Julio 2,2019.- El artículo 43 de la Constitución venezolana deja claro que la integridad de los privados de libertad en Venezuela es responsabilidad del Estado. Sin embargo, este es uno de los tantos preceptos que el régimen de Nicolás Maduro viola constantemente. Siete presos políticos han muerto bajo la custodia de funcionarios de esta administración. El caso más reciente fue el del capitán de corbeta Rafael Acosta Arévalo.
Acosta Arévalo fue detenido el 21 de junio. Lo acusaron de conspirar e idear un plan para derrocar a Maduro. Una semana después, fue presentado en tribunales en silla de ruedas, con signos de tortura. Ante su condición, su juez ordenó el traslado del capitán al hospital militar. Allí falleció a la 1 de la madrugada.
VIRGILIO JIMÉNEZ
Virgilio Jiménez Urbina, de apenas 20 años de edad, murió como preso político el 5 de febrero de 2019. Se encontraba recluido en el Centro Penitenciario David Viloria, conocido como Uribana. Virgilio fue apresado al este de Barquisimeto, cuando protestaba en contra del régimen de Maduro. En su expediente colocaron que portaba bombas lacrimógenas y fue imputado por terrorismo. Nunca pudo defenderse en una audiencia preliminar.
NELSON MARTÍNEZ
El 12 de diciembre del año pasado falleció Nelson Martínez, exministro de Petróleos y expresidente de Pdvsa. Martínez fue acusado de corrupción y estuvo detenido en la sede de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) desde noviembre del 2017. Rafael Ramírez, personaje que ocupó los mismos cargos, denunció que Martínez padecía de una infección cardíaca que no fue tratada. Responsabilizó a la administración de Nicolás Maduro de la muerte de Martínez.
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