Por HUMBERTO SÁNCHEZ AMAYA | [email protected] | @HumbertoSanchez 09 de julio de 2017 12:10 AM | Actualizado el 09 de julio de 2017 13:57 PM

Julio 09, 2017.- El cornista fue detenido en abril por la PNB y llevado al Helicoide. Lo liberaron al día siguiente, pero su mamá comenzó a recibir llamadas amenazantes. Ahora los dos viven en España

Son tantas las imágenes de abuso y violencia de los meses recientes, que pareciera que la memoria no da para tanto, que se superponen unas con otras, que lo indignante hace tres semanas queda desplazado por lo ocurrido el lunes o el martes.

El 4 de abril el cornista Frederick Pinto fue detenido por la Policía Nacional Bolivariana. Las fotografías se hicieron virales, varios músicos se solidarizaron con el joven ante lo que calificaron de atropello por parte de las autoridades. En ellas se podía ver cómo trataba de escapar, pero el instrumento pesaba y los uniformados eran más. Lo atraparon.

Desde entonces poco se ha sabido del músico de 21 años de edad, salvo que ahora vive en España y que a través de un crowdfunding espera reunir el dinero que necesita para comprarse otro instrumento, ese que le permitirá presentarse a audiciones.

Afirma que tuvo que dejar Venezuela por amenazas. “Me arrestaron porque me querían robar el instrumento. Yo caminaba por la calle que va desde la iglesia de la Chiquinquirá hasta la avenida Libertador. Tenía que llegar a mi ensayo y vi que varios manifestantes corrían en mi dirección. Les empezaron a lanzar bombas lacrimógenas y saqué la pasta de diente que siempre cargo en el estuche. Como sé que tiene bicarbonato de sodio, me coloqué entre los ojos y encima de los labios. Unos policías que iban en moto empezaron a gritar que me agarraran. Cuando me capturaron, uno de ellos me preguntó cuánto valía el corno”, recuerda el joven por teléfono.

Fue llevado al Helicoide y liberado al día siguiente, como lo anunció el abogado Alfredo Romero en su cuenta de Twitter. “Un agente del Sebin me preguntó si el instrumento tenía un serial internacional. Dije que sí, que pertenecía al Estado por ser del sistema de orquestas. Entonces, él y un compañero se vieron las caras. Nos hicieron firmar un acta de mi entrega. A mi mamá y a mí también nos tomaron una foto. Preguntamos por el corno y respondieron que nunca había llegado. Cuando salí del Helicoide, estaban esperándome un abogado de la orquesta, una abogada amiga de mi mamá y una fiscal. Ellos también preguntaron por el corno. La fiscal entró y sí lo tenían”. Pinto prefiere no dar el nombre de los abogados.

Una vez liberado, el cornista pensó que retomaría su rutina mientras intentaba dejar atrás el indignante episodio. No es que nunca haya protestado. Lo hizo en 2014. “Pero siempre de forma pacífica”, asegura.

Pero entonces el teléfono de su mamá empezó a sonar. “Eran llamadas de esas que no puedes identificar. La amenazaban con que no contáramos nada porque sabían dónde vivíamos, dónde estudiaba yo y los lugares que frecuentaba. Ella empezó a ponerse muy nerviosa, estuve como un mes sin salir mientras ella arreglaba los papeles para irnos. Muchos periodistas me escribieron para que declarara, pero no lo hice”.

Vivían alquilados en Parque Caiza. Él formó parte siete años de la Fundación Orquesta Sinfónica Juvenil de Chacao y también estuvo en el núcleo de Sarría. “Empezamos a vender todo lo que teníamos, carro, muebles, nevera y cocina para comprar los boletos. El único día que salí fue para ir al aeropuerto”, cuenta Pinto, quien llegó el 5 de mayo a España, donde reside una tía.

“El corno que tenía cuando me arrestaron no lo volví a ver. Mientras estuve en casa, la orquesta me prestó otro instrumento para que practicara. Pregunté si podía traérmelo mientras conseguía otro. Al principio me dijeron que sí, pero pocos días antes del viaje cambiaron de opinión. Lo dejé en Caracas y un familiar lo devolvió”.

Por los momentos, Pinto reparte anuncios publicitarios en la mañana y en la tarde trabaja en una tintorería, donde se encarga de las entregas. No está de acuerdo con Nicolás Maduro, pero se había abstenido de participar en las recientes manifestaciones. “Pensé mucho en lo que podía pasarme. Si me ocurre algo, si me muero, mi mamá va detrás. No te imaginas lo que sentí cuando me fue a buscar al Sebin. Nunca la había visto así, de la forma en la que se puso cuando me vio. Estaba destrozada. Estuvo varias semanas mal. Incluso acá tuve que llevarla a emergencias porque tenía inflamadas las paredes del corazón. Yo no quiero que vuelva a pasar por un rato así, porque incluso antes de que ella supiera dónde estaba yo retenido, me buscó en la morgue”.

El 18 de junio, Pinto inició una campaña a través de GoFundMe con el propósito de reunir los 6.000 euros que necesita para comprar un corno usado. Hasta ahora le han donado 335. Con el instrumento aspira a estudiar en una universidad o un conservatorio. “En España necesitas títulos. No es como en Venezuela, donde puedes ingresar solo por tocar bien. Un corno nuevo profesional puede costar más de 9.000 euros. Con trabajo puedo reunirlo, pero me tomará muchos años y no puedo perder tiempo. Los ingresos a conservatorio tienen un límite de edad”.

http://www.el-nacional.com/noticias/entretenimiento/frederick-pinto-arrestaron-para-robarme-instrumento_192003