Agosto 09, 2018.- De Europa a Latinoamérica, de buscar aprendizaje y regresar al país a irse sin fecha de retorno, de emigrantes a refugiados o asilados. En un siglo, los venezolanos hemos cambiado el comportamiento migratorio en tres grandes oleadas, según Claudia Vargas, profesora de la Universidad Simón Bolívar (USB).

El jueves, 5 de abril, el movimiento estudiantil de esta casa de estudios, llamado Demos, organizó un evento que se llamó ¿Salir de aquí o salir de esto? en el que además de la docente y especialista en temas migratorios, Claudia Vargas, también asistió María Alejandra Hernández, por Impact Hub, y Oscar Vallés, profesor de Estudios Políticos de la Universidad Metropolitana (Unimet).

“Para nosotros ha sido doloroso y escandaloso el tema migratorio, porque estábamos acostumbrados a emigrar para regresar con mayores conocimientos y aplicarlos en el país. Ahora pasamos de ser emigrantes a ser refugiados y asilados”, aseveró Vargas.

La docente mostró cifras y tendencias migratorias desde el año 1900. En lo que calificó como la primera oleada de viajeros que llegaron a Venezuela, huyendo de las guerras europeas. Estas personas lograron insertarse en el sector comercial del país.

Vargas mencionó que este período transcurrió entre 1900 y 1958; y luego vino el primer momento de migración de venezolanos entre 1958 y 1983, caracterizado por la salida del país de aquellos que querían formarse en áreas que no estaban fortalecidas en Venezuela, al mismo tiempo que llegaron latinoamericanos al país. Los compatriotas que salían, regresaban con más conocimientos; es decir, había un comportamiento migratorio arraigado.

“Entre 1983 y 1998 comenzamos a vivir una inversión del patrón. Pasamos a la migración sin retorno debido a la crisis social, política y económica, con el famoso Viernes Negro en 1983 y finalmente con la elección de Hugo Chávez, cuya política del fortalecimiento militar no fue bien vista por los venezolanos que decidieron irse”, manifestó.

Desde ese momento Venezuela se convirtió en un emisor progresivo de personas. Se paseó por los hitos en este tema, como lo fue el despido masivo de 18.000 empleados de la industria petrolera. Indicó que a partir de 2006 los venezolanos iban tomando la decisión de salir del país debido a acontecimientos políticos y para 2013 comienzan a registrarse movimientos migratorios de tipo asilo.

¿Qué significa esto para el país?

Para la especialista, el comportamiento migratorio de Venezuela trae consigo una crisis humanitaria en los países fronterizos en la que se incluye la prostitución, la explotación laboral, el aumento de la trata de personas y la proliferación de venezolanos indocumentados.

“El venezolano considera que es necesario irse del país, aunque no quiere. Como no se quieren ir, sino que tienen que irse y el pasaporte no sale, salen del país sin su único documento de identidad. Cuidado sino estamos en una situación de paria“, advirtió.

Estas tendencias migratorias no solo significa una pérdida intelectual para el país, sino también de fuerza de trabajo porque se van personas de cualquier estrato económico y dejan plazas vacías en las empresas. Esto significa además que habrá una menor competitividad del mercado venezolano.

La “necesidad” de salir del país hace que las personas salgan sin un plan de qué hacer al llegar al país receptor. Vargas explicó que esto representa una pérdida para esa nación pues los venezolanos no llegan allí a trabajar en el área en la que se formaron.

“Hago alusión a lo que dijo el Presidente ayer (4 de abril). Hizo un reconocimiento público de que el Estado es incompetente para retener a su fuerza de trabajo y que no puede generar políticas públicas para que los venezolanos migrantes regresen. Quiero que sepan que un ‘lava pocetas‘ gana más afuera que un profesional en el país”, puntualizó la docente.

El miércoles, 4 de abril, el presidente Nicolás Maduro, ofreció unas palabras en la inauguración de la Universidad Martin Luther King en Lara sobre la oleada de migración: “Sé de muchos que la propaganda en contra de nuestro país les llenó la mente, se fueron y están arrepentidos. No sabes cuánta gente está lavando pocetas en Miami. ¿Tú te irías a lavar pocetas en Miami? Yo no dejaría mi patria jamás”.

Vargas apuntó que otra consecuencia de esta situación es la salida desorganizada y sin políticas públicas adecuadas para el migrante.

¿Qué hace el que se queda?

El evento organizado por los estudiantes de la USB tenía como objetivo mostrar a los jóvenes ambas opciones como decisión de vida: irse del país o quedarse. En esta línea, la profesora Vargas expuso que el rol de los venezolanos que deciden quedarse en el país es el de documentar lo que se vive a diario, para que luego se pueda hacer un proceso de diagnóstico y encontrar la solución al problema.

Otra de las posibilidades es el de desarrollar soluciones para las vacantes que quedan en empresas y universidades, así como el de generar emprendimientos que ayuden a mejorar la economía del país.

María Alejandra Hernández, representante de Impact Hub – Caracas, reforzó esta última idea. Esta empresa es una incubadora de proyectos empresariales que se encuentra en 92 países y actualmente en Venezuela atiende a 178 emprendimientos.

“Casi 50% de los fundadores de estos proyectos son jóvenes entre 26 y 36 años de edad, graduados de universidades venezolanas y 16% de ellos con posgrados”, dijo.

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Especial: Venezuela a la Fuga

http://efectococuyo.com/principales/venezolanos-pasamos-de-ser-emigrantes-a-ser-refugiados-y-asilados-explica-profesora-de-la-usb