Abril 24, 2018.- Autoridades del Instituto de Salud Pública intentaron disuadir a los médicos y enfermeras del Hospital Dr. Raúl Leoni para que cesaran la protesta que se desarrollaba en paralelo con la visita presidencial, mientras cuerpos de seguridad amedrentaban tomándoles fotos y videos. De un lado, la mentira dictatorial, que trata siempre de tapar la realidad con mascaradas mediáticas. Del otro, el verdadero país. El que agoniza. El que se desmorona en una crisis humanitaria cuyo único responsable es el Estado venezolano.
Mientras se esperaba la llegada del presidente Nicolás Maduro para su arranque de campaña en San Félix, y las autoridades municipales cuidaban cada detalle para simular una Ciudad Guayana en normalidad, médicos y enfermeras del Hospital Dr. Raúl Leoni salieron a la calle a protestar por la crisis de este centro de salud pública, cuya área pediátrica, el Menca de Leoni, cumplió este lunes 15 días de cierre por contaminación.
Una comisión del Instituto de Salud Pública (ISP), junto con funcionarios de la Guardia Nacional y el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), intentaron disuadir la manifestación; unos con el diálogo, otros con amedrentamiento.
“Llegó una comisión del Instituto de Salud Pública, y a pesar de que era una protesta pequeña, ellos mismos se encargaron de que sonara, porque llegó Sebin y la Guardia, y no se retiraron hasta que nosotros nos fuimos, estuvieron todo el tiempo amedrentando, tomando fotos, filmándonos, e incluso querían anotar a las personas en una lista”, denunciaron galenos del centro asistencial.
En rueda de prensa, previa al acto de campaña en San Félix, Maduro fue interrogado precisamente por la crisis hospitalaria y el caso del Centro Pediátrico Menca de Leoni. El presidente no se atribuyó ninguna responsabilidad por la falta de insumos y medicinas que se generaliza en todo el país.
No solo no reconoció la crisis humanitaria, sino que por el contrario, afirmó que “la salud ha sido prioridad en revolución”. Se escudó en haber traído el tratamiento para la malaria, en un estado donde persisten las denuncias por falta de tratamiento y cuyo único reporte oficial fue el que dio el ministro Luis López, sobre los casi 400 mil casos de paludismo en 2017 y los 175 mil en lo que va de año, sin precisar cantidad de fallecidos.
A su vez, Maduro aseguró que con el gobernador Justo Noguera activaría un plan para atender la crisis hospitalaria.
“No me voy hoy del estado Bolívar sin dejar los recursos aprobados y dejar el camino listo para su reactivación”, aseveró Maduro.
Sin embargo, es de recordar que no se trata de un tema nuevo: médicos, enfermeras y los mismos pacientes han denunciado la crisis del sector salud que cada año se agudiza aún más. El cierre del pediátrico Menca de Leoni fue catalogado como una crónica de una muerte anunciada, pues desde hace meses se había advertido sobre la contaminación por aguas negras, daños de infraestructura y baños sin funcionar por una obra inconclusa de la Gobernación.
Actualmente no reciben ningún ingreso, ni por consulta ni por emergencia. Solo atienden a unos pocos pacientes crónicos que quedaron hospitalizados antes del cierre.
