14 julio 2013

familia Afiuni“Aquí vivimos para María Lourdes”, dice la madre de la jueza. (Foto Carlos Blanco)

Dhameliz Díaz | [email protected]

“Aquí vivimos para María Lourdes…¡Nos ha tocado muy duro!” Los ojos de Elina -la mamá de la jueza María Lourdes Afiuni- la amorosa y gentil Ely, hablan con esas lágrimas que a veces no puede contener, al revivir las visitas a la cárcel de mujeres en Los Teques, las vejaciones a su hija y las humillaciones a la familia. “Estos años de reclusión han sido terribles para ella”…Suspira. Y lo peor, sin cometer delito alguno… Que la despojen de su derecho a comunicarse a través de las redes sociales es algo que no tiene nombre”.

No es queja sino una pena que queda, así como esas que se le entierran a una madre. “María no ha disfrutado de su libertad condicionada, su salud está muy resentida…Tiene dolores muy fuertes. Luego de su operación en la vejiga, se le perforó…” Ofrece algo de tomar. Taima. Son 70 años.

A la entrada del edificio Rubí se reconoce el ventanal donde se asomaba la jueza cuando el apartamento era su cárcel, privada de libertad por órdenes televisadas de Hugo Chávez el extinto Presidente. Decidió que el banquero Eligio Cedeño continuara el juicio en libertad. Llevaba 3 años preso sin presentación preliminar.

Santa Ana de bronce, la madre de la Virgen María que sobresale en la consola de la entrada del hogar, la prestó una amiga hasta que a María le concedan la libertad plena El pequeño santuario de ofrendas, velas e imágenes regaladas, son ahora los custodios, desde que fueran retirados los 16 guardias nacionales del Comando 52 que permanecían apostados en la edificación, alterando la rutina diaria de todos los vecinos durante 2 años y 4 meses. Hoy, el disimulo. Un hombre de negro con su moto de alto cilindraje está, casualmente, a un costado de la entrada.

-Les dimos el gimnasio para que no montaran una carpa, relata el papá Nelson Afiuni, pendiente de los trabajos de recuperación de las áreas comunes. Como presidente de la Junta de Condominio ha tenido también que costear la reposición de la ducha arrancada de cuajo, las reparaciones de piezas sanitarias, tomas de corriente y demás daños ocasionados por esa vigilancia desproporcionada.

Lo único que me ha faltado es hablar con el Papa, comenta Ely, ya aliviada la sensibilidad. Me reuní con el Nuncio Apostólico antes que le dieran su libertad bajo el régimen de presentación.Era delicado pero no podía desistir de entregarle la carta para que intermediara en la solicitud por razones humanitarias. La Fiscal había anunciado la medida por Twitter, pero no se materializaba. ¿Con qué cara va a encontrarse Nicolás con el Papa, si no ha tenido un rasgo de humanidad? Me pregunté en voz alta frente a monseñor Pietro Parolin.

Nelson, el hermano mayor llega disculpándose por el retraso. Su rostro resulta familiar. Se ha convertido sin proponérselo en el vocero de la familia. Será la voz de su hermana mientras dure el silencio obligado, el que le ha impuesto el Tribunal 17 de Caracas.

La vida nos ha cambiado completamente, admite cuando no se resiste a escudriñar en sus emociones. “Mi hermana era el eje de la familia. A ella nunca la verán llorando, deprimida. ¡Jamás! Molesta quizás y creo que lo somatizaba. Si llegábamos tristes al Inof nos formaba un lío. ‘No quiero aquí caras largas’ nos recriminaba”.

¿Cuándo comenzó la historia?

-Yo estaba preocupado porque mi hermana había recibido ese caso, que sabíamos que era político. Pero había algo muy particular, ella era famosa porque expresaba a viva voz que no estaba dispuesta a ninguna sinvergüenzura si le tocaba decidir sobre ese tipo de expedientes. Por razones que desconozco separaron la causa: Gustavo Arraiz asume su culpabilidad y el caso de Eligio Cedeño le cae a mi hermana ¿Qué entendemos todos? Si se lo están asignando es porque están buscando que decida correctamente. Se leyó de punta a punta el expediente y advirtió a la familia que si no conseguía algo lo dejaría en libertad. ¿Estás segura? le preguntamos todos. Durante las tres semana- un mes precisa la mamá- que lo tuvo en sus manos no recibió ninguna llamada, ni la presionaron para que decidiera en un sentido o en otro…Estábamos muy atentos a lo que pudiera pasar. ‘No conseguí nada, decidiré conforme a la solicitud del organismo internacional; que ese señor sea juzgado en libertad’, le confió a su madre la noche anterior. Mi hermana llegó a decirme -interviene Nelson- que en ese expediente hay irregularidades. Por eso no la dejan hablar. Si echa el cuento de lo que leyó caerá más de uno. Se refiere a órdenes de allanamientos en distintos días con los mismos testigos, a Cadivi.. “El expediente venía demasiado viciado”.

Por un portal de noticias se enteró Nelson que el presidente había hecho referencia a su hermana. “Creo que fue más devastador para otras personas, en la familia estábamos tan seguros de que mi hermana hizo lo correcto. Esto será muy duro, pero se sabrá la verdad. Nos organizamos todos para luchar.”

-Mi esposo y yo estábamos en la casa. No me podía comunicar con María, cuando nos informaron que estaba detenida. Nos llamó un juez de los que creíamos que era amigo. Me dijo que no nos preocupáramos, que ella no había cometido ningún ilícito. Cuando escuchamos a Chávez nos dio el desespero… Me va a dar algo, le dije mi esposo, contó Ely. “Vamonos para una iglesia porque necesito desahogarme con un sacerdote”. Se tranquilizó

Ese día, a las 11 pm, allanaron el apartamento. Hasta las 3 de la madrugada todos los vecinos testigos se mantuvieron en vilo.

