Septiembre 21, 2016.-El auditorio se puso de pie y aplaudió el anuncio de los 25 millones de dólares que el Ejecutivo entregaría a la Policía Nacional Bolivariana (PNB). La cámara enfocó a los egresados de la Universidad Nacional Experimental de la Seguridad (Unes). Su rostro sonriente denotaba felicidad y agradecimiento.
Mientras el presidente Nicolás Maduro aprobaba y firmaba el documento del proyecto, la cámara enfocó el papel y salió a relucir la perla: las armas marca Strike One serán importadas con dólar protegido que se utiliza para traer quimioterapias, insulina y anticonvulsivos; con la misma tasa preferencial del trigo, la carne y la leche.
“¡Gracias a Dios la Patria tiene sus dólares bien cuidados, a pesar de la caída de los precios del petróleo!”, exclamó Maduro en el acto de graduación del 7 de septiembre. En este escenario, también anunció que la PNB recibirá 25 millones de dólares y reestructuración; y además del aumento de salario a los funcionarios, presentó los nuevos uniformes de este cuerpo policial.
Según el Convenio Cambiario 35, el tipo de cambio Divisas Protegidas (Dipro) se aplica para “el pago de las importaciones de los bienes determinados en el listado de rubros pertenecientes a los sectores de alimentos y salud y de las materias primas e insumos asociados a la producción de estos sectores”. Este dólar se cotiza a 10 bolívares.
De acuerdo con Maduro, estos 25 millones de dólares que entregó a la PNB serán usados para la compra de armas, chalecos antibalas y patrullas. En el documento -firmado en cámara- se lee que el 86% de esta cantidad ($ 21.525.000) será invertido en 12.300 pistolas marca Strike One, con sus accesorios.
El precio estipulado para cada arma es de 1.750 dólares, el cual incluye además de la pistola cuatro cargadores con 17 balas, caja con cerradura, herramientas para mantenimiento y una funda.
Una revisión por páginas de armerías en el exterior se desprende que la marca Strike One oscila entre 600 y 900 dólares; es decir, el presupuesto tiene un sobreprecio de al menos 850 dólares.
Pese a que la mayor parte del dinero otorgado por el Ejecutivo para la PNB será usada para las armas, esta suma es insuficiente. 53% de los funcionarios activos se quedarán sin el nuevo “juguete”.
Actualmente, el país cuenta con al menos 26.376 uniformados, solo si se suman los 25.231 uniformados que había en 2015, según la memoria y cuenta, y la cifra de egresados de la Unes ese 7 de septiembre (1.145). Al desconocer la cantidad de discentes que se graduaron este año, se presume que los de agentes de la PNB son muchos más.
Para que cada uno de los 26.376 efectivos tenga su arma asignada se debería invertir 46.158.000 bolívares. “El deber ser es que cada funcionario tenga su arma asignada; pero en Venezuela, un cuerpo policial que tenga 100 hombres, tiene 60 armas, porque no todos están operativos al mismo tiempo. Una misma pistola puede ser usada hasta por tres efectivos”, señaló un exfuncionario con 20 años de experiencia policial.
Una vez descontado el monto para el arsenal, quedan 3.475.000 de dólares. Si se usara toda esa cantidad para adquirir chalecos antibala, se podrían equipar solo a 8.688 funcionarios (aproximadamente). En cambio, si este dinero fuese destinado solo a la compra de vehículos tipo Toyota Land Cruiser se podrían adquirir 75 patrullas, es decir 3 unidades para cada estado.
Venezuela es un país donde un Gobierno aplicó 20 planes de seguridad ciudadana y su sucesor implementó otros nueve sin éxito visible en la tasa de homicidios, uno de los indicadores más palpables para medir la violencia de una nación. De 2.817 homicidios en 1998, antes de la llegada del presidente Hugo Chávez; el mismo indicador subió a 17.778 para 2015, con Nicolás Maduro en la cabeza del poder Ejecutivo.
Es el país en el que las cifras de asesinatos se ocultan y discrepan de los datos de las asociaciones civiles, en el que todos los días un funcionario policial es detenido por estar involucrado en delitos y en el que estos son blancos fáciles para los delincuentes (hasta junio habían sido asesinados 51 militares, 142 policías y 15 escoltas, según Fundepro).
Pese a todos estos factores, la inversión en materia de seguridad ciudadana en Venezuela es “ridícula”.
Así calificó Mercedes de Freitas, directora ejecutiva de Transparencia Venezuela, al presupuesto asignado en esta materia. “Si con estos datos el Estado no es capaz de dar suficiente dinero a la seguridad ciudadana y reducir el gasto en defensa, no sé qué cosa podría hacerlo cambiar. El Estado prefiere mantener al cuerpo de las armas del país en mejores condiciones y estar más tranquilo con ese sector, que trabajar intensamente en la seguridad”, dijo.
Explicó que países cuya tasa de homicidios es igual a una muerte al año son precisamente aquellos en los que hay mayor inversión en temas de seguridad. “Esos 25 millones de dólares es una cantidad ridícula. No son suficientes ni de lejos. Nosotros necesitamos. inversión en tecnología, profesionalización y sistemas de seguridad. No podemos tener policías bachilleres, que lleguen a esos cargos porque no tienen más que hacer. Necesitamos que ellos tengan una buena remuneración y calidad de vida, que para un joven sea un beneficio ser policía”, recomendó la especialista.
Armas nuevas de la PNB se importan con dólar preferencial de comida y medicinas
