Un hijo venezolano, secuestrado, torturado y liberado

Foto: El Nuevo Herald

Juan tenía una vida tranquila, llena de metas, trabajo, estudios, como cualquier otro joven venezolano. Pero un dia, todo eso cambió.

El 30 de abril de 2017 llegaron a su casa unos 200 hombres, entre ellos colectivos, civiles armados al servicio del régimen venezolano, para capturarlo. Juan coloco unos garrotes entre la puerta trasera de su casa y salió corriendo entre los patios de sus vecinos, pero ya era muy tarde. En el cielo apareció un helicóptero, luego los hombres derribaron la puerta y paredes, lo agarraron y torturaron.

Juan es el hijo de un alcalde venezolano. No solo estaba huyendo él, también su hermanito de 12 años y su madre.

La persecución en Venezuela no mide entre los involucrados y la familia. Según Omar Lares en unas declaraciones ante la Organización de Estados Americanos, fue uno de los primeros casos donde se llevaban al familiar de un político para presionar por su entrega. No había ninguna orden de arresto ni de allanamiento. No lo habían agarrado infraganti en algún crimen, no tiene antecedentes, algo común en la persecución que le ha hecho el régimen a la mayoría de presos políticos.

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