 

Cocina para siete personas

 

En el apartamento de mi mamá nos reuníamos los domingos. Mi hermana y yo nos criamos muy unidos y cuando tuve a mi bebé, que ahora tiene seis años, mi hermana la disfrutaba muchísimo. El 10 de diciembre eso cambió dramáticamente. Los domingos y los miércoles era prepararnos para ir al Inof. A veces mi hermano Earle se venía el sábado desde Barquisimeto para visitarla, recuerda Nelson. “Me preocupaba por llevarle lo que más le gustaba comer” confiesa con infinito amor esa mamá que recupera el brillo recordando que hacía comida para siete personas, para que pudiera compartir. Salmón, su plato favorito, salía costoso, pero no podía escatimar. La familia Afiuni de buena posición los sigue ayudando a sobrellevar los costos que ha implicado todo este presidio político, por órdenes presidenciales. Los médicos que la ayudan a recuperar su salud, no le cobran. En la panadería le obsequian su pastel preferido. Cuando la reconocen en la calle, le besan la mano y la llenan de lisonjas. La jueza se incomoda, se apena, dice la familia. Le cuesta sobrellevar tanta notoriedad..

¿Tienen muchas cicatrices en su corazón?

-Uff…muchísimas, contestan los dos. Lo más duro fueron esos 14 meses en el Inof, comienza el relato Nelson. En las colas entre tantas madres que llevaban a sus nietos a ver a sus hijas presas, me preguntaba ¿Qué hago aquí? Como yo, dice Ely, habían muchas otras, cuyas hijas eran inocentes. Imagínate que cuando María llegó habían 400 y pico de reclusas, cuando salió, más de mil… El efecto Afiuni, explica el hermano, término que comenzó a recorrer los tribunales para explicar el temor de los jueces a sentenciar la libertad. “Se dejaron pisotear”.

“Algunas me tenían rabia, porque sus familiares estaban recluidas allí por una condenatoria de María Lourdes. Sentía que no me miraban con buenos ojos, pero eran más las que me apoyaban, que quienes me agredían verbalmente. Nunca me imaginé que la vería en esa situación… ¡María es una mujer tan correcta! No aceptaba retardos procesales es su tribunal.

¿Cómo hacía para atender ese drama familiar, a Geraldine, la hija de la jueza que vive en su casa y a su esposo..?

-Cuando Geraldine era menor de edad la llevaba su papá, a quien había nombrado su abogado para que pudiera ver a su mamá fuera del horario de visitas, pero cuando cumplió 18 fue horroroso. La llevaron al cuarto donde a uno lo desvisten y con aquel desprecio, ‘mira niñita ya cumpliste… Ella ha madurado a golpes.. A uno lo tratan como basura. Te desnudas y te obligan a saltar en cuclillas el tiempo que les provoque, algunas te tocan con morbosidad. Se le apaga la voz manteniendo esa mirada dolorosa.

Más maquiavélicas son las mujeres custodias, afirma Nelson con indignación al recordar tanto maltrato. Retrasan la hora de entrada y se termina la visita sin posibilidad de ver al familiar. La directora era la maldad en pasta. Daba órdenes para impedir que el carro de los familiares de la jueza se parara cerca para bajarse, obligándolos a subir por una cuesta empinada ¡Me da ira…Pero no quiero venganza, sino justicia” Había una oficial que no estaba de acuerdo con las torturas que le infligían a mi hermana y le montaron un expediente…

Nos alegramos cuando la cárcel fue el apartamento. “No le harían nada”, pero al paso del tiempo se acentuaron las preocupaciones de nuevo. Violaciones al debido proceso, retardos uno tras otro

¿Tenía conocimiento de la violación que sufrió relatada en el libro de Francisco Olivares?

– No sabía algunos episodios relatados. No me lo contaba para que no sufriera, pero un alma caritativa nos hizo llegar una copia de la denuncia que presentó en Fiscalía. Se levanta y muestra el documento. La verdad está allí en esa hoja membretada, desmentida oficialmente. Tiene cicatrices de hojilla en las piernas. Los últimos tres meses en el penal deterioraron su salud de tal manera, que temía que si se quedaba un mes más se me muriera”.

Ahora libre, nos sentimos extraños. Tenemos que acostumbrarnos a sacarla a pasear. Su hija Geraldine exigió recuperar su tiempo y los sábados María Lourdes se entrega a sus planes, como ir al centro comercial para que se midiera su regalo del día de las Madres.

Ven el proceso con buen augurio… dice el hermano quien se atreve a compartir el daño que tanta persecución judicial le ha ocasionado a María Lourdes, quien está solicitando la restitución de su cargo, el pago de los salarios caídos para luego jubilarse…“Ya no podría ejercer con la imparcialidad que la caracterizaba ¿Cómo podría sentenciar cárcel si ha vivido en carne propia los atropellos que se comenten contra la dignidad?

Si el país la necesita, estaría dispuesta a futuro, ayudar en la recuperación de la justicia, a limpiar el poder judicial en Venezuela, expresa esperanzada su madre. “Es una amante del derecho internacional y cree necesario colaborar para que la ONU cuente con instrumentos que obliguen a los gobiernos a cumplir con los dictámenes y no se burlen.

http://www.el-carabobeno.com/impreso/articulo/67720/Campesinos-presos-de-Barinas,-victimas-de-la-tirania-juridica#.UeMpgrTQels.twitter

 

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