Mayo 8,2019.- La imagen de una tanqueta arrollando a un grupo de manifestantes desarmados, el pasado 30 de abril, le dio la vuelta al mundo. El incidente fue tan noticioso que líderes mundiales, artistas y opinadores debieron pronunciarse, pues de nuevo retrató el rostro criminal del régimen de Nicolás Maduro.

Ese día conjugaron en las calles el poder de represión que hoy sostiene al régimen: colectivos, FAES y un pequeño sector militar corrompido. Las violaciones de derechos humanos han sido una constante en Venezuela a través de estos tres cuerpos, ellos encierran unas escalofriantes cifras de detenidos, muertos y desaparecidos. La ONG Human Rights Wacht detalló en su informe del año 2018 que en el país 12.500 personas han sido detenidas desde 2014 en relación con las manifestaciones públicas.

Aunado a ello, Keymer Ávila, investigador del Instituto de Ciencias penales y profesor de la Universidad Central de Venezuela, asegura que en 2017 murieron 4.998 personas a manos de las fuerzas de seguridad del Estado, lo cual equivale a unas 14 personas al día. Este crecimiento exponencial de víctimas a manos del régimen chavista coincide con la creación del FAES. Este grupo que forma parte de la Policía Nacional Bolivariana es considerado por la ONG venezolano PROVEA, como un escuadrón de la muerte que siembra terror en las zonas populares, con una acción sistemática de ejecuciones.

Son múltiples las denuncias sobre asesinatos que han estado ocurriendo en diversas zonas populares de Caracas a manos de este cuerpo. Sin embargo, el campo de acción del FAES no son solo las barriadas, ya que Nicolás Maduro ha venido utilizándolos para contener las movilizaciones de la oposición. Los expertos en el área han advertido sobre el peligro que significa esta situación, pues este grupo no está entrenado para resguardar el orden público, sino para identificar objetivos y desarticularlos.

El otro cuerpo represor en el cual pareciera refugiarse Maduro es en los colectivos. La Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU acusa a este grupo de choque de haber causado 27 muertes durante las protestas del año 2017 en Venezuela. José Almeida, especialista en el tema de seguridad, asegura que los colectivos tienen un fuerte componente cubano en su formación; por lo que son un bastión imprescindible en la lucha de pueblo contra pueblo.

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