Octubre 07, 2016.-Buenas nuevas. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) anunció que ha superado la crisis financiera que los amenazaba desde el mes de mayo, lo cual limitaba su capacidad para cumplir con sus funciones básicas.
Mediante un comunicado, el presidente de la comisión, James Cavallaro, indicó que “esto fue posible gracias al esfuerzo financiero especial que realizaron países miembros y otros donantes para ayudar a resolver la urgencia”.
La CIDH agradeció los esfuerzos realizados por los países: Argentina, que realizó un aporte de 400 mil dólares; Chile, 80 mil dólares; Panamá, 150 mil dólares; Colombia, 100 mil dólares; México 50 mil dólares; Perú, 55 mil dólares; Uruguay, 24 mil dólares y Antigua y Barbuda 1.800 dólares.
También valoraron los aportes de la Comisión Europea, Dinamarca, España, Suecia, Suiza, Fundación Arcus, Cammina, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), y las universidades de Notre Dame y Stanford. A esto se suma además promesas de aportes financieros de Canadá y Estados Unidos.
“El anuncio de la crisis generó una movilización de recursos con una rapidez que no es usual para los tiempos que necesita la cooperación internacional. Esto demuestra que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos cuenta con una legitimidad institucional extraordinaria entre países miembros y otros donantes internacionales, tanto Estados como organizaciones internacionales y regionales”, agregó Cavallaro.
Por su parte, el secretario ejecutivo de la CIDH, Paulo Abrão, afirmó que los aportes les permitieron resolver los dos riesgos inminentes: no realizar un período ordinario de sesiones, y perder una parte importante de su capacidad para cumplir con sus funciones debido a la pérdida de casi la mitad del personal.
“Ambos temas están hoy resueltos, por lo cual podemos decir que la crisis puntual de 2016 se superó. Esto no quiere decir que se haya resuelto el grave problema estructural de un financiamiento que es deficiente, que sigue requiriendo una acción decidida por parte de los Estados”, explicó.
Cabe destacar que el Estado venezolano no se ha pronunciado ante la crisis financiera por la que atravesó la CIDH y solo se han dedicado a mal poner ante los ojos del mundo a esta organización internacional, tildándola de injerencista y de obedecer a los intereses de los Estados Unidos.
La conducta del gobierno de Maduro representa otro retroceso en sus políticas a favor de los derechos fundamentales, ya que está en juego la protección de los derechos de los habitantes de Venezuela. (Con información de Comunicado CIDH)
