Workers organise humanitarian aid for Venezuela at a warehouse near the Tienditas cross-border bridge between Colombia and Venezuela in Cucuta, Colombia February 14, 2019. REUTERS/Edgard Garrido

Abril 16,2019.- En medio de las tinieblas que ocasiona el juego de distracción empleado por el régimen chavista, y del indudable logro que significa el ingreso de la ayuda humanitaria a Venezuela, algo ha quedado más que claro, y es que Nicolás Maduro y su grupito acepta que en el país existe una crisis humanitaria de grandes proporciones.

Este 16 de abril de 2019 no solo es un día histórico para aquellos que luchan en contra del madurismo y sus consecuencias, hay que ver más allá, hay que leer entre líneas, el movimiento de propaganda protagonista y politización que la dictadura se adjudica sobre este evento humanitario es una jugada que le costará caro en sus propósitos de mantenerse atrincherados en Miraflores, son como un niño a quien nadie le cree, el venezolano de a pie no es tonto, y menos, el mundo democrático.

La verdad es que, a través de los años, el equipo “rojo rojito” ha gastado sus municiones labiodentales en asegurar que Venezuela es un país próspero bajo su manto de sangre, que la gente se va a otras fronteras porque tiene dinero, que nadie muere de hambre, que los hospitales están súper preparados para atender cualquier mal, y que la abundancia es infinita, pero se equivocaron como siempre, este día significa la caída de una careta por completo, si es que todavía le quedaba rostro a dicha vergüenza.

Todos saben quiénes han luchado por este logro

Las voces se han alzado desde tiempos inmemorables, desde las calles se aprecia la realidad: gente comiendo de la basura, una escasez no solo de alimentos y medicamentos, lo cual conforma una situación insostenible, sino una falta de servicios tan básicos para vivir como la luz y el agua, factores que acompañan la inseguridad, la nefasta calidad de vida, y el escandaloso éxodo que ha separado familias… características que adornan cada palabra que constituye la frase “socialismo del siglo XXI“.

El venezolano exigió a sus pocos líderes, y a pesar de las dudas, poco a poco cumplieron.

Desde el pasado 23 de enero, la pelota fue tomada por el ciudadano, la irrupción de Juan Guaidó como cabeza visible de la transición hacia la libertad, dio una bocanada de aire fresco a las luchas pacíficas en el asfalto, con los días llegaron los logros y ahora los ojos del mundo se posan en la tierra de Simón Bolívar a la espera que, el oriundo de Vargas trascienda como aquel hombre que cumplió sus promesas en un país donde la palabra entre hombres se devaluó.

Para el recuerdo quedaron las palabras de Delcy Rodríguez: “No existe tal situación de crisis humanitaria en Venezuela“… hoy su banda de compinches no pudo ocultar el sol con un dedo, y sobre todo, no pudo con la presión de la realidad.

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