11/19/2009

Por ALFONSO CHARDY
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Cuando Jesús Reyes Sr. y su esposa Glenda se mudaron a un apartamento con una vista panorámica del palacio presidencial de Miraflores en Caracas en 1988 estaban felices de haber conseguido un hogar tan cerca del histórico edificio en la capital venezolana.

Pero la decisión contribuyó a cambiar su destino, que llevó a la familia a huir de su país natal 12 años después y buscar asilo en los Estados Unidos tras llegar a Miami.

Como muchos otros venezolanos con peticiones de asilo denegadas, la familia Reyes — Jesús, Glenda y sus tres hijos, Guillermo, Jesús y Marcos– están en peligro de ser expulsados del país donde pensaban rehacer sus sueños.

Guillermo, de 25 años, y Jesús, de 21, están ahora bajo la custodia de las autoridades de inmigración y encaran la deportación, mientras sus amigos y compañeros de clase en el Miami Dade College se movilizan para evitarlo. Entretanto, sus padres y un hermano, Marcos, de 23 años, están escondidos.

Estudiantes del Miami Dade College proyectan realizar una manifestación este jueves exigiendo que las autoridades de inmigración liberen a los hermanos Reyes. La manifestación esta programada para las 10:30 a.m. en el recinto Kendall del colegio, 11011 de la calle 104 del Southwest.

El mundo de la familia Reyes en Miami se derrumbó el 12 de noviembre a las 7:30 de la mañana cuando funcionarios de la Policía de Inmigración y Aduanas (ICE) llegaron a la casa y le informaron a Jesús Reyes Sr. que no podía permanecer más tiempo en Estados Unidos.

“No puede quedarse aquí ni un minuto más”, dice Reyes Sr. que le informó un funcionario mientras Guillermo y Jesús se levantaban de la cama y se vestían.

Mientras los funcionarios detenían a Guillermo y a Jesús, su padre logró contactar a su abogado y avisar a Glenda y a Marcos, quienes no habían llegado a la casa porque trabajaban de noche, dijo Reyes Sr.

Cuando Reyes Sr. logró ponerse en contacto con Eduardo Soto, abogado de inmigración de Coral Gables, y se reunió con Glenda y Marcos, Guillermo y Jesús estaban en un centro de detención de indocumentados en Pompano Beach.

Aunque los funcionarios del ICE no han dado detalles del caso, la familia indicó que los funcionarios de inmigración tenían una orden de deportación del 2005, por causa de la denegación de una solicitud de asilo.

Soto y otro abogado de inmigración, Cheryl Little, del Centro de Apoyo al Inmigrante (FIAC), han presentado mociones de emergencia en el tribunal para evitar la deportación de la familia y lograr la liberación de Guillermo y Jesús.

Guillermo se graduó recientemente de Animación Digital en el Miami Dade College y Jesús está estudia Justicia Penal en el mismo centro, donde entre el 2007 y el 2008 fue presidente de la Asociación del Gobierno Estudiantil en el recinto de Kendall.

Su caso es similar al de los hermanos colombiano Juan y Alex Gómez, que casi fueron deportados en el 2007 pero lograron quedarse, al menos por ahora, tras una campaña nacional a su favor.

Reyes describió la odisea de la familia en varias entrevistas telefónicas.

Economista de un banco venezolano, Reyes Sr. y su familia tenían una vida relativamente estable en Caracas.

Durante los años 80 se casó con Glenda, su amiga de la infancia, cuando ambos coincidieron casualmente en un paso superior sobre una autopista en Caracas.

Su primer hijo, Guillermo, nació el 2 de septiembre de 1984. El segundo, Marcos, el 13 de octubre de 1986, y el tercero, Jesús Jr., el 23 de junio de 1988

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