Septiembre 20, 2016.- La hermana de Braulio Jatar asegura que a su hermano le “sembraron” 20 mil dólares para cobrarle la difusión de videos del cacerolazo a Maduro

Ana Julia Jatar, se define como venezolana ante todo, es Editora en Jefe de Mas Media Boston, amante de la Libertad con mayúscula en su país Venezuela, en su hogar y en el mundo. Esposa del empresario economista  venezolano Ricardo Hausmann.  Hermana de Braulio Jatar detenido arbitrariamente por postear en su periódico digital, Reporte Confidencial, el cacerolazo a Nicolás Maduro en  Villa Rosa, Margarita, el 3 de septiembre.

–¿Por qué Ricardo y usted viven en Boston?

–Nosotros estamos en Boston no porque quisimos sino porque fuimos, prácticamente, unos exilados después del gobierno de Carlos Andrés Pérez. A nosotros nos caceroleaban, había esa sensación revolucionaria, que el golpe de Estado de Chávez había sido algo bueno, que el gobierno de Carlos Andrés Pérez era el causante de todos los males del país y, por tanto, todos los que trabajamos en ese gobierno nos tenían que cacerolear, no éramos bienvenidos en ninguna parte y por eso lo nuestro fue como un auto exilio porque éramos como personas no deseadas en nuestra patria luego de haberle dado dos años de absoluta dedicación a un gobierno que estaba tratando de recuperar la  economía, muchos proyectos sociales, pero la sociedad no lo entendió así y Ricardo y yo dijimos que nos íbamos unos añitos y regresábamos cuando las cosas se aclararan un poco y la sociedad entendiera lo que había pasado,  pero lo que pasó fue que después de Caldera vino Chávez y esto ha sido una eterna angustia.

–¿Qué ha significado en su vida el encarcelamiento de su hermano Braulio Jatar?

El encarcelamiento de Braulio para mí desde el punto de vista personal ha sido muy importante, como mujer, como hija de político, como nieta de Cruz Alonso, cubano puesto preso por Batista y luego perseguido por Fidel Casto. Mi padre salió por Pérez Jiménez, una dictadura de derecha, y ahora nos toca otra vez  esta persecución y el encarcelamiento de un hermano, Braulio, y así serían tres generaciones en esto: mi abuelo, mi padre y mi hermano.

–¿Qué reflexiones tiene al respecto?

–Esto lo hace a uno reflexionar mucho sobre cuáles han sido los avances de la democracia en América Latina, porque cuando cayó Pérez Jiménez mi padre estaba convencido de que estas cosas no iban a volver a pasar: desaparecer a una persona, hacer sufrir a la familia, que te interceptara la policía política como le hicieron a mi hermano Braulio en Margarita el día 3 de septiembre.

–¿Cómo ha sido su día a día desde que apresaron a Braulio y luego lo mandaron a la Cárcel 26 de julio ?

–Paso las 24 horas del día pensando que siquiera tuviéramos la certeza de dónde va a estar porque lo hicieron preso en Margarita sin orden de detención, luego lo trasladaron a la Cárcel 26 de Julio.  Pero no parece una casualidad que lo hayan trasladado a esa cárcel que tiene por nombre 26 de julio que fue el día de la toma del Cuartel Moncada por Fidel Castro en 1953. Mi abuelo fue perseguido por Fidel Castro, aunque ayudó a la revolución cubana, ahora resulta que mi hermano está preso en Venezuela, incomunicado, aislado, con el pelo al rape, con un uniforme en una cárcel que se llama 26 de julio. Esto si no es una ironía de la vida, una pesadilla kafkiana, no sé lo qué es, pero es algo que me retumba en la cabeza.

–¿Qué saben de esa cárcel?

