El Departamento de Estado y la Agencia Internacional para el Desarrollo de Estados Unidos (USAID, por sus siglas en inglés) expusieron este lunes el presupuesto internacional del presidente Trump para el Año Fiscal 2021, que consta de casi 41.000 millones de dólares.
El presupuesto millonario busca proteger a los ciudadanos estadounidenses dentro y fuera del país, así como “promover la seguridad nacional y los intereses económicos de EE.UU.”.
La solicitud de presupuesto, indicaron los expertos, le permite a Estados Unidos apoyar el crecimiento económico y los valores democráticos en áreas como América Latina y el Caribe.
De todo el presupuesto se incluyen 19.600 millones de dóalres para la USAID “para que defienda los valores estadounidenses al promover la democracia, la gobernanza sensible a los ciudadanos y los derechos humanos”.
“El bienestar y la libertad de nuestra gente y países socios afecta directamente nuestros intereses económicos y de seguridad nacional”, dijo el coordinador de USAID, Mark Green, y añadió que por ello “la solicitud de presupuesto incluye más de 200 millones de dóalres para apoyar una transición democrática en Venezuela”, señala el documento publicado por el Departamento de Estado.
Con el monto se intenta abordar la crisis en Venezuela, pues tal solicitud incluye “democracia bilateral y asistencia sanitaria para los venezolanos”, al igual que “asistencia para los venezolanos que huyen de su país y para las comunidades que los acogen”.
La propuesta apoya también “una transición democrática” y las necesidades relacionadas en ese país “si las circunstancias lo ameritan”, a través de la Iniciativa Mérida en México y la Iniciativa de Seguridad Regional de América Central”.
El monto para América Latina apoya programas en Colombia “para expandir el acceso a la justicia, mejorar los servicios públicos y crear alternativas económicas al cultivo de coca”.
La solicitud también apoya programas que combaten el crimen y la violencia en el Caribe a través de la Iniciativa de Seguridad de la Cuenca del Caribe “y asiste al esfuerzo triple del gobierno de Perú para combatir el tráfico ilícito de drogas a través de programas de erradicación, interdicción y desarrollo alternativo”.
Continúan los programas de asistencia a la sociedad civil y la democracia en Cuba y Nicaragua, que persigue alentar “la democracia receptiva de los ciudadanos”.
Para control internacional de narcóticos y aplicación de la ley, en América Latina, con un monto de 452.9 millones de dólares, la asistencia está centrada en lo que EE.UU. considera “las amenazas específicas planteadas por los fuertes aumentos en el cultivo de coca en Colombia, las drogas sintéticas de origen mexicano que acaban con la vida de los ciudadanos estadounidenses, y el crimen y la violencia asociados que conducen a la inmigración ilegal a Estados Unidos, particularmente desde América Central”.
Según la valoración, se busca dar en la región para mejorar la seguridad de las fronteras y los puertos, fortalecer la capacidad de las fuerzas especializadas para así abordar el crimen y la violencia, a través de la Iniciativa de Seguridad de la Cuenca del Caribe.
El proyecto está trazado para “fortalecer y construir” las alianzas estadounidenses con sus socios internacionales y para “promover los valores democráticos y fortalecer la democracia e instituciones de todo el mundo”, dijeron los funcionarios del Departamento de Estado en la conferencia de prensa.
En referencia a América Latina, el informe señala que EE.UU. ha visto a “países que aplican de manera protectora, aplicando de manera proactiva su poder para ejercer influencia que socava los valores democráticos y las instituciones de todo el mundo”.
“Ampliaremos el alcance del Fondo de Desarrollo Global y Prosperidad de las Mujeres para contribuir al crecimiento económico y la estabilidad política, cuando a las mujeres les va bien, a los países les va bien, a las economías les va bien, a las comunidades les va bien y a las familias les va bien”, dijo Mark.
La inmigración es un tema que al que se refirieron los funcionarios, “USAID trabajará para contrarrestar los efectos de las crisis impulsadas por regímenes autoritarios. Estas crisis a menudo dan lugar a la migración forzada y a los refugiados”.
Para el financiamiento de asuntos militares está destinado un monto de 20 millones a Colombia.
Otro renglón en el que Haití y Venezuela reciben 22 millones de dólares y 5 millones de dólares, respectivamente es el de Salud Global.
El Fondo de Apoyo Económico también destina unos 19 millones de dólares para Latinoamérica y el Caribe, y otros 100 millones de dólares a otros países del Hemisferio Occidental.
Con información de Voa Noticia