El Carnaval de Barranquilla abre la puerta a niños migrantes venezolanos

Foto: EFE

Con un claro mensaje de inclusión y de rechazo a la xenofobia, 24 niños inmigrantes venezolanos participaron este domingo en el desfile del carnaval infantil que antecede a la gran fiesta de la ciudad colombiana de Barranquilla, donde bailaron ritmos tradicionales de su país.

El Carnaval de Barranquilla, considerado por la Unesco “Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad”, este año se celebrará del 22 al 25 de febrero en un festejo en el cual se reúnen expresiones emblemáticas de la memoria e identidad del pueblo barranquillero, del Caribe colombiano y del Río Grande de La Magdalena.

Los jóvenes venezolanos forman parte del grupo “Chamos a lo bien” y su presentación en el Carnaval de los Niños estuvo impulsada por el Secretariado de Pastoral Social de Cáritas en Barranquilla y la Oficina en Colombia del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).

El desfile estuvo lleno de colorido y creatividad, tanto en la gran variedad de disfraces como en las coreografías de los bailarines.

El objetivo era ratificar este espacio como uno desde cual se inicia la salvaguarda de la esencia del Carnaval de Barranquilla.

PRIMERA COMPARSA DE NIÑOS VENEZOLANOS

Esta es la primera vez en la historia del Carnaval de Barranquilla que participa una comparsa de niños de Venezuela, que actualmente viven con sus familias en la barriada El Ferry, un deprimido sector de la capital del departamento caribeño del Atlántico.

Darianne Estrada, una niña de doce años que llegó hace cinco meses a Barranquilla y es oriunda de Caracas, califica como reconfortante el apoyo que ha recibido de otros niños venezolanos que están viviendo en Barranquilla.

“En Venezuela nunca había salido a bailar a la calle y esta es la segunda vez que salgo en Barranquilla”, expresa a Efe con una amplia sonrisa.

Franye Alfonso Vila García, quien ha vividos dos de sus quince años en Barranquilla, a donde llegó con toda su familia huyendo de la crisis económica de Venezuela, agradeció a sus profesores del colegio por permitirle salir a desfilar en la comparsa.

Según la coordinadora psicosocial del proyecto de Pastoral Social, Katia Polo, esta es la segunda vez que los niños desfilan en Barranquilla, pues ya lo habían hecho el pasado 7 de diciembre durante el Festival de la Luz que se realizó en la ciudad como parte de la celebración de la Noche de Velitas.

COLOMBIANOS Y VENEZOLANOS SE UNEN PARA FESTEJAR

“En la arenosa venezolanos y colombianos se la gozan” es el lema que se busca transmitir este año en el Carnaval, explica a Efe Alba Marcellán, jefa de la oficina de la Acnur en Barranquilla.

“Lo más interesante es ver que los venezolanos quieren sumarse a contribuir a darle luz a lo que hace Venezuela en el Carnaval de Barranquilla”, agrega Marcellán.

Esto lo corrobora Mernis Gil Herrara, que es madre de Iriani Saraí una de los menores que forma parte del grupo de bailarines.

La mujer asegura que aunque quisiera regresar a Venezuela, “por el momento no se puede porque la situación está difícil”, pero es consciente de que mientras se celebre el Carnaval de Barranquilla tiene que disfrutarlo y hacer que su hija se sienta bien allí.

SOL, COLORES Y BAILES

Además de los niños venezolanos, salieron a desfilar centenares de jóvenes, entre ellos grupos de bailarines autistas o con síndrome de down, que con sus movimientos se ganaron el favor del público.

Bajo un inclemente sol y a un temperatura de 34 grados centígrados también mostraron su talento jóvenes en más de 200 comparsas, seis carrozas, tres bandas folclóricas y 45 grupos de bailes tradicionales ante la mirada atenta de miles de personas que vieron las coreografías desde ambos lados de la calle.

La mayoría de los chicos estuvieron acompañados por padres en un carnaval que tiene como propósito seguir cultivando la semilla de la gran fiesta de la ciudad en las nuevas generaciones, que en ningún momento cedieron ante el cansancio y el calor.

Con información de Eldiario.es

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