio ya que todos están a la expectativa, sobretodo después de saber que “la lava ya se ha llevado dos” centros educativos.

“Dentro de lo malo, me siento afortunada”

Ella, “dentro de lo malo”, se siente “afortunada” porque, por lo menos, puede seguir yendo a trabajar al hotel. “De momento ahora el turismo ha estado activo porque han venido muchos reporteros, fotógrafos, vulcanólogos… gracias a Dios he tenido mi trabajo estable”, dijo admitiendo que muchos días se ha tenido que llevar a sus hijos al hotel porque no tiene quién se pueda hacer cargo de ellos en las horas que se supone debían estar en clase.

¿Lo peor de todo? Insiste en que es la “incertidumbre” de no saber cuándo terminará esta pesadilla. Su casa parece que no corre peligro, pero no lo sabe con certeza ya que en cualquier momento podría abrirse una nueva boca en el volcán que afectara directamente su hogar. Pese a eso, siente el dolor que muchos de sus vecinos están sufriendo al perder su casa en cuestión de pocas horas.

“Lo estamos viviendo como un infierno, sobretodo esas personas que lo perdieron completamente todo y que se quedaron únicamente con lo que llevaban puesto”, lamenta.

¿Cuánto se prolongará la erupción?

Los expertos del Instituto Volcanológico de Canarias (INVOLCAN), encargados de monitorear la situación del Cumbre Vieja, señalan que la erupción podría durar entre 24 y 84 días. Ante esta previsión, muchos como Pamella, no les queda otra que resignarse y seguir.

“Yo sé que estoy en una isla volcánica. Yo decía: ¡Mi madre! Me voy de Venezuela por la inseguridad y la cosa y de repente se arma un bululú con el volcán y la cosa, y mira ahora cómo estamos”, decía.

Con información de VOA

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