Junio 24, 2018.- El reciente informe de la OPS y de la OMS detalla cómo se han incrementado la difteria, el sarampión y la malaria, enfermedades que se han estado registrando en países vecinos y cuyos casos son importados de Venezuela: es otra de las consecuencias del éxodo de venezolanos que, atribulados por la debacle social generada por el régimen madurista, huyen en búsqueda de una vida mejor. Varios de los casos registrados, por cierto, provienen directamente del estado Bolívar y son, por tanto, otra de las aristas de esta crisis sin precedentes en la historia nacional.
En 2018 se han incrementado en Venezuela enfermedades como el sarampión, la difteria y la malaria. Al mismo tiempo, ha aumentado la migración venezolana a países vecinos, lo que ha generado preocupación en el tema de salud pública.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) en su informe del 20 de junio, precisa que en 2017 emigraron más de 1.6 millones de venezolanos a Colombia, Brasil, Ecuador, Guyana, Perú y Trinidad y Tobago.
“La fragmentación del sistema de salud, combinada con la disminución de la capacidad del sistema de responder a las necesidades prioritarias, incluidas las funciones básicas de vigilancia epidemiológica y la generación de información de salud, ha afectado la prestación de servicios prioritarios de salud pública, especialmente en lo referente a la prevención y reducción del impacto de las enfermedades transmisibles, y a la reducción de la mortalidad materna y en menores de un año”, señala el informe.
El sistema de salud en Venezuela se ha visto perjudicado por la migración del personal de salud y la escasez de medicamentos y productos básicos, lo que ha afectado la capacidad de respuesta en situaciones de emergencia y brotes de enfermedades.
Más de 1.500 casos de sarampión en 2018
De acuerdo con la última actualización epidemiológica de la OPS, de 240 mil casos de malaria en 2016, la cifra aumentó a 406.289 en 2017, incremento vinculado principalmente con la migración de personas infectadas en las zonas mineras del estado Bolívar.
Desde julio de 2017 cuando se confirmó el primer caso de sarampión en la semana epidemiológica 22 (junio) de 2018, se han registrado 2.285 casos confirmados de sarampión en 21 de los 24 estados del país, de los cuales 1.558 están registrados en este año.
“Se han notificado casos importados de sarampión en Brasil, Colombia y Ecuador relacionados con la migración de Venezuela. Además, se ha informado sobre muertes (33 en total), en las comunidades indígenas del estado Delta Amacuro cerca de la frontera con Guyana”, añade la OPS.
Desde que se detectó el primer brote de difteria en la semana epidemiológica 26 de 2016 hasta la semana epidemiológica 16 de 2018, se confirmaron de 1.716 casos de difteria (324 en 2016, 1.040 en 2017 y 352 en 2018), con un total de 160 muertes (17 en 2016, 103 en 2017 y 40 en 2018). La tasa de letalidad acumulativa es de 14,7%.
Las cifras sobre VIH-sida no están actualizadas. Se señala que de 2010 a 2016 hubo un incremento de 25%, y con ello, “de acuerdo con el programa nacional contra la infección por el VIH-sida, 69.308 de los 79.467 pacientes con infección por el VIH registrados para recibir tratamiento antirretroviral no lo están recibiendo. 15 de los 25 medicamentos antirretrovirales que adquiere el gobierno han estado agotados por más de nueve meses”.
En cuanto a la tuberculosis, indica que se han registrado 10.185 casos, con una tasa de incidencia de 32,4 por cada 100 mil habitantes. Los reclusos (15,7%) y los pueblos indígenas (6,8%) son los más afectados.
La Federación Médica Venezolana calcula que unos 22 mil médicos se han ido del país, lo que representa un 33% de los 66.138 médicos que había en 2014.
“La migración de médicos ha afectado predominantemente a algunas especialidades específicas (neonatología, anestesiología, cuidados intensivos y atención de urgencias). De manera análoga, se calcula que unos 6 mil bioanalistas y técnicos de laboratorio han salido del país, y el Colegio Nacional de Profesionales de Enfermería de Venezuela actualmente estima que entre 3 mil y 5 mil enfermeros han salido el país”.
Países afectados
Entre enero y abril del 2018 se notificaron 7.043 casos de malaria en el estado de Roraima, Brasil, importados de Venezuela. Para 2017 la cifra fue de 2.576 casos.
“Actualmente se registra un brote de sarampión en curso, con 995 casos notificados (611 en el estado Amazonas y 384 en el estado de Roraima), 114 de ellos confirmados (30 en Amazonas y 84 en Roraima), incluidas dos muertes. En 2017 se confirmaron cinco casos de difteria en cuatro estados; de estos casos, uno fue un caso mortal importado de Venezuela. En 2018, Brasil ha notificado 11 casos presuntos de difteria entre las semanas epidemiológicas 1 y 20, aunque ninguno ha sido confirmado”, especifica el informe de la OPS.
