Daniel David Pozo | Foto: Folha De S.Paulo

Agosto 24, 2018.- El venezolano Daniel Pozo, de 33 años, llegó a São Paulo en abril de este año, con 64 años. La escasez de alimentos en su país, la caminata de 14 días hasta la frontera y la falta de dinero para comprar comida en Roraima hicieron que el ex chofer de autobuses perdiera casi un tercio de su peso.

Por: Flávia Mantovani | Folha De S.Paulo

“Estamos pasando hambre, esa es la realidad”, dice. “[En Venezuela] sólo conseguía comer una vez al día y a veces ni comía para que mis hijos comieran.

Después de cuatro meses en São Paulo y con acceso a tres comidas al día en el albergue donde vive, recuperó su peso anterior.

Pero Daniel afirma que no quiere acomodarse: “no he venido esperando que el gobierno me dé nada, he venido a trabajar, no queremos quedarnos parados esperando a que algo caiga del cielo“, dice el venezolano, que consiguió trabajo en una red de tiendas.

Daniel enfrentó una “odisea” para recorrer los casi 1.000 km que separan su ciudad de Roraima. “Pasé hambre, frío, calor, mis pies se llenaron de ampollas”, recuerda.

Lee la nota completa aquí

“No vine a esperar que el Gobierno me dé nada, he venido a trabajar”, relato de un venezolano en Brasil

SHARE