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Soldados egipcios montados sobre tanques llegan a la plaza Tahrir para dispersar a los manifestantes. AMR ABDALLAH DALSH REUTERS
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Soldados egipcios montados sobre tanques llegan a la plaza Tahrir para dispersar a los manifestantes. AMR ABDALLAH DALSH REUTERS
  • La Carta Magna permite al presidente interino modificar la Hoja de Ruta

  • El nuevo texto blinda la autonomía y los privilegios que disfruta el ejército

Unos mil acólitos del derrocado Mohamed Mursi lograron este domingo la gesta de alcanzar la venerada plaza Tahrir, a unos metros de la sala donde el comité constitucional aprobó una Constitución que podría adelantar la celebración de los comicios presidenciales. En la Universidad de El Cairo, los estudiantes prendieron fuego a un vehículo de la policía en protesta por la muerte de un compañero el jueves a manos de los agentes.

Ajeno a los gases lacrimógenos que los agentes lanzaron para sofocar la manifestación de Tahrir, el trámite de votar el proyecto de Carta Magna encalló inesperadamente a media tarde. Lo que debía ser un mero trámite, iniciado el sábado, se enredó después de que cuatro de los 246 artículos del texto fueran rechazados.

El titubeo arrojó aún más incertidumbre a la ruta emprendida por los militares tras el golpe de Estado del pasado julio. 33 miembros del comité -integrado por medio centenar de representantes designados por el presidente interino Adli Mansur– votaron en contra del artículo que establecía la celebración de elecciones parlamentarias una vez aprobada la Carta Magna en referéndum. El portavoz del comité, Mohamed Salmaui, explicó que la mayoría apuesta por modificar el itinerario electoral diseñado hace cinco meses y organizar primero los comicios presidenciales, donde el líder castrense Abdelfatah al Sisi suena como firme candidato.

Tras varias horas de reunión a puerta cerrada, el presidente del comité y veterano diplomático Amro Musa anunció la aprobación final del texto. Y el himno nacional cerró solemne tres mes de sesiones. Para salvar las diferencias, se acordó que sea el presidente interino quien decida el orden de celebración de las elecciones. La transición, esboza la Constitución, debe concluir el próximo junio.

El traspiés dejó en evidencia la volátil y compleja coyuntura que atraviesa el país. Otro tres artículos impidieron una rápida aprobación del texto, que llegará el martes a Mansur como paso previo a la convocatoria de un plebiscito a finales de mes o principios de 2014.

El comité también dijo “no” inicialmente a la nueva composición del parlamento, que entrega dos tercios del hemiciclo a los candidatos independientes y reduce los asientos elegidos mediante listas de partidos. Los críticos denuncian que el sistema favorece las aspiraciones de las figuras vinculadas con la dictadura de Mubarak, dueños de un enorme poder mediático y empresarial. El comité, incapaz de lograr un acuerdo, dejó la decisión al presidente interino.

El resto del texto, que debe sustituir a la suspendida Constitución aprobada en 2012 por los islamistas, cumple con lo adelantado por la prensa estatal. La Carta Magna prohíbe el establecimiento de partidos políticos con base religiosa; elimina el artículo sobre la “sharia” (legislación islámica) que abría la puerta a la interpretación islamista de la ley y blinda la autonomía y los privilegios del ejército. El Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas tendrá potestad absoluta para elegir al ministro de Defensa durante los próximos ocho años.

Una mayoría holgada refrendó además el mantenimiento de los infames juicios militares a civiles. Según la Constitución, los tribunales castrenses juzgarán los ataques contra instalaciones militares o personal del ejército. Los juicios militares a civiles son una vieja batalla de los activistas laicos que llevan una semana en pie de guerra contra la nueva ley que limita el derecho de manifestación pacífica. 25 personas permanecen detenidas desde el pasado martes por desafiar la norma, denunciada por la comunidad internacional y las organizaciones de derechos humanos.

http://www.elmundo.es/internacional/2013/12/01/529ba3dc68434199758b456e.html

Principales artículos del proyecto de Constitución egipcia

El comité constituyente egipcio dio hoy luz verde al borrador finalde la Constitución egipcia, que incluye una serie de enmiendas respecto a la Carta Magna que fue elaborada por una mayoría islamista y aprobada en referendo el año pasado.

El nuevo texto se compone de 247 artículos, en los que se ha rebajado el tono islamista y se ha reforzado el papel de las Fuerzas Armadas.

El proyecto de Constitución será entregado al presidente interino, Adli Mansur, que debe convocar un referéndum para la aprobación definitiva de la Carta Magna, dentro del plan de transición establecido por el Ejército tras el derrocamiento el pasado 3 de julio del presidente Mohamed Mursi.

Estos son algunos de los artículos más destacados o controvertidos:

2.- El islám es la religión del Estado, el árabe es su lengua oficial y los principios de la “sharía” o ley islámica son la fuente principal de la legislación.

4.- La soberanía reside sólo en el pueblo, que la practica, la protege, es la fuente de poder y preserva la unidad nacional, que se basa en los principios de equidad, justicia e igualdad de oportunidades.

64.- La libertad de creencia es absoluta. El Estado garantiza la libertad y la práctica de los ritos religiosos, y regula la ley para poder construir lugares de culto de las religiones monoteístas.

73.- Los ciudadanos tienen derecho a organizar reuniones públicas, caravanas, manifestaciones y todo tipo de protestas pacíficas sin llevar ningún tipo de armas, y deben notificarlas tal como establece la ley.

74.- Los ciudadanos tienen el derecho de formar partidos políticosdespués de notificarlos, tal como estipula la ley. No está permitido ejercer actividad política o establecer partidos políticos basados en la religión, el género, la etnia o la región.

136.- El presidente de la República no puede disolver la Cámara de Diputados, salvo en caso de necesidad, mediante un decreto motivado y después de que lo apruebe el pueblo en un referendo.

152.- El presidente es el comandante supremo de las Fuerzas Armadas, no declara la guerra ni envía fuerzas armadas a una misión de combate fuera del país, sin tomar la opinión del Consejo Nacional de Defensa y con la aprobación de la Cámara de Diputados por una mayoría de dos tercios.

Si la Cámara no existe, debe tomar la opinión del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas y la aprobación del Consejo de Ministros y del Consejo de Defensa Nacional.

http://www.elmundo.es/internacional/2013/12/01/529bb59361fd3d50768b4578.html