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La Corte de Apelaciones 10 del circuito del Área Metropolitana ratificó el viernes la sentencia por «corrupción espiritual» contra la jueza María Lourdes Afiuni, mejor conocida como «la presa personal de Chávez».

El abogado de la jueza, Juan Carlos Goitía, aseguró para Caraota Digital que esta «infame sentencia», ratificada por la Corte de Apelanciones, configuraba un exabrupto jurídico mayor que el de la corrupción espiritual.

El jurista explicó que lo verdaderamente grave era que el Ministerio Público (MP) jamas tuvo pretensión alguna contra la doctora Afiuni y que en el juicio, la Fiscalía dijo que no tenía nada que alegar contra la jueza.

Goitía informó, además, que la Sala 10 de la Corte de Apelaciones estuvo conformada por tres jueces, Mariana Oliveros, Adriana López y Zulay Salazar.

En marzo, el Tribunal 17 de Juicio a cargo del juez Manuel Bonagnno condenó a Afiuni a cinco años de prisión por el delito de «corrupción espiritual», decisión que los abogados de la defensa Juan Garantón, Juan Carlos Goitía, Thelma Fernández, Sandy Aveledo y José Amalio Graterol apelaron.

El 5 de julio la alta comisionada para los derechos humanos, Michelle Bachelet, informó que el régimen de Nicolás Maduro había otorgado la libertad plena a María Lourdes Afiuni, y luego la defensa confirmó que no existía tal decisión y que lo único que hubo fue el levantamiento de la medida de presentación ante tribunales.

Las medidas de prohibición de salida del país, de hablar a los medios de comunicación nacionales e internacionales y de escribir en la redes sociales, Twitter, Facebook e Instagram siguen intactas.

Cuando el 10 de diciembre de 2009 la jueza María Lourdes Afiuni ordenó la libertad bajo fianza del banquero Eligio Cedeño, probablemente no imaginó que pasaría casi diez años detenida.

Hasta 30 años de prisión pidió en su momento el entonces presidente Hugo Rafael Chávez, y es por eso, que a la jueza Afiuni se le conoce como «la presa personal de Chávez».

El fallecido mandatario arremetió públicamente contra Afiuni al día siguiente de la liberación de Cedeño, cuando se supo que el banquero -quien llevaba tres años en prisión preventiva acusado de operaciones cambiarias ilegales- había huido del país rumbo a Miami (EE. UU.) inmediatamente después de ser liberado.

Afiuni, por su parte, aseguró que simplemente había aplicado la ley venezolana, que establece que nadie puede estar detenido más de dos años sin sentencia, así como una recomendación del Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria de Naciones Unidas, que había cuestionado la situación de Cedeño.

Sin embargo, eso no evitó que organismos de seguridad del país la detuvieran y fuera llevada a una prisión donde se encontraban numerosas mujeres a las que ella había juzgado y sentenciado por infanticidio, robo y narcotráfico.

Con información de Caraota Digital