Agosto 13, 2018.- “El Colombia”, alias de Leiver Padilla, encabeza la lista de personas presuntamente implicadas en el homicidio  de Robert Serra, asesinado junto a María Herrera el pasado 1° de octubre de 2014. Días después, el presidente Nicolás Maduro anunció la captura de varios de los involucrados.

“El Colombia”, fue detenido en Cartagena de Indias en diciembre de 2014. El  mayo de 2015, el gobierno de Juan Manuel Santos hizo efectiva la extradición, según reseñó Telesur. En su defensa, el hombre aseguró a la emisora neogranadina “W Radio”, que huyó al vecino país por temor a ser asesinado y que había un “complot político” en Venezuela alrededor de este crimen.

Las mujeres

Días después del homicidio, un tribunal de control del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas decretó la detención judicial de Neira Palomino, su hermana Nadis Orozco Anaya y su nuera Yusmelys Meregote, por su presunta vinculación con el homicidio del diputado del Psuv y su asistente. Palomino es la pareja de “El Colombia”.

En una nota de prensa publicada en la página web del Tribunal Supremo de Justicia, se indica que el Ministerio Público imputó a Palomino y a Meregote los delitos de homicidio agravado en grado de complicidad no necesaria y asociación para delinquir; mientras a Orozco se le imputó asociación para delinquir y posesión ilegal de arma de fuego. En su casa, los funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) presuntamente encontraron las armas que sustrajeron de la casa de Robert Serra el día del crimen.

Sin embargo, Nadis no pudo ejercer su derecho a la defensa, pues el sábado 14 de enero de 2017 falleció a los 46 años de edad en el Hospital Militar de Caracas, luego de más de tres semanas de agonía, víctima supuestamente de seis edemas cerebrales. Tenía más de dos años detenida sin juicio.

Lo que no se supo

En ninguna reseña del caso aparece que una semana después del homicidio de Robert Serra y María Herrera, específicamente el 9 de octubre, funcionarios del Sebin detuvieron en su casa en Catia a Neitevi Palomino, la hermana menor de Nadis y Neira.

Una fuente allegada a la familia indicó que una comisión de inteligencia se presentó en su hogar alegando que tenían una orden de allanamiento. Para justificar la operación, presionaron a la mujer para que “colaborara”, o corría el riesgo de que le “sembraran” unas panelas de marihuana.

La fuente indicó que ese día se llevaron a Neitevi  para El Helicoide. Bajo condición de anonimato, aseguró que la torturaron con golpes, patadas y descargas eléctricas. Incluso, denuncian que fue víctima de abuso de tipo sexual, pues le pegaron corriente en la vagina y el ano. Querían averiguar dónde estaba su cuñado, “El Colombia”.

El 11 de octubre Victoria Anaya, madre de Neitevi, supo del estado de su hija tras esperar largas horas en El Helicoide junto a su nieto, un adolescente con discapacidad, hijo de Neira Palomino.

A la señora Anaya y al menor de edad también los retuvieron. “A ellos no los tocaron ni los presentaron en tribunales”, dice la fuente, pero los mantuvieron en una oficina en El Helicoide durante un mes. Nadis, la hermana fallecida, al ver que su madre y su sobrino no llegaban a la casa, fue hasta el Sebin, pero la dejaron detenida.

A Nadis y Neitevi las pasaron a la celda de mujeres. En ese momento, compartían el espacio con alrededor de 12 privadas de libertad.

Finalmente, el 26 de octubre de 2014 aprehenden a la pareja de El Colombia, Neira Palomino, junto a su nuera, Yusmelys Meregote, en Guarenas, estado Miranda. Dos semanas después, a mediados de noviembre de 2014, los efectivos del Sebin finalmente permiten que la señora Victoria Anaya y su nieto adolescente salieran en libertad.

Las hermanas

Neitevi, Neira y Nadis (hermanas por parte de madre) finalmente están juntas tras las rejas. Las acompaña Yusmelys.

Las compañeras de celda alertaban a los funcionarios que Yusmelys Meregote desde el principio presentó un cuadro de vómitos y mareos, por lo que accedieron a hacerle un examen. La joven estaba embarazada. Solo así dejaron de torturarla y la trasladaron al Instituto Nacional de Orientación Femenina (INOF) en Los Teques, donde tuvo un hijo varón.

A Neira Palomino la presentaron en el tribunal cinco días después de detenida, cuando la ley establece que esto debe hacerse en un período máximo de 48 horas. Estaban esperando que la inflamación en su ojo, producto de los golpes, bajara. Las fuentes aseguran que los funcionarios la patearon y le aplicaron descargas eléctricas tratando de indagar el paradero de su marido, que aseguró, desconocía.

