Ecuador se sumó el lunes a Perú, Chile y algunos países de Centroamérica que han impuesto restricciones a los venezolanos para entrar en sus territorios, con el fin de regular el flujo migratorio que se ha convertido en el mayor éxodo de Latinoamérica.
El número de venezolanos que ha abandonado el país por la crisis supera las 4 millones de personas, apuntan cifras de la Organización Internacional para las Migraciones y la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados.
Esta diáspora reúne a uno de los grupos de desplazados más grandes del mundo, debido a la aceleración del éxodo masivo a partir de 2016. Hasta finales de 2018, 460.000 personas solicitaron formalmente asilo en el extranjero, la mayoría en naciones de la región, indicó la Acnur.
Ecuador, país que los venezolanos usan de tránsito, empezó a exigir desde el 26 de agosto una visa humanitaria excepcional. Un total de 13.110 de estos ciudadanos cruzó las fronteras hacia esa nación entre el sábado y el domingo, justo antes de que entrara en vigor la medida. Más de 300.000 connacionales están radicados allí.
2.459 venezolanos salieron de Ecuador este fin de semana, especialmente con destino a Perú por el paso de Huaquillas. El gobierno peruano exige a estos migrantes una visa humanitaria desde el 15 de junio y sus autoridades calculan que 800.000 personas procedentes de Venezuela han entrado en su territorio.
La medida comprende excepciones a los menores de edad y adultos en situación de extrema vulnerabilidad, mujeres embarazadas y personas mayores de 60 años de edad. Aproximadamente 495.000 venezolanos ya cuentan con registro para acceder al permiso temporal de permanencia.
Chile alberga a 288.233 venezolanos, y desde 2018 exige la Visa de Responsabilidad Democrática que permite una residencia temporal por un año.
Argentina, que acoge a un total de 130.000 migrantes, no pide hasta ahora ningún tipo de visa, solo el pasaporte. Las autoridades reportaron que el número de solicitudes de asilo aumentó de 135 casos en 2017 a 883 en 2018.
Brasil, unos de los países que junto a Colombia recibe más connacionales, exige únicamente el pasaporte, y las últimas cifras señalan que cerca de 100.000 personas han entrado en ese territorio, donde en el 2018 almenos 36.384 obtuvieron el permiso para trabajar.
Costa Rica acoge a 39.000 migrantes venezolanos, Panamá a 36.000, Guatemala a 5.000 y Honduras a 200, y son los países que han frenado el éxodo masivo en sus territorios con la exigencia de visa desde el 2017.
Bolivia solamente exige el pasaporte y es un país más de tránsito que de permanencia.
Uruguay aloja a cerca de 15.000 venezolanos y únicamente exige el pasaporte.
Estados Unidos siempre ha exigido visa. Tiene en su territorio a 700.000 venezolanos que han solicitado asilo durante los últimos 4 años, a pesar de las deportaciones, que en 2018 llegaron a 336.
Guyana tiene registrados a 36.400 connacionales en su territorio y solo ha otorgado visas de turista para una permanencia de 3 meses.
A pesar del flujo migratorio, le abren los brazos a los migrantes
Colombia, que actúa como país receptor y de tránsito, es la nación que más ciudadanos venezolanos hospeda. Los migrantes entran con o sin documentos por los pasos fronterizos, lo que ha generado una crisis social y sanitaria sin precedentes.
El gobierno de Colombia reportó que hasta el primero de agosto habían entrado más de 1,4 millones de venezolanos. De esa cifra, 732.390 son regulares, puesto que tienen documentos que les permiten acceder a un trabajo.
El 5 de agosto el gobierno de Iván Duque anunció que otorgaría la nacionalidad a cerca de 24.000 niños nacidos en Colombia, de padres venezolanos, desde el 19 de agosto de 2015, medida que entró en vigor el 20 de agosto del año en curso.
Paraguay acepta los pasaportes vencidos de los venezolanos que llegan al país, dentro del Protocolo de Facilitación Migratoria, con el fin de flexibilizar los trámites para obtener la radicación temporal. Se han expedido casi 250 radicaciones y se calcula que residen entre 1.500 y 2.000 venezolanos.
Nicaragua exigía la visa de turista, pero la medida fue suspendida en 2018 luego de pasar a la categoría migratoria A (exento de visa) por decisión del presidente Daniel Ortega.
Con informacón de El Nacional
