Mayo 04, 2015.-El movimiento sindical de Guayana ha tomado el Día del Trabajador como el inicio de su reunificación definitiva luego de un largo y tortuoso camino de desencuentros. En los últimos cuatro años este sector que adversa al gobierno no ha logrado consolidarse como un interlocutor válido en medio de la crisis venezolana.
La detención de los tres trabajadores de Sidor, presos desde septiembre de 2014, es ahora una bandera que al parecer será el punto de partida del camino hacia una nueva etapa del sindicalismo en el país.
La dirigencia trabaja en reagrupar a las bases dispersas, capitalizar el descontento y regresar a sus consignas originarias como la autonomía sindical, la libertad, mejores oportunidades democráticas pero, sobre todo, en reconstruirse ante la dispersión y el desprestigio que acumuló en los últimos años.
En el proceso de transición política que vive el país, los trabajadores rediscuten qué rol asumir como interlocutores entre el poder y la comunidad, sobre todo ante la destrucción del aparato productivo y la posibilidad de que reste el subsidio de la renta petrolera.
Por eso este 1 de mayo una pluralidad de la dirigencia en Guayana ha asumido el Día del Trabajador como ese punto de partida que, en la región, ha comenzado con una movilización desde las inmediaciones del Supermercado Santo Tomé de Unare hasta la Corporación Venezolana de Guayana (CVG).
La marcha contó con la participación de dirigentes de Sutiss de Tendencia Clasista, Unidad Matancera, Movimiento Revolucionario Orinoco, Coalición Siderúrgica y Despertar Sidorista.
También el secretario general del Sindicato de Trabajadores de Alcasa, Henry Arias; dirigentes de la construcción como Ángel Fajardo de Sinatracom y voceros de Alcasa, Bauxilum, Carbonorca y el Movimiento de Sindicatos de Base (Mosbase).
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