Neitevi pensó que al llegar su hermana la soltarían, pero la retuvieron en El Helicoide por tres meses sin presentarla en el tribunal. “Ninguna de las hermanas tiene que ver con lo que haya hecho “El Colombia”, destacó el informante, quien indicó que “el Sebin fue hasta casa de Nadis Orozco en Catia para hacer un allanamiento pero nunca consiguen nada. Después que agarran a Neira Palomino, vuelven a ese lugar y dicen que ahora sí consiguieron las armas y armaron su película para involucrar a las mujeres”.

Las torturas

Informantes denuncian que desde su ingreso a la sede de la policía política fueron víctimas de distintos tipos de torturas físicas, psicológicas y hasta sexuales casi todas las noches. El paramédico de guardia, supuestamente, sólo se limitaba a preguntarles cómo se sentían.

La denuncia agrega que los funcionarios, entre risas, las golpeaban en el piso, en los pasillos y les lanzaban el agua del coleto con que hacían la limpieza. Durante semanas las mantuvieron atadas de la cintura a los pies. Querían información sobre “El Colombia” y del caso Serra, pero las mujeres alegaban que no sabían nada.

En vida, Nadis era quien cocinaba la mayor parte del tiempo y mantenía el orden en la celda, razón por la cual tenía algunas rencillas con otras mujeres.

En mayo de 2015 cuando Leiver Padilla, alias “El Colombia”, llega al Sebin extraditado desde el vecino país, las torturas se detienen.

El calvario de Nadis Orozco

Nadis Orozco, la mayor de las hermanas, empezó a presentar síntomas cuando las pasaron a la celda de mujeres: dolores de cabeza, bajas de tensión, mareos y desmayos. Su familia asegura que antes de su reclusión, siempre fue una mujer sana y trabajadora, ya que era el sostén de su hogar por ser madre soltera.

Los paramédicos del Sebin, según alega la fuente, se limitaban a tomarle la tensión. La defensa y la familia pidieron infructuosamente que la trasladaran a un centro asistencial. En una oportunidad, le hicieron una resonancia magnética en un centro privado, pero ni los resultados ni el tratamiento médico asignado se los hicieron llegar a sus parientes para poder comprárselo.

El estado de salud de Nadis se agudizó en noviembre de 2016 cuando empezó el sangramiento nasal. La trasladaron al Hospital Militar 23 de diciembre. Sus familiares la visitaban a diario pero los custodios no permitían que pernoctaran en el lugar. El 14 de enero de 2016, Nadis falleció, pero los parientes desconocen la causa real de la muerte, pues al no tener antecedentes ni síntomas de tumores cancerígenos, creen que los seis edemas cerebrales fueron producto de los graves traumatismos y descargas eléctricas que sufrió en la cabeza. No les permitieron realizarle una autopsia al cuerpo.

Los abogados Henry Zapata y Wilfredo Montero trataron de mediar una medida humanitaria y nunca le respondieron.

La denuncia

Los abogados defensores han ventilado las torturas en el tribunal. Pero la familia cree que por estar presuntamente implicadas en el crimen de un político, no las toman en cuenta.

Los funcionarios del Sebin niegan públicamente las torturas. Sin embargo, fuentes revelaron que la orden de darles este tipo de tratos vejatorios a las hermanas fue dada por los dos más altos funcionarios de la policía política. El brazo ejecutor sería alguien apodado como “Cabeza e’ Caja”, según le dijo un informante a Daniel Lara Farías en su programa de Radio Caracas Radio “Y Así nos Va” .

La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela declara que el Estado debe proteger los derechos humanos de sus ciudadanos. En el artículo 46 indica:

“Toda persona tiene derecho a que se respete su integridad física, psíquica y moral; en consecuencia: 1. Ninguna persona puede ser sometida a penas, torturas o tratos crueles, inhumanos o degradantes. Toda víctima de tortura o trato cruel, inhumano o degradante practicado o tolerado, por parte de agentes del Estado, tiene derecho a la rehabilitación”.

Según nuestra Carta Magna, “Las acciones para sancionar los delitos de lesa humanidad, violaciones graves a los derechos humanos y crímenes de guerra son imprescriptibles. Las violaciones de derechos humanos y los delitos de lesa humanidad serán investigados y juzgados por los tribunales ordinarios. Dichos delitos quedan excluidos de los beneficios que puedan conllevar impunidad, incluidos el indulto y la amnistía”.

https://elcooperante.com/el-calvario-de-nadis-orozco-la-cunada-de-el-colombia-que-murio-bajo-custodia-del-sebin/