26 julio 2013
David A. Rondón
El sorpresivo traslado del comisario Iván Simonovis de la cárcel de Ramo Verde al Hospital Militar, arrojó una cruda verdad: los médicos confirmaron las 19 afecciones que desde hace años padece, las cuales requieren de inmediata atención o pueden causar daños irreversibles.
La información la confirmó su esposa, María del Pilar Simonovis, a través de su cuenta en Twitter @bonysimonovis, espacio que ha servido para informar y denunciar cada uno de los atropellos que ha sufrido su esposo durante su detención. La diputada María Corina Machado la primera en señalar el traslado al centro médico, poco antes del mediodía, descompensado con vómitos, fiebre, tos y gripe. Posteriormente la esposa del comisario de la reformada Policía Técnica Judicial confirmó la situación, alegando que desde el viernes su pareja había sufrido una fuerte gripe y vómitos.
Aclaró que desconocía los detalles del traslado. de las 3:30 p.m., un nuevo mensaje de la cariñosamente apodada Bony señaló que ya su esposo estaba de regreso a la cárcel, con la información extra sobre la confirmación de las patologías por los médicos del Hospital Militar, anunciadas en reiteradas oportunidades por la familia, con la esperanza de obtener un beneficio humanitario que le permita afrontar su delicado estado de salud en libertad, como ya ocurrió con Lázaro Forero y Henry Vivas.
La mujer, que ha batallado por la liberación de su marido desde el 2004, acotó que los padecimientos médicos que sufre actualmente el comisario Iván son consecuencia directa de sus condiciones de reclusión, violatorias de sus Derechos Humanos. fue devuelto a su celda y hasta la noche, no estaba recibiendo la atención médica oportuna y especializada que su delicado cuadro de salud requiere. Una de las afectaciones de Simonovis es su columna, frágil y que requiere pronta atención.
La diputada Machado recordó que Simonovis era un preso político en condiciones inhumanas. Aseguró que los presos de conciencia son la prueba del carácter totalitario del régimen. El comisario fue detenido tras la muerte de 19 personas el 11 de abril de 2002.
De todos esos casos, 13 todavía se encuentran en la fase preliminar de investigación; en otros cuatro se acusó a los posibles culpables, pero no se ha iniciado juicio, Sólo en dos casos hubo condena, aquella que involucró a Vivas, Forero y Simonovis, así como a otros seis efectivos de la extinta Policía Metropolitana, aún sin demostrarse su participación directa.
