Jóvenes venezolanos quemando una bandera cubana, manifestando en contra la ‘invasión’ del regimen castrista | CarlosBCRRA

Mayo 01, 2018.- Por qué la comunidad internacional sigue mirando con simpatía la dictadura cubana, a pesar de ser la “progenitora” de la venezolana

Las dictaduras imperantes en Cuba y Venezuela son gemelas. Es decir, comparten los mismos rasgos esenciales.

Eso no debería sorprender dado que Hugo Chávez, cuando era presidente de Venezuela,  le pidió a Fidel que le armara una estructura totalitaria. Castro fue tan diligente que para que no hubieran errores, incluso le mandó personal cubano con vasta experiencia en esas lides. Por cierto, muchos de esos “expertos” aún siguen en Venezuela.

Sin embargo, las respectivas evoluciones que ha tenido la opinión pública internacional ante ambos casos, van quedando cada vez más distanciadas. Tanto es así que Álvaro Vargas Llosa expone en una reciente columna de opinión  que:

“ […] mientras crece como una mancha de aceite la conciencia sobre el drama de los venezolanos, la actitud con respecto a Cuba se ha ‘normalizado’; se tiende a aceptar sin mayor incomodidad la existencia de ese régimen…”

La preocupación de Vargas Llosa nos lleva a analizar las causas por las cuales está sucediendo eso.

A nuestro juicio, es un tema de marketing. Es decir, una estrategia publicitaria -que puede estar bien o mal diseñada- para transformar a una persona o lugar en una “marca”. Desde esa perspectiva, dos de los conceptos claves son “imagen” y “posicionamiento”.

La ciencia del marketing ha analizado a fondo la psicología humana, con el objetivo de descubrir cuáles factores impulsan la conducta de las personas. Ha constatado que no es tanto la razón sino la emoción, la que explica las preferencias individuales.

Toda “marca” para ser exitosa debe ser capaz de quedar íntimamente asociada a la “imagen” que previamente ha escogido. La imagen está compuesta por elementos tangibles e intangibles, que representan los valores que esa “marca” quiere transmitir a su público objetivo.

Los profesionales del branding saben que el “producto” a vender es importante, pero mucho más lo son  las emociones, sentimientos y valores que le son adosados mediante la imagen de marca y la estrategia comunicacional.

En otras palabras, lo que una imagen de marca comunica no es algo concreto, la realidad objetiva, sino sensaciones que, por definición, son subjetivas. Por esa razón, una vez que el alma de las personas ha forjado una determinado imagen – positiva o negativa-, es muy difícil modificarla.

Por su parte, el posicionamiento es el lugar que la marca ocupa en la mente. Le otorga a esa persona, región o producto una imagen determinada, que se construye a través de la activa comunicación a la audiencia de unos atributos, beneficios o valores distintivos que fueron seleccionados previamente.

Mediante un posicionamiento fuerte lo que se busca, es diferenciarse claramente de la competencia. Para ello, es necesario que se haya logrado transmitir y asentar la imagen deseada. Ergo, es una batalla que se desarrolla a nivel mental.

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