–La Cárcel 26 de Julio, en Guárico, es el símbolo de la influencia en la represión en Venezuela que ha tenido el gobierno cubano, es el símbolo más patente y más patético. Esa cárcel tiene un sistema que no pasa el examen de ningún acuerdo internacional de derechos de defensa de los prisioneros, cuando llegas te rapan el pelo, te ponen uniforme, te aíslan 30 días, no permiten que los familiares te visiten. La única razón por la que sabemos que Braulio está ahí es por una breve llamada que tuvo con su esposa. Al abogado no lo dejaron entrar aunque era día de visitas de abogados, le mandamos pasta dental, cepillo de dientes, una toalla que nos la devolvieron porque no era blanca. Todas estas cosas son torturas, esto no es una cárcel es un centro de torturas.

–¿De qué acusan a Braulio Jatar?

–Mi hermano no está acusado de nada, está en detención preventiva, no ha habido orden de detención, lo interceptó el Sebin llegando a su programa de radio a las 9 de la mañana y le plantaron 20.000 dólares en un maletín para ahora decir que iba a financiar acciones terroristas. El modus operandi típico de este gobierno porque así hicieron con Yon Goicoechea de Voluntad  Popular, pero a él le plantaron explosivos. Es el modus operandi de los tiempos más oscuros de la represión en América Latina. 40 años después en Venezuela se ha retrocedido y se están llevando aquellas cosas por las que mi padre luchó, mi abuelo; por lo que lucharon los chilenos contra Pinochet, los argentinos, los brasileros y lo que pasa es que como esta es una dictadura de izquierda ha sido mucho más difícil convencer a los demócratas de centro izquierda de América latina que un gobierno como el de Nicolás Maduro es capaz de hacer estas cosas.

–¿Siente que los países de América Latina se han dado cuenta de que estamos en una dictadura?

–Están comenzando a darse cuenta, en mis conversaciones con Almagro me dice que los países de la OEA han dado un cambio bastante importante porque ya es prácticamente injustificable desde el punto de vista de todos los principios democráticos lo que está pasando en Venezuela. Hay una gran preocupación en la gran mayoría de los países de América Latina por la escalada de represión del gobierno de Nicolás Maduro, las detenciones arbitrarias han ido aumentando, los presos políticos, según el Foro Penal, son 85 y ha habido más de 2000 detenciones desde mayo  para acá.

–Su hermano tiene doble nacionalidad, también es chileno ¿Se ha puesto en contacto con representantes del gobierno chileno?

–Conversando con el embajador de Chile en Caracas, independientemente de las acusaciones que le hagan al detenido y en este caso a mi hermano, hay que garantizar el debido proceso y el respeto a sus derechos humanos, que las detenciones sean con una orden judicial y si lo van a trasladar de una cárcel a otra tiene que ser con la autorización de un juez y si está en una cárcel tienen que garantizarle sus más fundamentales derechos como son  la comunicación con sus abogados y su familia, y ninguna de esas cosas se le han garantizado a mi hermano Braulio, contrariamente, se le han violado como se le han violado a muchos otros prisioneros políticos en Venezuela.

–¿Qué hizo Braulio para que lo detuvieran?

–Postear en su periódico digital, Reporte Confidencial, el tremendo cacerolazo que le dieron a Nicolás Maduro en Villa Rosa, ese es su crimen. Maduro no se esperaba ese cacerolazo. Villa Rosa siempre ha sido un barrio muy populoso, popular y muy chavista, en donde ganó Maduro, pero la gente lo caceroleó, lo persiguió porque estamos viviendo una crisis humanitaria, la gente está harta.

–¿Su hermano Braulio Jatar está metido en la política?

–Llevamos la política en la sangre, Braulio simpatizó con el chavismo durante varios años, eso no se lo perdonan, porque se salió cuando Chávez decidió reformar la Constitución para la reelección indefinida y como abogado públicamente dijo que se retiraba porque ese era un proyecto para eternizarse en el poder. No se lo perdonan. Braulio es abogado, tiene un medio de comunicación y tiene un colegio en Margarita. Como medio de comunicación él ha asumido una actitud política porque en Venezuela tienes que definirte  en temas de corrupción, de abusos a la libertad, a la libertad de expresión. Braulio y yo somos los políticos de los 5 hermanos y  hemos luchado siempre  es por una sociedad que sea justa y que sea libre.

