LibertadEnero 16, 2016.-Hemos escuchado mucho al presidente Nicolás Maduro hablar de libertad de expresión, de hegemonías comunicacionales de la derecha, guerras económicas y pare usted de contar… cuentos.

De lo que sí estoy seguro, es de la hegemonía comunicacional de la 5ta y en “revolución”.

Todo comienza con la llegada a la Asamblea Nacional, gran edificación donde se debaten ideas, se forjan leyes y se representa al pueblo. Los alrededores de la AN estaban forrados con fotos de Simón Bolívar, no el clásico, sino el moderno; también habían fotos de Maduro y una que otra del difunto presidente Hugo Chávez.

Al llegar al toldo le digo a Eduardo, reportero de LaPatilla.com, “enciende la cámara que seguro nos saca casa militar”. Cuando nos piden que avancemos me sorprendo, veo que el primer medio de la lista y con letras mayúsculas, es LaPatilla.com. Hacemos el chequeo de rigor, nos entregan unas credenciales de prensa con unos números, una cinta roja, la imagen de Chávez, Maduro y del nuevo Bolivar.

Una vez adentro, alrededor de la 1:15pm, nos suben a la biblioteca de la Asamblea (en ese momento todo se veía bien), nos entregan unos refrigerios (de parte de secretaría de la AN, no de algún ente) y nos dicen que tengamos paciencia.

Durante estas horas de espera, se acercó secretaría, Henry Ramos Allup, Oliver Blanco, José Guerra y otros representantes de la AN, nos comentan que Casa Militar tiene control de la seguridad y que no podemos ingresar.

Comienza la alarma colectiva.

Pasan dos horas y hasta tres, a las 4:15pm, corre el rumor de que van a pasar todos los medios. Otros dicen que no va a ser así, unos corren ante falsas alarmas, otros nos quedamos esperando un llamado, al final todos corremos ante una boina roja que hace un llamado al hemiciclo.

Al ver al funcionario, nos reunimos en la puerta de la biblioteca y esperamos instrucciones… Mal momento que nos viene.

Se escucha el grito, “pase solo a camarógrafos y fotógrafos, periodistas por favor mantenerse en el sitio”, silencio en el salón… luego una estampida de cámaras y fotógrafos corren al Hemiciclo. Nuestra incertidumbre crece.

Veinte minutos después, nos encontramos en el mismo piso, entrando y saliendo ante rumores, preguntándonos qué hacemos… la orden es simple… nadie entra ni sale hasta que culmine el presidente Maduro su discurso.

Momento de resignación

Ya cuando nos sentamos y acomodamos en la biblioteca, de nuevo, nos llaman y dicen que vamos a bajar. Todos recogemos equipos, alistamos Periscope, preparamos credenciales y decimos, ¡Al fin!

Nos bajaron al patio y al llegar a la puerta del hemiciclo nos la cierran en la cara, nos dicen, “no pueden tener acceso, los bajamos para que caminaran por el patio y no estuvieran encerrados”… increíble.

Comenzamos a discutir con la seguridad y nuestros reclamos quedaron en el olvido, pasaron de largo y no se tomaron en cuenta. No había acceso a periodistas, pero veíamos pasar a simpatizantes con franela roja, su función principal es aplaudir todo comentario oficial emanado de Nicolás Maduro y abuchear cualquier gesto de representantes de la oposición. Preguntamos en coro, ¿por qué ellos sí?, ¿y nosotros?… No obtuvimos respuesta.

Nos sentamos en el patio, secretaría se disculpó con nosotros y nos llevaron refrigerios, pasaron 15 minutos más de paz hasta que volvió la molestia colectiva; sacaron del hemiciclo y de la Asamblea, a los camarógrafos y fotógrafos, estaban en la calle en el toldo de acreditación.

Queríamos salir, queríamos irnos, pero la respuesta siempre era que no. Nos tocó sentarnos, escuchar la memoria y cuenta en el patio, sin televisor, sin refrigerios, sin poder ingresar al Hemiciclo y sin poder salir de la Asamblea… Que bella la libertad de expresión que hay y la lucha contra la hegemonía comunicacional de la cuarta República…

http://www.lapatilla.com/site/2016/01/15/cronica-de-una-libertad-de-expresion-a-medias-chavismo-confino-a-la-prensa-independiente-en-memoria-y-cuenta/