En Colombia, hasta la semana epidemiológica 19 se habían notificado 26 casos importados de sarampión y cinco de difteria en personas de entre 3 y 27 años, tres de ellos venezolanos.
“Las autoridades de salud locales informan que, debido al aumento progresivo de la atención de salud prestada a la población de migrantes sin seguro de salud, los hospitales públicos ya han agotado sus suministros, por lo que algunos ya no pueden proporcionar algunos tratamientos, lo que causa dificultades de acceso a los servicios. En los departamentos de La Guajira y Arauca, las autoridades locales de salud han informado que aumentó la presencia de venezolanos que solicitan atención médica (infección por el VIH-sida, tuberculosis, embarazo)”.
Guyana notificó un aumento de malaria en la región Nº 1 (Barima-Waini) en 2017. En Ecuador, entre el 29 marzo y 12 de junio del 2018 se confirmaron 14 casos de sarampión. De estos, 75% se registraron en ciudadanos venezolanos.
En Trinidad y Tobago no se detectó ningún signo de sarampión ni de difteria en los últimos años, aunque también ha recibido migrantes venezolanos; sin embargo, el Ministerio de Salud notificó un aumento en el número de casos de malaria importados de Venezuela. Hasta el 20 de abril de 2018 se habían confirmado 12 casos de malaria importados: nueve de Venezuela, dos de Guyana y uno de Ghana.
Respuesta de la Oficina Sanitaria Panamericana
De acuerdo con el informe, la Oficina Sanitaria Panamericana ha intensificado sus actividades de cooperación técnica con el Ministerio de Salud para mejorar la gestión de los sistemas de salud, la prevención y el control de las enfermedades transmisibles y no transmisibles, el manejo de situaciones de emergencia, y para adquirir medicamentos, vacunas, reactivos de laboratorio y otros suministros para los programas de salud mediante el Fondo Rotatorio Regional para Suministros Estratégicos de Salud Pública y el Fondo Rotatorio para la Compra de Vacunas de la OPS.
“La oficina está brindando apoyo al Ministerio de Salud en la ejecución del plan nacional de respuesta rápida para interrumpir los brotes de sarampión y difteria. El plan tiene como finalidad interrumpir la transmisión de estas enfermedades e incluye la vacunación masiva universal de niños entre 6 meses y 14 años”.
Indicó que en 2017 se adquirieron 1,15 millones de vacunas pentavalente que ya están en el país; ocho millones de dosis de la vacuna DT para la campaña de vacunación (cuatro millones ya están en el país y otros cuatro millones están por entregarse); mil viales de la antitoxina diftérica; y tres millones de dosis de la vacuna contra el sarampión, la parotiditis y la rubéola (MMR), y contra el sarampión y la rubéola.
También aseveró que ha apoyado la compra de medicamentos antimaláricos y pruebas de diagnóstico rápido.
En el 2017 se adquirieron 130 mil tratamientos contra el paludismo vivax, 800 contra el de tipo falciparum, 300 tratamientos para casos graves de malaria y 300 mil pruebas de diagnóstico rápido. En el 2018, 52 kits para tratar los casos graves de malaria y 25 kits para tratar casos no graves y más de 20 mil pruebas de diagnóstico rápido.
Recomendaciones
Entre las recomendaciones que hace a Venezuela, a cuyo gobierno quien insta a ejecutar un plan de acción para frenar la malaria, el sarampión y la difteria, están:
– Ejecutar medidas urgentes para racionalizar y movilizar los recursos existentes para asegurar la funcionalidad de los servicios hospitalarios sobre una base prioritaria y abordar las brechas en la atención primaria de salud para responder a los retos inmediatos. Esto puede requerir planes de contingencia, intervenciones para garantizar la retención de la fuerza laboral existente, medidas de corto plazo para abordar las brechas de los recursos humanos, y disponibilidad de medicamento esencial y suministros.
– Mejorar las funciones esenciales de salud pública, incluida la vigilancia y la disponibilidad de información de salud dentro del contexto del Reglamento Sanitario Internacional.
– Acelerar los esfuerzos para mejorar la integración de los servicios de salud dentro del sistema de salud sobre la base de la atención primaria de salud, a fin de abordar la fragmentación y segmentación actuales. Esto será fundamental para mejorar la eficiencia y fortalecer la resiliencia.
Al resto de los países recomienda, entre otros puntos, invertir en la cobertura general de vacunación y priorizarla a fin de alcanzar al menos 95% en todas las municipalidades y comunidades, y de enfrentar los brotes de enfermedades prevenibles por vacunación; así como ampliar a mayor escala las actividades para la eliminación de la malaria en todos los países afectados.
Aunque la OPS admite la crisis sanitaria en Venezuela, su informe suaviza la realidad al hablar de las acciones en conjunto con el Gobierno y que en la práctica no ha reflejado resultados positivos, prueba de ello la agudización del sistema de salud y el repunte de enfermedades endémicas.
