Familiares exigen al régimen venezolano que de fe de vida de Hugo Marino a 11 meses de su desaparición: “Dónde lo tienen o qué le hicieron”

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“Dijeron que está en la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM) pero el abogado no lo vio, así que para mí está desaparecido”, así Beatriz Marino, la madre de Hugo Marino, reclama al régimen de Nicolás Maduro que de una fe de vida del buzo profesional y rescatista que fue secuestrado el 20 de abril de 2019 a su llegada a Venezuela.

El 14 de marzo de 2020 los familiares de Marino recibieron “una gran alegría que duró muy poco”, pues informaron en las redes sociales que “encontraron” al buzo, pero no pudo ser visto por el abogado, por lo que continúan denunciado su desaparición. “Hoy estoy muy triste pero no me voy a rendir”.

Una última llamada

“Él llegó a Caracas luego de viajar de Miami, EE. UU., donde residimos”, dijo Beatriz en entrevista con Venezuela Awareness.

Al llegar a Venezuela en abril de 2019 se comunicó con su madre.”‘Vieja te llamo a la noche’, esa fue la última llamada que recibí de él”, lamentó.

Pasadas las horas, al no tener más comunicación con Hugo y corroborar que no pasó por su oficina ni a la casa, lo comenzaron a buscar. La familia de su yerna, Elizabeth Marques, se movilizó por los hospitales y morgues del país y no dieron con su paradero.

“Hasta que nos enteramos, después de casi una semana, que estaba en la DGCIM. Pero esa información no es oficial, se hicieron todas las denuncias en todas las instancias que me dijeron y no encontramos respuestas. Se fue muchas veces a la DGCIM y siempre nos dijeron que allí no estaba”, dijo Beatriz.

“¿Qué le hicieron y dónde lo tienen?”, son las incógnitas que rondan el caso, mientras sus familiares oran y confían que el buzo que tiene 11 meses desaparecido se encuentre con vida.

“Nadie de la familia ha tenido información de ninguna entidad del Estado. También es ciudadano italiano y el Gobierno no ha hecho nada para exigirle al régimen venezolano que de información de dónde lo tienen o qué le hicieron”, requirió.

La mujer, quien incansablemente pide ayuda  a través de las redes sociales, detalló que “en una oportunidad me pasaron una información que quién sabía dónde estaba era Hannover Guerrero”, el exdirector de la DGCIM, pero el 14 de agosto de 2019 fue destituido del organismo.

Hugo padece de arritmia cardíaca, que significa que su corazón presenta latidos anormales, ya sean demasiados lentos o rápidos. Según especialistas, si el mismo no es tratado puede presentar dolor en el pecho, desmayos o mareos.

De ser necesario, el tratamiento puede incluir fármacos antiarrítmicos, procedimientos médicos, dispositivos implantables y cirugía.

Una investigación habría sido el motivo de su detención

Según denuncias en las redes sociales, el rescatista profesional habría sido privado de libertad por la investigación individual que desarrollaba sobre el siniestro aéreo donde murió Miguel Ángel Pérez Oubiña, el hijo del exministro venezolano y actual presidente del Banco Bicentenario Miguel Pérez Abad, el piloto Nelson Bejarano, el copiloto Joan Marrero y Juvencio Carvajal.

El vuelo salió desde el Aeropuerto Internacional de Simón Bolívar de Maiquetía, con destino a la ciudad de Barcelona, en el estado Anzoátegui. Según las últimas investigaciones, hallaron restos de la aeronave. Sin embargo, no se conoció por parte de las autoridades si lograron rescatar los cadáveres ni la razón del accidente.

No obstante, la madre del preso político indicó que viajó a Caracas por asuntos personales y afirmó que no se relaciona con la política.

Precisó a Venezuela Awareness que “no tiene idea” de la intención del régimen al detener al buzo.

A comienzos de julio de 2019, los familiares introdujeron un habeas corpus al tribunal 31 de control del área metropolitana de Caracas, pero no dieron respuestas.

Luego el 25 de octubre del mismo año, la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH) otorgó medias cautelares a favor de Hugo. Una acción que buscaba presionar al régimen venezolano para que informara sobre el paradero del ciudadano italo-venezolano. Las autoridades siguen en silencio.

En el caso se han violado en múltiples ocasiones sus derechos humanos; no ha sido presentado a tribunales, se encuentra aislado de los familiares y abogados, se desconoce si lo han llevado al servicio médico para una evaluación, no han informado el motivo de su detención y lugar de reclusión.

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