Acoso y trabajo informal: los principales problemas de venezolanas en el Perú

Foto: Google

De los 865 mil ciudadanos que han ingresado al Perú, más del 40% son mujeres, según estima la Superintendencia Nacional de Migraciones. Esta población debe afrontar una serie de problemas vinculados a los servicios de salud, educación, trabajo informal y, sobre todo, a una doble forma de violencia: una por su género (como ocurre con la mayoría de peruanas) y otra por su condición de migrante.

Así lo evidencia el primer estudio sobre el proceso de integración de las personas venezolanas en el Perú, de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya (UARM) y la ONG Lutheran World Relief, el cual señala que las mujeres venezolanas son altamente vulnerables a sufrir acoso debido a la imagen hipersexualizada que se ha creado de ellas en el imaginario social. Esta percepción, alimentada por la cultura machista, dificulta su acceso al trabajo y les genera precariedad económica.

“La mayoría de problemas que sufre un venezolano no es exclusivo de su nacionalidad, pero sí se agravan por su situación de vulnerabilidad (…). Si denunciar ya es difícil, para una mujer que no está en su país, ha sido contratada de manera irregular, a veces no tiene papeles, es económicamente inestable o no cuenta con una red familiar, hacerlo es peor”, manifiesta Isabel Berganza, directora de la Escuela de Derecho de la UARM.

Según ella, la mayoría de venezolanas trabaja de manera informal, en actividades de servicio o autoempleo (venta de comida), lo cual incrementa el riesgo de acoso u otro tipo de violencia. “Esta imagen de relacionarse de forma más cercana, cariñosa o alegre lleva a los hombres a creer que ellas quieren otra cosa y lo asocian con el tema sexual, cuando en realidad no es así”.

Los hombres y mujeres migrantes entrevistados identificaron la existencia de machismo en la sociedad peruana. Ante ello, muchas ciudadanas han optado por modificar sus hábitos y formas de relacionarse. Para Isabel Berganza urge educación contra el machismo, y fortalecer los servicios de atención y denuncias para las víctimas.

Con información de La República