Seguiré a los q no se rinden, a los q luchan en plena dictadura castrochavista, a los que no temen cargar su bandera.
Para muchos es el ícono de la resistencia en Caracas.
Mucho antes del 2002 ya se reunían ciudadanos contrarios al régimen que comenzabaa mostrar las garras, que aun hoy, en 2014 no todos logran catalogar como un régimen opresor,tiránico, funesto para nuestra Venezuela.
En 2002 la consigna que más resaltó fue esa de “prohibido olvidar”, lástima, muchos olvidaron o quizás no recordando, tapando, pasando muchas páginas podrían seguir sus vidas con normalidad. Pero la dictadura continuó asesinando y violando todos los derechos humanos.
El asesinato de ciudadanos por motivos políticos es extenso, porque en 15 años muchos conciudadanos perdieron su vida por tan solo protestar, con su voz y una bandera en la mano, en marchas, concentraciones.
Un caso espantoso es el de la digna Sra. Ron, quien con su bandera de Venezuela se encontraba en plaza Altamira protestando por el fraude del referéndum revocatorio, 16 de agosto de 2004. Es solo un caso que tiene 10 años de impunidad. Y digo y repito espantoso, porque nunca podrá ser normal ni costumbre que unos pistoleros totalmente identificados con el chavismo asesinen. En el 2014 los santos chavistas son solidarios y protestan por las muertes de otros países, cuando ellos son asesinos en casa.
Hoy, un grupo de venezolanos se reunieron en la plaza Altamira para pedir por los caídos, por los detenidos, por tanta cosa mala vivida en los últimos meses, por todos esos jóvenes masacrados por una dictadura que no solo se mantiene por esos verdes sinverguezas, corruptos, ladrones, quienes les importanta un pito regalar la patria, mientras sus bolsillos sigan gordos de $$$, sino por el silencio de tantos.
¿Saben?, podría escribir mucho, durar toda la noche expresando mi sentir. No logro comprender ese apoyo en redes sociales, pero en calle, solo pocos. Pero decidí no juzgar, cada quien que siga su vida y su manera de actuar ante un país invadido de malandros.
Caracas es grande, la capital de la República de Venezuela y las fotos muestran lo que hay.
Hoy no tendré palabras ni descarga, tan solo mi respeto a los que están, a los presentes, a los que mantienen el recuerdo de nuestra historia más reciente.
Muchos escribirán mil excusas, pero nada, no existe justificación para la matanza de jóvenes, para la prisión de inocentes.
Hoy nos abrazamos, nos apoyamos, estos chamos mantienen la plaza encendida con flores, velas, banderas y esperanza. Y ¿saben qué?, parece de pocos sentir en el alma la canción de Venezuela, cuando se reza con sentimiento,cuando se te mojan los ojos, cuando estamos allí por una causa legítima que no es otra que la libertad de Venezuela, todo vale la pena.
Muchos se han rendido, no quieren saber nada de nada, escriben pestes de todo, critican, se instalan en sus cómodas butacas para decir qué hacer y cómo, pero ni de vaina se hacen presentes. Vaya, me dije no juzgar, pero como pecadora no tengo remedio.
Mi inspiración, fuerza, fortaleza para seguir adelante sin pausa en la lucha son esos muchachos que el régimen les robó sus vidas, son esos detenidos, torturados, por ellos, vale la pena levantarse y jamás rendirse.
Gracias Altamira, te amo.
