Abril 17, 2016.-La Comisión de Derechos Humanos de la Universidad Católica Andrés Bello, Laboratorio de Paz y Provea unieron fuerzas para emprender una campaña “Soy civil, no militar”.
“Lo contrario al militarismo no es el pacifismo o el antimilitarismo, es el civismo”, dijo Lexys Rendón de Laboratorio de Paz, la primera en hablar. Durante su intervención puntualizó que no pueden existir fuerzas armadas que se ubiquen en el espectro político de derecha o izquierda, puesto que su principal deber es apegarse a la Constitución de Venezuela y no a un partido. “Cuando creo que las FFAA trabajan para mi posición política, estoy contribuyendo a una cultura antidemocrática y violatoria de los derechos“.
Rafael Uzcátegui, coordinador general de Provea, mostró las cifras de gasto militar en el país en los últimos años. Venezuela es el único país latinoamericano en el top 20 de los que más gastaron en armamento entre 1999 y 2015, en el puesto 18, gastando 5.620 millones de dólares, según el conteo del Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigación de la Paz (Sipri). Los principales países a los que se les compró armas fueron Rusia (4.005 millones de dólares), China (597 millones de dólares) y España (290 millones de dólares)
En esos años se gastaron 2.201. millones de dólares en aviones de guerra, 927 millones de dólares en misiles y 810 millones de dólares en defensa antiaérea, lo que para Uzcátegui es inconcebible, considerando que el país no está en guerra.
Uzcátegui señaló que, a pesar de que el Ejecutivo suele decir que Colombia y Chile son los verdaderos países con tradición armamentista en la región, ambos gastaron menos que Venezuela: Chile gastó 4.879 millones de dólares y Colombia, 2.555 millones de dólares, meno de la mitad que nuestro país.
En el 2016 el presupuesto al Ministerio de Defensa se le asignaron Bs 85.377.082.544. La cartera ocupó el cuarto lugar en el presupuesto, y recibió 193 veces más dinero que la Defensoría del Pueblo. Con eso se podrían haber construido 112.400 apartamentos de la Gran Misión Vivienda Venezuela, 56 hospitales de 220 camas cada uno y 4.257 liceos, de acuerdo a los valores que el mismo gobierno le ha asignado. “El militarismo es costoso, y mucho“, reafirmó Uzcátegui.
Rodolfo Montes de Oca, de Laboratorio de Paz habló de la llamada “unión cívico militar” y cómo se ha ido desarrollando a través del tiempo, enumerando los hitos políticos donde el mismo se ha registrado: la participación de civiles en el intento de golpe de Estado el 7 de abril de 1928, la invasión de Falke, el ataque de Coro, la Revolución de octubre (1945), el 23 de enero de 1958, el Carupanazo, el Porteñazo y el Guairazo (los tres de la lucha guerrillera de los sesenta) y el 27 de febrero de 1992.
“Las Fuerzas Armadas Nacionales forman una institución apolítica, obediente y no deliberante, organizado por el Estado para asegurar la defensa nacional, la estabilidad de las instituciones democráticas y el respeto a la Constitución y a las leyes, cuyo acatamiento estará siempre por encima de cualquier otra obligación. Las Fuerzas Armadas Nacionales estarán al servicio de la República, y en ningún caso al de una persona o parcialidad política”, reza el artículo 132 de la Constitución de 1961, que Montes de Oca usó de referencia para señalar que el que los militares de la actualidad estén tomando posición como institución frente a posturas políticas, está mal.
También puntualizó que un ejemplo del militarismo del que ha sido víctima Venezuela se puede demostrar en el Panteón Nacional: hay poco más de 30 civiles allí enterrados, mientras que los militares son 153. “Hemos sido civiles subordinados al ejército“.
Registro Militar Obligatorio
Rafael Uzcátegui señaló que en Venezuela, como la mayoría de los países de latinoamérica, la inscripción o el servicio militar es obligatorio. Mientras que Rendón adelantó que las organizaciones empezarán una campaña -y recolección de firmas- para solicitar que el Tribunal Supremo de Justicia lo declare inconstitucional. “El ámbito civil es el que dirige la sociedad”, señaló.
Marianna Romero, de la Comisión de Derechos Humanos de la Ucab, habló de que el hecho de que el registro militar sea obligatorio es una violación a los derechos humanos de los venezolanos. “Viola el libre desenvolvimiento de la personalidad, el derecho a la asociación, la libertad de conciencia y pensamiento, la alternabilidad entre el servicio civil y el servicio militar, la libertad informativa, los límites a la proporcionalidad, el principio de legalidad y el acceso a la información”.
Habló del derecho a la objeción de conciencia, que está estipulado en el artículo 18 de la Declaración Universal de Derechos Humanos y el artículo 61 de la Constitución del país. Asimismo, la libertad de asociación está resguardado por el artículo 20 de la Declaración y el 52 de la Constitución.
“Los jóvenes tenemos que luchar contra estos, porque somos los más afectados”, dijo, hablando de que para inscribirse en una universidad, empezar un trabajo o sacar la primera licencia de conducir, se necesita solamente el carnet de inscripción.
Venezuela gastó 5.620 millones de dólares en armas durante los últimos 15 años #SoyCivilNoMilitar
