Aldea italiana despoblada recibe a refugiados venezolanos

Más de 4 millones de venezolanos han escapado de la pobreza y la persecución del régimen socialista. Mientras buscan un nuevo hogar, zonas rurales de Italia con población decreciente como la aldea de Serrastretta (de la provincia de Catanzaro, región de Calabria) podrían convertirse en su nuevo hogar, porque propone rejuvenecerse y dinamizar su economía con la llegada de refugiados venezolanos.

El objetivo es recaudar 50 mil dólares para la vivienda de los refugiados, pasajes de avión, alimentos y los gastos de un profesor de lengua italiana para la inmersión total en la cultural local.

Los encargados de promocionar la posibilidad de mudarse a Italia y la asesoría para lograrlo son ‘Serrastretta Aiuta Venezuela’ (Serrastretta Ayuda a Venezuela), una agrupación civil que se unió a ‘Proyecto Salto’, organización sin fines de lucro que brinda apoyo crítico a los venezolanos que buscan reconstruir sus vidas en el exterior.

PanAm Post se comunicó con Guido David Núñez-Mujica, fundador de Proyecto Salto que ayudó a 130 personas a reconstruir sus vidas en 7 países. Entre estas personas hay académicos, herreros, diseñadores, ingenieros y más». Este año quieren ayudar a 52 personas, una por semana.

Y aclara que el proyecto se dedica a ayudar a migrar a personas que nunca han salido de Venezuela, no a migrantes que ya están en otros países.

Venezuela tiene más de 4 millones de refugiados, la aldea italiana poco más de 3 000 habitantes

Es posible encontrar en Internet anuncios de casas abandonadas por 1 euro para incentivar que las personas vuelvan al campo. Pero terminan convirtiéndose en casas de campo que visitan ocasionalmente, no aborda el problema poblacional.

El objetivo actual es Serrastretta, situada sobre una colina de la región de Calabria, al sur de Italia, con poco más de 3 000 habitantes. Históricamente la población se ha dedicado a la producción artesanal de muebles, cocinas, marcos de puertas, carcasas y muebles de todo tipo. Sobre todo, las sillas de paja tejida, por las cuales Serrastretta se considera uno de los principales productores de Calabria.

Todavía se producen las sillas y continúan como en el pasado: las mujeres tejen paja con un arbusto especial «vuda», proveniente de las plantas en los pantanos y los hombres arman el marco de madera.

La población de Serrastretta ha declinado en las últimas décadas, según datos del Instituto Italiano de Estadística (ISTAT)

A cargo de la iniciativa está Guido Núñez-Mujica, un científico venezolano que migró a Chile, luego a EE. UU. y finalmente a Italia. Es el fundador del ‘Salto Project’.

Cuenta con la ayuda de una rabino, Barbara Aiello. «Se han unido para ayudar a otros y crear un vínculo entre dos lugares con necesidades complementarias», dice la campaña.

El sur de Italia tiene una crisis poblacional

“Los ciudadanos del sur de Italia (Calabria y Sicilia) son conscientes de la crisis de población que enfrentan muchas de nuestras pequeñas aldeas. En nuestros pueblos encontramos casas abandonadas y en ruinas. Muchas casas están a la venta, pero pocas personas quieren comprar casas en pueblos que tienen un futuro económico disminuido”, afirma la rabino.

«Cuando vi informes de noticias sobre los disturbios civiles y la devastación económica en Venezuela, parecía que ofrecer ayuda a los venezolanos para que vinieran a vivir a nuestra ciudad era una combinación perfecta», agregó Aiello.

Los venezolanos de ascendencia judía serían los principales beneficiarios

En vista que la aliada en el proyecto es de confesión judía, aclara que algunas familias venezolanas serán seleccionadas por sus raíces judías. Se denominan «bnei anusim», que significa que son descendientes de judíos conversos de origen sefardita .

Paralelo a la conquista de América, España expulsó a musulmanes y judíos durante la Reconquista, después de más de 700 años bajo el califato islámico. A los judíos se les dio la oportunidad de convertirse al catolicismo y permanecer en España. Por lo cual hay descendientes en hispanoamérica que provienen de ahí.

No obstante, sí existe la posibilidad de apelar al programa sin distinción de fe.

Italia expone la mentira de la sobrepoblación

La crisis poblacional de la zona rural de Italia refleja lo que se vive a nivel nacional e incluso continental. En el 2015 la ministra de salud de Italia, Beatrice Lorenzin, declaró: «Somos un país moribundo».

El Instituto de Investigación de la Población afirma con estadísticas que la sobrepoblación es un mito.(POI)

«¡Arrivederci, Roma! (adiós, Roma)», dice el Instituto de Investigación de la Población (POI por sus siglas en inglés), que advierte que los franceses, alemanes, italianos y británicos prácticamente dejarán de existir.

Un informe de la ONU titulado Población mundial a 2300, muestra una imagen del futuro de Europa si las tasas de fertilidad no se elevan por encima de los niveles actuales: «La Unión Europea, que recientemente se ha expandido para abarcar a 452-455 millones de personas (según cifras 2000-2005 ), caería en 2300 a solo 59 millones. Aproximadamente, la mitad de los países de Europa perderían el 95 % o más de su población; y países como la Federación de Rusia e Italia tendrían solo el 1 por ciento de su población».

La evidencia muestra lo contrario al mito

Con el informe se desvanece el mito de la sobrepoblación, que alega que el mundo necesita un «cambio de sistema»  porque supuestamente se agotarán los recursos. Para «revertirlo», proponen reducir la población.

Por ejemplo, en la vecina España por segundo año consecutivo hubo más muertes que nacimientos, de la mano de 2,5 millones de abortos desde su legalización.

Ya que el «viejo continente» tiene una población envejecida, el «nuevo continente» parece ser una esperanza e incluso un mutuo beneficio en el caso de aquellos que huyen del hambre y la persecución, como son los venezolanos.

*La nota fue modificada luego que el director de Salto Project aclaró que el programa solo aplica para personas que nunca salieron de Venezuela, no a migrantes y refugiados en otros países.

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Con información de Panampost