libertad-de-expresion-copyOctubre 08, 2015.-Hay dos pensamientos del Libertador que dicen mucho del alto concepto que él tenía por los derechos y las libertades de los ciudadanos. El primero de ellos: “Son derechos del hombre: la libertad, la seguridad, la propiedad y la igualdad. La felicidad general que es el objeto de la sociedad, consiste en el perfecto goce de estos derechos”. Y el segundo: “El derecho de expresar sus pensamientos y opiniones, de palabras, por escrito o de cualquier otro modo, es el primero y más inestimado don de la naturaleza. Ni aún la ley misma podrá jamás prohibirlo y sólo podrá señalarle sus justos términos”…. (15-2-1819 ambos).

Posteriormente (16-9-1819) dijo: “no conviene que la opinión y la fuerza estén en las mismas manos, y que toda la fuerza esté concentrada en el gobierno”.

Pues bien, todo ello viene a mi cansada memoria, al releer el librito “La Verdad Sea Dicha”, editado por el Centro Comunal de Catia, en 1976 (cuyo ejemplar me obsequiara gentilmente la doctora Cecilia Blohn, hace ya varios años). Pero principalmente por haber leído recientemente en la prensa nacional algunas informaciones acerca de la Resolución Ministerial 008610, que autoriza el uso de armas potencialmente letales para reprimir y contener manifestaciones públicas, y que fuera calificada como “hermosísima” por un alto funcionario militar, que, al parecer, desconoce los sentimientos y pensamientos de nuestro gran Libertador al respecto. Así como los acuerdos y disposiciones de escala universal que los organismos internacionales han suscrito para garantizar y hacer respetar los derechos humanos y evitar el uso de armas y gases tóxicos para contener protestas y manifestaciones públicas pacíficas.

También parece olvidar el alto oficial que Tarek William Saab dijo alguna vez que la Constitución Nacional (¿vigente?) es “la mejor Constitución del mundo en materia de derechos humanos”.

Aníbal Lunea Lugo

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