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Joven afirma haber sido golpeado por la GNB y acusado de resistir a la autoridad
“Al leer que estaban cerrando la Panamericana a eso de las 6:30 p.m. decidí salir de La Rosaleda y sumarme a la manifestación en compañía de mi hermano”, relató el estudiante del último semestre de Arquitectura en la Universidad Central de Venezuela (UCV).
Todo transcurría con normalidad hasta que un Metrobus quiso seguir su camino pese a la barricada. “Los ánimos se caldearon porque casi atropellan a unas personas y fue cuando se produjo la agresión hacia el chofer y la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) que ya merodeaba la perimetral de San Antonio, comenzó a accionar sus armas y se inició el infierno”, afirmó.
“Cuando iba corriendo hacia la Panamericana me acorralaron y lanzaron al piso. Me dijeron: ‘ustedes no se la dan de arr… la GNB se respeta, mald…’, tras lo cual uno de ellos me pateó el rostro”, denunció Luis Alberto Gutiérrez.
“Me levantaron por la chaqueta y me pegaron contra un muro donde estaban los otros 43 detenidos, allí nos pegaron con los cascos hasta que llegó una camioneta Hilux en la cual nos llevaron amontonados hacia el liceo militar Pedro María Ochoa Morales (PMOM), en Los Teques”.
De los 44 aprehendidos había cinco heridos, siendo el más grave Luis. “A las 6 a.m. nos trasladaron al Hospital Victorino Santaella (HVS) pero por falta de insumos nos remitieron al Pérez Carreño, orden que no fue cumplida y nos devolvieron al PMOM”.
Nuevamente en el liceo militar, pagaron plantón bajo el sol. “Sentía que el rostro seguía hinchándose. Allí nos tuvieron hasta que el Cicpc nos tomó las huellas”, acotó.
Luego los lesionados fueron llevados hasta Medicatura Forense. “Me dieron hielo y un calmante. Al ver la gravedad de mi ojo, me mandaron al Centro Médico Docente El Paso, donde escoltado me ingresaron”.
“Por ser enfermera, mi madre no se impresionó al verme, a pesar de que tenía 24 horas desaparecido, luego de que ella me pidiera que no fuera a la calle (… ) me hicieron tomografías y al ver que no había daño cerebral postergaron la operación porque seguían sin llegar los insumos”.
El sábado se celebró la audiencia y a Luis Alberto le imputaron cuatro cargos: resistencia a la autoridad, instigación a delinquir, daño del bien público (por caso de Metrobus) y obstrucción de vialidad, por lo que quedó bajo régimen de presentación cada 45 días, pero por su estado le dieron dos meses de gracia.
Dado de alta el domingo por la carencia de materiales, volvió casi una semana después para ser operado de las tres fracturas sufridas -frente, nariz y mandíbula-. Estaba tan maltratado que una operación de dos horas duró cuatro.
Pese a que los doctores mostraron su solidaridad no cobrando sus honorarios, la operación costó 256 mil bolívares, dinero que fue recabado gracias a un “potazo”.
“Como desde la universidad hicieron bulla con mi caso, recibimos aportes de gente hasta de Miami y Europa (… ) mis padres no se cansaron de atender el teléfono”, añadió.
Con 14 microtornillos de titanio y tres placas en su rostro más otra micro placa debajo de su ojo para garantizar que su órbita ocular no se salga, Luis Alberto Gutiérrez, de 26 años de edad, dice estar dispuesto a volver a salir para luchar por su país.
“Lo que lamento es que jóvenes sin preparación sean armados y atenten contra el pueblo al que deberían defender”, finalizó el estudiante.