–“Los presos políticos no esperan nada de la justicia, solo se concentran en sobrevivir  para salir de ahí cuando nosotros los saquemos” .Esta es una frase que saqué de un artículo tuyo en El Nacional.

–Yo he tenido presos políticos en mi casa, les conozco  sus pesadillas, sus cicatrices psicológicas, sé que esta es una dictadura del siglo XXI, las que se llaman dictaduras blancas porque tratan de no dejar huellas físicas visibles. Yo he aprendido de los presos de que primero pasas por una fase donde no te convences que estás preso, luego tienes que aceptar que estás preso, luego asumes el próximo objetivo que es sobrevivir el maltrato, el aislamiento, la mala nutrición, la vejación,  la falta de comunicación, las enfermedades, la falta de vitamina D, los golpes con colchonetas para esperar que los de afuera te liberen, porque  los presos políticos no van a salir por otra razón que no sea política.

–¿Ha tenido comunicación con otros países?

–He hablado con la prensa chilena y la brasilera que me han dicho que el caso de Braulio ha tenido una resonancia internacional por tener doble nacionalidad y les dije que si el sufrimiento de mi hermano y el de la familia sirve para que gobiernos de izquierda de América Latina o de centro izquierda o social democracias,  para que tomen nota del retroceso que han tenido los Derechos humanos en este gobierno, bien valdrá ese sufrimiento porque la indolencia, falta de comprensión de parte de otros países de lo que  ha sufrido Venezuela es una tragedia.

–¿Cómo se podría solucionar la situación que sufre Venezuela en estos momentos?

–Dije en una charla que el pueblo venezolano es intrínsecamente demócrata y lo ha demostrado durante 18 años, lo que pasa es que es un pueblo secuestrado por un gobierno totalitario y lo único que estamos pidiendo ahora, a pesar de todos los abusos y violaciones a nuestros derechos y a nuestra libertad, es un Referéndum Revocatorio al presidente Maduro contemplado en la Constitución venezolana. A pesar de que estamos en medio de una crisis humanitaria, de comida, de medicinas, a pesar de que los recién nacidos se están muriendo, Venezuela lo único que pide es una salida constitucional.

–¿Se dará el Referéndum?

–Aspiro a que se dé porque todavía estamos a tiempo y es lo único que tenemos para salir de esto de una manera pacífica. Hay quienes piensan que no,  que la manera pacífica es esperar al año  que viene, un gobierno de transición, etc., pero yo creo que la manera clara y diáfana  es el revocatorio este año sobre todo porque tenemos una olla de presión social y si esta tragedia continúa como pareciera que va a continuar porque el Gobierno no está tomando ni una sola medida para cambiar el rumbo  económico, esta olla va a explotar y se va a llevar por delante al Gobierno y a los líderes de la oposición porque hay que darle canal democrático inmediato a esta situación porque si no  cualquier cosa puede pasar.

–¿Cómo siente la situación de Braulio en este momento?

–Con gran dolor, preocupación y rabia. Porque todos los venezolanos tenemos un plano  negro sobre nuestras cabezas  que es el dolor del país, pero cada uno tiene un dolor particular porque tienes un muerto, un enfermo, un preso. Nosotros tenemos el dolor de Braulio preso, es una mezcla de dolor, rabia, incertidumbre. Mi hermano es un preso político y lleva toda la incertidumbre de  un preso político que no tiene que ver con la ley, pero todo va a depender de cuál es la línea política de quien lo mandó a poner preso y de cuál es la intención de ponerlo preso y por cuánto tiempo.

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